Parte siete (final)

2.5K 198 236
                                    



De acuerdo. Pese a que las cosas no se dieron como esperaba, era estupendo que aún siguieran con vida después de la destrucción de una realidad alterna.

Aunque todavía no era momento de festejar.

Genos estaba mucho peor que hacía unos minutos, Sonic - a pesar sus palabras tranquilizadoras - acababa de perder un brazo, Fubuki sangraba por la cabeza y Garou que la llevaba en la espalda acabó por desmayarse.

- Tiene que haber un hospital por aquí

El ninja arrancó un trozo de su recatada vestimenta para hacer un torniquete en lo que quedaba de su brazo con ayuda de su mano y boca, lo suficientemente fuerte para resistir hasta que un profesional le revisara.

- ¿Qué haces? No te sobreesfuerces o morirás

- ¿Y qué? Dejaré que me cargues en hombros a mi también? Quiero ayudarte - se acercó a Child emperor que se sostenía el brazo, observándolo cuidadosamente - ¿Qué tienes?

- Um, me disloqué el hom-- UAAHH!!! - el pelinegro tomó su brazo y sin mediar más palabras lo giró, acomodándolo - ¡¿ESTÁS LOCO?!

- De nada. Asegúrate de no quedarte atrás - usó un trozo más de su ropa para vendar correctamente la cabeza de Fubuki y la levantó como mejor pudo, negando la ayuda del lampiño - Vamos, necesitamos un hospital urgente

Saitama alzó a Genos, Garou y Emperor con la facilidad de quien levanta plumas del suelo y empezó a correr bajo la guía de Sonic.

En medio de la noche y con esas pintas saparrastrosas, fue difícil conseguir que alguien les indicara el camino a una clínica de urgencias o lo que fuera.

A Saitama, aquellos minutos le parecieron una tortuosa eternidad. La gente huía de ellos sin darles oportunidad de preguntar nada y no disponía de mucho tiempo.
Sonic de un momento a otro ya no pudo seguir y con todos los heridos a cuestas e ignorado por la muchedumbre, se vio obligado a buscar por su cuenta.

"No se mueran" pensaba, desesperándose con el transcurso del tiempo. "No te mueras, Genos".

Entró al primer hospital que la suerte le ofreció, pateando las puertas de entrada y gritando por ayuda para socorrer a sus amigos, a quienes dejó en el piso con la mayor precaución.

- Doctor ¿¿De dónde viene??

- ¿Uh? ¡Estos tres se están desangrando, necesito un médico y... alguien que lo arregle a él! - gritó señalando al cyborg que chispeaba en el suelo.

- ¿Qué es todo esto? - una voz alarmada y muy familiar le hizo voltearse. Definitivamente el universo, un dios o lo que fuera se divertía a costa suya.

- Hombre, qué mierda...

Ambos homólogos se congelaron al verse los rostros idénticos. Pero así como llegó el shock inicial se fue, Genos y el resto necesitaban ayuda.



◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇



Se habían ido.

- ¡Hijo de puta! - gritó al brazo cercenado que se elevaba, perdiéndose en uno de los voraces túneles adheridos a la tierra. El mismo que intentaba tragarselos a ellos también - Oye, no te atrevas a desmayarte. No ahora - gruñó a la psíquica que apenas seguía aferrada a su cuerpo - ¡Fubuki!

- E..Estoy bien... - dijo, aunque claramente, con una puñalada en el pecho era obvio que no.

- Tenemos que irnos de aquí. Busca otro portal

El amor en tres simples palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora