2.- Frase Maldita...

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 Antes de continuar con tu historia, quiero agradecer que te haya gustado y sigas apoyándola :)

Quiero recordarte, que, ésta historia es tuya. TU eres la protagonista, así que procura mantener en mente que TODO lo que está pasando, lo estás viviendo tú.

 Así que te invito a meterte en tú papel y disfrutar de lo que estás por recordar. No olvides dejar tus comentarios, opiniones y sugerencias.

Quiero aclarar también, que no hay muchos dialogos, porque... todo esto son tus pensamientos, así que prácticamente todo es un diálogo muy largo de lo que estás repasando en tu cabeza :)

****

Ese mismo día al salir de la escuela, por alguna razón decidí no tomar mi ruta acostumbrada. En verdad no tenía ganas de volver a casa tan rápido, estaba considerando en comprar un helado, hacía demasiado calor... y eso que estamos en primavera.

Caminaba tranquilamente sumida en mis propios pensamientos, en los deseos de no querer hacer la tarea de esa materia que tanto me desagradaba y que ocasionalmente deseaba que no existiera... porque siempre me iba muy mal en cuestión de calificaciones, precisamente éste día fue cuando me entregaron la calificación de un examen que presenté la semana pasada, y... solo desee fervientemente que la tierra me tragara. Esa materia, maldita materia innecesaria que me regalaba una ansiedad que yo no quería, ni necesitaba. Especialmente porque mis padres me regañarían por tan baja calificación...

Se supone que en la actualidad, los padres debían ser menos estrictos y más relajados. Pero los míos se habían quedado en la época pasada, donde eran estrictos, serios y te castigaban severamente.

Fue entonces cuando, estoy segura, mencione alguna frase maldita. De ésas que están en la lista marcada con rojo, de cosas que jamás deberías decir ni en broma, como: "¿Qué tan malo puede ser?" "¿Qué cosa podría pasar?"

Sí, alguien debería hacer esa lista y regalarla a toooooooodoooooooo el mundo, porque de haberla tenido en mis manos éste día, jamás habría dicho:

-Como quisiera desaparecer...

Fue entonces que salí del transé en que mi propia mente me había sumergido, no por decisión propia, sino porque escuche mucho escándalo y alboroto a la distancia, unas cuadras para ser más precisa. 

Sí, lo recuerdo bien...

Varios hombres vestidos de traje corrían casi en una perfecta sincronización, intentando rodear a dos hombres. Uno de ellos más alto que el otro, el hombre más bajo tenía el cuerpo más extraño que haya visto en mi vida de cuerpo grande y gordo y piernas que parecían encogerse entre más se acercaban a los pies. El alto, parecía formado por palos delgados, era excesivamente delgado. De hecho hasta cierto punto me causo mucha gracia, parecían la encarnación de aquellos dibujos de bolitas y palitos que nos hacían dibujar al ser pequeños.

Pero mi risa se detuvo cuando a mis espaldas una camioneta, como la maquina del misterio pero sin colores groovy, sino de color negra y ventanas polarizadas, se detenía y la puerta lateral se deslizaba para abrirse de golpe. 

No sé exactamente qué sucedió, pero fue como si mi instinto de supervivencia se activara.

Dicen que en momentos de total peligro, en el ser humano se despierta un instinto que todos tenemos dormido. Un instinto que nuestros antepasados usaban para saber que hacer, al momento en que una gran amenaza estuviera a la cercanía y también dependiendo del nivel, incluso eran capaces de sacar una fuerza física que no sabían que poseían.

Supongo que fue precisamente eso lo que me sucedió. Ése sentido de supervivencia fue lo que se activó dentro de mí en cuanto vi a aquel hombre delgado y alto correr en mi dirección y como entre sus delgados brazos, llevaba a un niño.

 Francamente, no era necesario ser un genio para adivinar quién era, solo una persona que viviera en una cueva o a miles de kilómetros lejos de domino y exiliado completamente del mundo de los Duelos, no podría saber que se trataba de Mokuba Kaiba.

Aunque eso no fue lo que me impulso a hacer la enorme estupidez que hice. No me intereso en ése momento quien fuera, lo habría hecho por cualquiera. Era un niño a final de cuentas. Bueno... tal vez alguna otra chica normal no habría hecho nada... al final el sentido común varia entre cada persona, pero el mío era de los peligrosos. Porque mi sentido común no me hace pensar en mi propia seguridad, solo en la ajena.

Corrí en contra de aquel hombre delgado y recuerdo perfectamente que el hombre gordo, solo hizo una expresión de "What the fuck" al verme correr hacía su compañero, a quién golpee con todas mis fuerzas usando mi mochila como arma, mientras un grito seco se escapaba de mi garganta, supongo que fue para sacar más energía... En realidad esa acción de gritar, solo la había visto en películas, no pensé que fuera algo literal, ése grito me ayudó para agitar con más fuerza mi maletín, impactándolo directamente en la boca del estómago del flacucho, sofocándolo al instante y obligándolo a soltar a Mokuba Kaiba

-Woow ¡Realmente ese instinto existe! –Exclamé con emoción y shock, una combinación extraña, donde la adrenalina fluye por tu cuerpo y sientes hasta hormigueos extraños. 

Inmediatamente observé a Mokuba quién agitó la cabeza y la levantó fijando su mirada en mí, viéndome con total incredulidad.

Aquellos dos hombres, especialmente el gordo, no tuvieron tiempo de reaccionar para tomar de nuevo a Mokuba, quien sagazmente, había rodado hacía un costado alejándose de ambos en cuanto se percató de que intentarían tomarlo nuevamente.

-Ese chiquillo si está entrenado para huir –Recuerdo haber pensado eso.

-¡Agarra a esa maldita mocosa! –Escuche gritar al gordo.

Evidentemente mi sentido de supervivencia volvió a activarse. Aunque para mi desgracia no tuve oportunidad para correr, porque un tercer hombre apareció a mis espaldas y cubrió mi boca con un pedazo de tela... no recuerdo como rayos se le llama a esa cosa que le ponen y te hace dormir. Eso también lo veía en películas...

No recuerdo absolutamente nada de lo que pasó después... pero vaya que la sensación de quedarte dormida por medio de ese método, es horrible...

Porque al despertar, fue donde me vi colgada de cabeza...

Y ahora no sé qué pasara conmigo...

-...Ojalá no me violen – Fue lo único que pude pensar... porque justo ahora entraba mi sentido de pánico-...ojalá no me hayan tocado estado inconsciente.... –Fue lo siguiente que pensé, antes de sentir ansiedad y pánico.

Si, jamás debí decir esa frase.... Ahora estoy jodida. Bien jodida...

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 Aquí termina ésta parte de tu aventura, al parecer has recordado lo que hiciste, ¿Qué opinas ahora que has recordado todo? ¿Realmente piensas que te hicieron algo mientras estabas inconsciente? 

Ahora, ¿Qué será de ti? 

Seto Kaiba y Tu (YuGiOh)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora