capitulo 5: !Y los muertos se levantaran! parte 2

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¡Y qué dios los bendiga! Dijo el padre frente a las dos tumbas, este estaba a un lado de la pequeña Nathalia. Las dos tumbas empezaron descender como por arte de magia flotando poco a poco hacia su silencioso sepulcro. La pequeña solo enfocaba las dos urnas y sintió el peso de la mano del padre en su hombro, al verla; esta se estaba descomponiendo, pedazos de carne caían de sus dedos mientras que varios gusanos comían su carne. Al volver a las tumbas estas estaban ya sepultadas y tapadas con piedras, la pequeña Nathalia salió corriendo hacia las dos tumbas trato de quitar las piedras pero parecían reproducirse quitaba una pero de inmediato era reemplazada por otra aun más pesada y de la nada, empezó a brotar un liquido, amarillo, espeso y sin olor alguno y allí fue donde los escucho, escucho los chillidos de cientos de cerdos que se acercaban en estampida al levantar la vista pudo ver como cientos o miles de heridos tomaban el cementerio y corrían en estampida en su dirección el sonido de los chillidos quebró el silencio y se hacía cada vez mas alto, más cercano al punto de ensordecer sus gritos.

- ¡Nathalia despierta! ¡Vamos! – le decía Kevin mientras la zarandeaba. Un aleve luz se colaba por la pequeña ventana - ¡ven! Son las 5:30 A.M. tienes que ver esto. !vamos!

De inmediato salto de la cama. Y se dirigió a la pequeña sala, las cortinas de la ventanas panorámica estaba abierta de par a par y Michelle, Kervis, Jancarlos y Kevin estaban detenidos frente al marco viendo en dirección al suelo mientras que los primero rayos se colaban en el horizonte. Nathalia se acerco con cautela, por su mente solo pasaba la idea de que los heridos estaban haciendo una montaña con sus mismos cuerpos, uno sobre otro para subir al edificio como lo hicieron en el tejado del hospital cuando atacaron al helicóptero. Se acerco y con esa imagen se asomo por encima del marco y lo que vio fueron a más de 10 heridos en la calle, pero ahora estos estaban totalmente quietos, inertes, sus movimientos erráticos y temblorosos desaparecieron para dar paso a una rigidez total. Como si su sistema nervioso se fuera desconectado de su cuerpo. Pero lo que más destacaba era que tenían la cabeza inclinada hacia atrás y sus bocas abiertas que daba la impresión de que sus mandíbulas se fuera desencajado, y todos, todos sin excepción estaban de espaldas al Este, con la cabeza inclinada hacia atrás casi horizontal con los ojos abiertos fijos en los primeros rayos del sol.

- ¿Qué hacen? ¿Por qué no se mueven? - pregunto Nathalia mientras que los demás se volvieron hacia ella como esperando su respuesta. - ¿yo? – pregunto sorprendida. - ¡yo no sé porque están así! o porque se comportan así. ¿Cuándo adoptaron ese comportamiento?

- desde que el sol se asomo en el horizonte. – respondió Kevin. – hace unos 10 minutos ¡mira! - y apunto con el dedo hacia el sur, en dirección al estadio. Al volverse Nathalia pudo ver que en el campo, ahora los heridos que los habían perseguido en la madrugada y que se habían desviado en persecución de algunas personas. Ahora estaban todos inertes, el campo está totalmente cubierto de heridos, de pie con la espalda al sol con sus cabezas inclinadas hacia atrás con la boca abierta al igual que los ojos. Se aglomeraban de tal manera que el césped no era visible aglomerados codo a codo

- ¡hay cientos en el campo! – exclamo Kervis. - ¿Por qué se quedaran así?

- ¡no lo sé! Pero creo que todos quedaron así. – exclamo Michelle.

- subamos a la azotea. – sugirió Nathalia. – desde allí podremos ver entre las demás calles. Todos se dirigieron a la salida pero Kervis los detuvo.

- ¡no! Esperen. – les ordeno. – no subiremos.

- ¿Por qué? – pregunto Nathalia.

- ya las noticias de que ustedes están aquí debieron llegar a todos. – dijo Kervis cruzando miradas con Jancralos. – y esas no son buenas noticias.

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