El dolor era innegable y si quería hacérmelo creer estaba muy equivocada. No podía sacarme la mirada de decepción de Evan, mi amigo...mi mejor amigo. Él no me quería ni tocar y cuando lo hizo era como si quemara al tacto.
Las lágrimas no me dejaban pensar, ni respirar bien. Estaba estupefacta, él estaba ahí metido...en esas condiciones, los demás no se encontraban ahí. Eso quería decir que estaban en diferentes zonas del complejo y eso no me ayudaba mucho, pero el simple hecho de verle así era algo insoportable. A más de que me ha visto como su enemigo, una traidora en simples palabras y no tuve el tiempo suficiente para corregirlo.
-¡Me has mentido!-me tiro hacia Joseph y ambos caemos al suelo-. ¡¿Eso es estar bien para ti?! ¡¿Acaso crees que están a salvo en esas condiciones?!-no sé cómo, pero cuando trato de golpear su rostro, él logra contenerme y de inmediato comienzo a llorar.
-Tranquila, tranquila-dice abrazándome. Exacto, estaba abrazándome-. Calma-con esas palabras me empecé a tranquilizar, no sé cómo ni por qué. Pero así fue. Me fui relajando, pero en cuerpo, porque en mente me era imposible.
De cierta forma siento algo extraño que me dice que debía calmarme...pero no por miedo a que los guardias me dejaran inconsciente, no sabía que era. Esta vez si me aseguré que ninguna aguja estuviera insertada en mi cuerpo, ya que suponía que eso había sido el responsable de mi serenidad en esta situación; Joseph tenía un aura que lograba aquietar al espíritu de una persona, era una sensación extraordinaria.
-¿Por qué no me lo has dicho?-mi voz estaba quebrada y esta vez por completo.
-No podía, eso era contra mis reglas. La sociedad mantiene la vigilancia a tope en el edificio-acaricia mi espalda y mi sorpresa nació cuando noté que los guardias no habían venido, a más de que Joseph no podría decir esas cosas. Así que levanté mi cabeza para divisar lo que había a mi alrededor.
No había nadie en el corredor, excepto nosotros dos. Éramos los únicos.
¿A dónde se han ido esos tipos?
Joseph notó mi rostro tan contradecido, suspiro y miró a todos los lados con una sensación de tranquilidad.
-Les he pedido que se fueran. Al parecer ellos saben ya como te pones, tu reputación te precede.
-¿A qué momento se han ido?
-Hace poco, la verdad.
-Tiempo exacto, por favor.
-Mínimo tres minutos.
Y no me había dado cuenta. Excelente. Estaba dejando que mis emociones me dominaran y sólo por eso, por ese simple detalle, bajaba la guardia a tal extremo. Eso no era una muy buena señal. Estaba mal, y mucho. Debería concentrarme en esto si quería salir con vida.
Mi mente regresó directamente al momento en el que los ojos de Evan se oscurecieron al verme. Ese momento en el que noté que su confianza se había perdido hacia mí; una presión de dolor se apoderó de mi cuerpo, sin saber que hacer, revuelvo mis ideas a tal punto que trataba de adivinar en dónde estaban los demás. Si Evan se encontraba en esas circunstancias...¿cómo estarían los otros? ¿Estarían mejor o peor? Con la sociedad jamás se sabía con certeza.
-Joseph-dije con algo de frustración-, dime ahora mismo en dónde están.
-Danna...
-Dímelo-ordené con frialdad-. Tú no sabes lo que se siente saber que las personas que amo están en esa posición, quiero que me digas todo o juro que no cumpliré con mi parte.
Sus ojos se centraron en mí y sólo en mí, eso llegó a incomodarme de sobremanera; parecía tan perdido en su mente, algo le estaba confinando a sus pensamientos, una de las posibilidades existentes que lograba imaginarme era que si me llegaba a contar, lo que suponía era secreto y le descubrían, cobrarían su vida y con él nosotros.
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The Drama of Problem [MAMP#4] #YoSoyAnarky2018
Teen FictionCuarta parte de "Mr. and Mrs. Problems" -Soy una cazadora, debo hacer lo que mejor hago-dije mirando a Xav con recelo. -No dejaré que te pongas en riesgo-respondió serio. -En riesgo estaremos todos nosotros si no lo hago-reprimí-. No dejaré a...