Capítulo 3

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-¡No puedo hacerlo!-bufo el menor alejándose de seung hyun, quería estar a su lado y no ser odiado por este despues de hacerle suyo a la fuerza.

-Eres un idiota! -Jaló las sabanas a su lado, tapándose el cuerpo para evitar algún pensamiento pecaminoso de su pelirrosa.

-No hice nada malo, es solo que no quiero irme de tu lado, mucho menos quiero que mueras... Te quiero conmigo siempre. -Se abrazo al cuerpo contrario, dejando besos cerca de sus labios tratando de hacer sonreír a su enojado novio.

-No quiero ser tuyo de ese modo... -murmuró mirándole fijamente, acariciando aquel rostro que a su parecer era el de un ángel.

-Encontrare una manera mas fácil, pero no me dejes... -Nego aferrado al cuerpo de su pareja.

-Eso espero amor... No dejarte solo, además se que tu no me aras daño alguno o... ¿debo de temer por ti?

-Pregunto abrazándose a su cuerpo, con aquella poca fuerza que comenzaba a recobrar.


-Todo seria mas facil si me dejaras ukearte -Abulto sus labios recibiendo una mordida en la mejilla por parte de su mayor. maullo al sentir aquella mordida, alejándose de este para evitar una venganza mas de su cansado novio.


El tiempo en este mundo es relativamente corto para algunas personas, una de esas personas era seung hyun, quien se consumía en su propio placer.

Ji yong en cambio se veía cada vez mejor, aquel cabello rosa recuperaba su tonalidad, sus ojos tenían aquel brillo peculiar en él cuando una víctima le daba su energia, su piel ya no era totalmente palida había tomado un color mas encendido.

El pequeño incubo estaba renaciendo en seung, algo que le dolía hacer, sabía muy bien las consecuencias y evitaba todo contacto físico con su mayor, pero sus necesidades debían ser cubiertas, que mejor manera que con ayuda de su novio... Su novio terrenal seung hyun.

3 días después de aquella acticidad física y estaban a casi nada de volver a caer en sus instintos carnales. Aun a pesar de que seung insistía en que no era correcto puesto que debía presentar un proyecto esa misma tarde, el mismo incitaba a su menor a seguir.

-No, Seung tu presentación -él menor de ambos trataba de alejar a su mayor quien le tenía acorralado contra la pared de la cocina.


- Tu eres el culpable de que me
despidan, andas por la casa semidesnudo... - murmuró sobre su cuello, lamiendo y mordisqueando esta zona.

-te vas a cansar amor, no podras ir... Te are un oral, por favor amor, no quiero que te quedes sin trabajo. -giro los ojos colocándoles en blanco por algunos segundos, dejandole solo en aquel lugar, simplemente se fue a ocupar de sus necesidades en el baño.

-Mi amor, no es que no quiera... Pero de... -no termino aquellas palabras cuando su mayor le interrumpió.

-No lo voy a necesitar cuando me muera, si lo pierdo total... Voy a morirme.-respondió un tanto molesto, pareciera como si no supiera que esa respuesta lo alejaría de su menor.

Ji yong se quedo congelado en aquel lugar, tratando de asimilar aquellas palabras de su mayor, nunca espero esa respuesta. El rostro de seung cambio de color al darse cuenta de lo que había dicho pero nada pudo hacer, Ji yong había desaparecido del lugar.


Después de aquel incidente no volvió a ver a su menor en todo el día, en 2 y una semana. Trató de hablar con su menor infinidad de veces pero no obtuvo respuesta alguna, todos sus esfuerzos fracasaban.

El Íncubo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora