El Íncubo.

capítulo 6

Un aroma dulce jugaba sobre su nariz, se paseaba de manera descarada logrando que Seung se despertará. Lentamente frotaba sus ojos, tratando de despertar por completo, aún tenía sueño pero aquel aroma había despertado su apetito.

Con mucha pereza se levantó de aqulla cama, tomó una polera en tono roja, pants, un boxer negro y se dirigió a la ducha.

"Me veo demasiado gordo" pensaba mientras se miraba al espejo, suspiro pesadamente para iniciar su baño e ir pronto a la cocina donde aquel olor le estaba esperando.

"¿Serán hotcakes?", sonrió al imaginar aquello.

-Buenos días amor - Aquel pelirosa se acercó hasta su mayor para abrazarse a su cuerpo, depositando un beso sobre sus labios.

-Buenos días - Respondió a aquellos besos del mar bajo, rodeó a su menor con sus brazos para elevarle un poco.

-¡NO! -replicó el menor moviéndose entre sus brazos -El bebé, puede hacerte daño.

-no pasará nada amor - bajo a su menor de inmediato, no quería preocuparle.

Aquel aroma golpeaba nuevamente sus sentidos, fue hasta la mesa y descubrió que efectivamente si eran Hotcakes.

-Estuvo delicioso amor, gracias por el desayuno. -Jalo a su menor quiense encontraba levantando los platos de la mesa. -Hoy estas más guapo que de costumbre. -Ji sonrió de inmediato.

-Que bueno que te guste, porque hoy saldremos y no quiero causar burlas cuando sepan que soy tu novio, soy feo. -Hizo un puchero.

-Como puedes decir eso, tu me encantas.

El mayor no mentía, le había gustado desde un principio, por algo había accedido a todas las locuras de su íncubo, a tal grado de estar esperando un bebé del menor.

Los días pasaron uno tras otro, la pancita del mayor no era tan notoria aún, cualquier persona pensaría que estaba engordado y así era, su jefe pensó que estaba perdiendo la línea o incluso que estaba enfermo. Así que Ji Yong decidió que su mayor dejará el trabajo, no quería despertar alguna sospecha de el embarazo de su novio.

-Seung no seas flojo. -Replicó el pelirosa

-No quiero ir, además no conozco a los de tu especie. -Se negaba a salir del auto, se encontraban en la fiesta de la mejor amiga de Ji yong.

-Sólo estarán algunos como yo, son como 4 invitados... de mi especie, ¿Porque decirlo así? -Hizo un puchero -Se escucha muy feo.

-Si me pasa algo será tu culpa -salió del auto acomodando su camisa,

-Son amigos, además abra pizza, sabes que adoramos la pizza. -alentó al mayor

-No se me antoja -Estaba serio, desde un principio no quería asistir a la fiesta, no era porque tuviese miedo o flojera, más bien porque no le gustaba ese tipo de "entretenimiento".

El menor hizo un puchero antes de entrar a la casa, justo en la entrada se encontraba Sun hwa, su mejor amiga.

-Así que tu eres Seung -extendió su mano para saludarle, dedicándole una amable sonrisa.

-Si, soy yo. -Asintió un par de veces.

-Gracias por venir, espero se diviertan.

-Feliz cumpleaños monstruo -Le saco la lengua a la mayor para luego abrazarse a esta.

-Respeta a tus mayores -Le dio un golpe en la frente para luego reír.

-No monstruo. -Respondió antes de salir corriendo, dejando sólo a su mayor por algunos minutos.

-¿Que le viste?, esta feo -Sonrió mirando al mayor quien tan sólo negó.

-Es perfecto, demasiado. -Hwa suspiro haciendo un corazón con sus manos mientras se alejaba, acto que le causo risa.

Aquella pequeña fiesta no estaba para nada aburrida, todo lo contrario, Seung por primera vez estaba conviviendo. La gran sorpresa de la noche se la había llevado Ji al descubrir que la mayor no había comprado pizza, se había quedado con el antojo.

Ahora era el turno de Ji Yong experimentar aquel deseo que Seung había sentido días antes, sólo que está ocasión no estaban en casa.

-Amor... hay que irnos. -Murmuró cerca de su oído.

-No quiero irme aún, tu me trajiste así que recibe las consecuencias -Depósito un beso en los labios del menor quien se abrazo a su cuello. -Ji amor... Estamos en casa ajena.- Comentó al sentir aquellas caricias de su menor sobre su entrepierna.

-Recuerda que soy amor... -Le recordó aquel pequeño problema - Además Hwa tiene la culpa, debió comprar pizza.

-¿Qué tiene que ver la pizza? -No comprendía el afán de su pelirosa en este alimento.

-Luego te lo explicaré, ahora hay que ir a casa... por favor -Suplico.

Por primera vez en toda su vida el mayor se sentía alegre y en confianza, no quería irse de aquel lugar, pero sabía muy bien como se ponía su pareja cuando no era atendido.
Ji Yong no podía ni siquiera moverse, tan sólo se quedó parado cerca de la mesa, había ido por un vaso de agua fría en lo que su mayor se despedía.

-Seung, dijiste que estábamos en... -Jadeo recargando su cabeza sobre el hombro ajeno, le estaban tocando aquella zona demasiado sensible en ese momento.

-Tu novio no debería dejarte así -abrió el pantalón del pelirosa para poder introducir su mano, tocando de manera lenta a su necesitado acompañante.

-Déjame en paz... Lee, deja... -Jadeo sobre los labios del contrario, una de las manos del mayor se encontraba subiendo y bajando de manera rápida sobre su miembro, mientras la otra le sostenía para poder besarle a su antojo.

¿Acaso le estaba siendo infiel a Seung?, por extraño que sonara aquello era un rotundo si, no era voluntario, Ji Yong estaba bajo los efectos de su "necesidad". Lee era la ex pareja de Ji, un íncubo hijo de íncubos, aquella manera de seducir a sus presas era totalmente diferente a la del menor, aquel efecto siempre había sido el mayor veneno para Ji, quien podría caer una y otra vez, aunque estuviese enamorado profundamente de otra persona.

-¡Ji Yong! -Se escuchó en el interior de aquella cocina, Hwa había entrado antes que Seung.

Justo en la entrada estaba el mayor, observando el rostro del menor quien volvió a la cordura en cuanto encontró los ojos de un sorprendido Seung.

-Lee, te quiero fuera de mi casa en este mismo momento. - La mayor jalo del cabello de Lee, quien iba maldiciendo a los cuatro vientos.

-Amor... yo no -Se quedó hablado sólo el pelirosa, Seung había dejado la cocina para dirigirse a la salida de la casa.

-Seung... escucha a Ji -Comentó Hwa al verle pasar a su lado sin el menor.

No respondió nada, simplemente siguió su camino hasta divisar su auto, se subió a este sin hacer caso a los gritos de un desesperado Ji Yong.
No tenía ganas de ir a casa, no quería llegar y encontrar al menor intentando darle una y otra explicación a lo que había visto, si que decidió ir a despertar a su mejor amigo, sabía que él sería su paño de lágrimas esa noche.

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Siento no actualizar con algo super largo, digamos que tengo mala suerte.

Hace unos días mi celular regreso a "modo fábrica" y todos mis escritos se eliminaron, volví a escribir todo pero ya no como antes, lo hice más corto 😂😂 espero les guste.

Gracias por leer, por cada voto y comentario.