Camino por la cocina descalza y cansada mientras visto apenas un short y una camiseta.
Mañana mismo debo volver al trabajo y a diferencia de otras veces en las que he estado enferma o después de mi disparo que estuve apunto de perder la cabeza, ésta vez no tengo ningunas ganas de regresar.
No es por que de repente haya dejado de gustarme mi trabajo. No, lo sigo adorando. Sin embargo, no tengo ningunas ganas de encontrarme con las miradas preocupadas de Espo y Ryan, o las curiosas de otros compañeros.
Tampoco tengo ganas de enfrentarme a la firmeza inquebrantable de mi capitana. Tanto Gates como yo, sabemos que en cuanto ponga un pie en la doce nos debemos una seria conversación.
Y por si fuera poco, también tendré que ver a Castle. Apenas le he visto estos días. Por suerte, me ha dejado mi espacio. Él en su casa y yo en la mía. Eso no quita el hecho de sus llamadas o sus mensajes incluso a horas intempestivas de la noche.
No es que me moleste. Agradezco su preocupación, pero aun no estoy lista para estar abierta a la posibilidad de que él sea para este niño algo más...incluso para mí y eso hace que tome ciertas distancias. En mi mente todavía rondan miles de dudas... y estoy completamente segura que no soy capaz de ofrecerle lo que él necesita, lo que él desea desde el momento que me dijo que me amaba cuando estaba tendida en el césped de aquél cementerio con una bala incrustada en el pecho apunto de perder la vida.
No logro comprender como él de unas semanas atrás hasta ahora ha cambiado de opinión tan rápido. Primero, cuando estaba apunto de declararme... de autoculparme a la hora de omitir el hecho de que recordaba todo lo sucedido en el entierro de Montgomery él me rechaza y se va con esa rubia... y después, se entera de mi embarazo, se enfada... para finalmente aceptarlo y querer ayudarme a toda costa.
No entiendo a Castle.
Bostezo sonoramente. No tengo idea cuantas horas he dormido pero últimamente es lo que más me gusta hacer. Dormir. El placer de cerrar los ojos y descubrir como todos tus músculos se relajan y caes en un sueño reparador y cuando despiertas han pasado horas sin sentir una sola preocupación.
Mientras me preparo algo de comer, la cual de repente se ha convertido en mi segunda actividad más demandada: Comer, comer a todas horas y lo que sea. Eso si, evitando a toda costa el café, no lo soporto, ni siquiera el descafeinado el cual se había convertido en placebo para mi... sin embargo ahora... ni siquiera puedo oler el café por que es lo único que lamentablemente me provoca nauseas. Por suerte las ganas de vomitar y los mareos han casi desaparecido.
Miro de reojo la nevera y veo la ecografía imantada a ella. Una leve sonrisa se dibuja en mi rostro y no puedo evitar sentir un cosquilleo en mi interior que me recuerda que alguien está creciendo en mi tripa. Un ser vivo dentro de mi. Aun estoy en ese punto que me cuesta aceptarlo pero aun así, cada día me hago más a la idea y cada vez me es más fácil.
Acaricio mi vientre por encima de la camiseta, casi con miedo y suelto una risita comprendiendo que los miedos poco a poco se están diluyendo dejando paso al amor incondicional y al sentido de la protección.
Me muerdo el labio para evitar que otra sonrisa tonta se instale en mi boca y se borra por completo cuando llaman a la puerta.
Me arrastro casi sin ganas por la cocina y llego hasta la puerta de la calle. La abro y mis ojos se abren de golpe, sorprendida.
-Alexis.
La pelirroja me mira seria y sin decirme nada. Va vestida con el uniforme de su escuela, con un leve brillo en los labios y su lisa y larga cabellera roja cae con gracia a media espalda. ¿Cuánto ha crecido tanto? Esta casi más alta que yo sin tacones. Suspiro, claro, se me había olvidado que está apunto de graduarse.
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Sweet Baby
Fanfiction(Dulce bebe) Ambientado a partir del 4x20 aprox. Kate acepta la invitación de una copa y a partir de esa noche tendrá que aceptar sus consecuencias...