Capítulo 9

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N/A: Hola!. Este me ha costado bastante... y bueno solo decir que estoy eternamente agradecida por todos esos comentarios! :D y... NO ME MATEIS POR FAVOR. PRONTO SOLUCIONARÉ TODO ESTO ;)

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Doy un mordisco a la tableta de chocolate blanco que me endulza el alma y en ese instante me da la vida. Su sabor es tan intenso y delicioso como el orgasmo culinario que estoy teniendo.

Inconscientemente cierro las piernas que tengo flexionadas sobre el sofá. Me acomodó mejor y acarició la piel de mi poco abultado vientre cuando estoy en la semana 24.

Escucho un ruido detrás de mí y cierro el libro que estoy leyendo, apoyado sobre mis rodillas.

-¿Todo bien?

-Claro papá-contesto con una sonrisa.

Mi padre se sienta a mi lado tras volver de la cocina con un refresco en la mano y me mira.

-Aun no me lo creo...

Yo sonrío forzadamente y estiro todos mis huesos. Estoy agotada, esta semana ha sido bastante dura. Castle esta de gira por lo que apenas aparece por la comisaría y tenemos un montón de casos pendientes. Yo no dejo de trabajar a pesar de que lo único que deseo es comer y dormir... y otras cosas que intento pasar por alto.

Lo odio. Odio esa sensación... Esa desazón... Ese calor que se instala en mi cuerpo, la calentura que me pilla desprevenida y hace que me excite al mínimo roce de... de él. Por que no puede ser otro que él.

Y también odio las interminables ganas de orinar que tengo... y el cansancio... y algunas veces odio todo en general. Mis cambios de humor siguen... Ni siquiera me molesta que cuando intento descansar el bebé. Liam... Se monte una juerga en mi interior.

Sonrío.

Ya no tengo ningunas intenciones de separarme de él.

No, sé perfectamente que lo que más molesta de todo esto es sentirme cachonda y no poder remediarlo... con él... y tener que conformarme con mis propias caricias o una ducha bien fría.

Me muerdo el labio y borro la imagen de él y yo teniendo sexo contra la pared de mi casa.

Suspiro y por suerte mi padre no lo nota. Esta ocupado con la vista fija en la televisión siguiendo el partido de los Yankees.

Me recojo el cabello en un moño medio deshecho y siento una punzada en mis riñones. Me duelen. Y tengo los pies bastante hinchados.

Mi móvil empieza a sonar en el instante que me levanto del sofá, sintiéndome algo pesada. Mi padre sigue peleando con el televisor, o más bien con el partido, gritándole todo tipo de improperios.

Yo me río y camino por el pasillo para ir al wc mientras contesto la llamada. Un caso. Urgente. Dudo en si aceptarlo pero finalmente lo hago. Es uno de los raros.

Voy al baño, meo con rapidez y después me cambio a toda prisa. Vuelvo al salón y me encuentro con la mirada desafiante de mi progenitor.

-¿Vas a trabajar? ¿No tenías descanso?

-Me han llamado por algo urgente...

-¿Qué nadie más puede solucionar? Katie, estas muy embarazada ¿Recuerdas?

-Lo recuerdo papá. Y no, nadie más puede solucionarlo.

-Te esperaré aquí entonces. No tardes.

-Claro, como si fuera tu casa papá-le doy un beso y salgo rápido de mi casa.

Apremio el botón del ascensor pulsándolo varias veces después de haber cerrado la puerta de un solo portazo y escuchando las quejas de mi padre dentro del salón.

Sweet BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora