"Un Mal Ententido"

403 46 7
                                    

¡Hola ternuritas! \(^u^)/ Aquí está la continuación del conflicto entre Osomatsu y Choromatsu, además de un poco de KaraTodo a petición de ustedes, ya que se lo mucho que aman su fogosidad [?]  Espero les guste~ Besitos <3

---

— Choromatsu, no hablas en serio... ¿O si? —Osomatsu se encontraba sorprendido, realmente atónito por lo que el azabache verdoso había dicho. ¿Estaba jugando con él? ¿Acaso sólo lo estaba usando como un pasatiempo?.. Dolía.

— Yo... Yo... —Choromatsu no pudo contestar a aquella pregunta, por lo que sólo bajó la mirada, quedándose nuevamente en silencio. Un aterrador y desesperante silencio.

— ¡Demonios!.. Haz lo que quieras. —Osomatsu se puso sus pantalones lo más rápido que pudo y decidió salir lo más rápido que podía de ahí.
[Narra Osomatsu]

Mi pecho duele... Duele como si miles de flechas atravesaran mi pecho y no me dejaran respirar. Quiero llorar pero, no lo haré. No quiero que los demás me vean de aquella manera.
Decidí huir de ahí, no quería verlo. La primera vez que me enamoro de alguien y... Ese alguien es mi hermano menor. Es doloroso y extraño, ya que somos parientes. Tal vez por eso no quiere entablar una relación conmigo...

---
[Fin del flash back]

Eso es lo que había pensado días atrás, pues estaba destrozado. Pues, ahora sólo me queda beber y emborracharme hasta caer.

Mientras Osomatsu bebía en un bar, sin la compañía de sus hermanos una chica igual de ebria que el cayó al suelo justo a su lado, lo cuál le sorprendió bastante.
— ¿Estás bien? —Preguntó el azabache rojizo, levantando a aquella mientras esta reía totalmente fuera de sí. Pocos segundos después aquella cayó inconsciente, por lo que Osomatsu no encontró nada mejor que, levantarla, apoyar uno de sus brazos por sus hombros y caminar hasta la comisaría, ya que ahí podrían brindarle ayuda.
Cuándo finalmente salieron del bar, ésta inconscientemente se aferró a el, por lo que sólo seguía caminando sin prestar atención, ya que en aquellos momentos lo único que tenía en mente era el rostro de su hermano: Choromatsu. Quería estar a su lado, llorar y decirle lo mucho que le amaba... Bueno, estaba borracho. Era normal que estuviese pensando cosas tan patéticas como esas.

Al llegar a la comisaría, Osomatsu dejó a la chica a cargo de los policías ya que ellos podrían ayudarla a encontrar a algún pariente o conocido. Cuando ya dejó de preocuparse, salió de la comisaría y se dirigió hacia su hogar. No estaba muy seguro sin volver, pues si veía a Choromatsu frente a frente, sentiría que lloraría y le suplicaría que no se alejase de él. Estaba consciente de que sería capaz, aunque se viera completamente ridículo.

Al pasar los minutos, llegó finalmente hasta su hogar. Lo recibió el tan alegre y eufórico Jyushimatsu que salía de casa junto con Ichimatsu. "Jm... Seguramente le irán a dar de comer a los gatos." pensó el azabache rojizo, envidiando un poco el amor y afecto que demostraban aquellos dos tortolitos. Caminando por el pasillo, encontró a Karamatsu el cuál llevaba toallas y ropa de cambio en sus manos, pues supuso que "algo" había pasado con Todomatsu, por lo que descaradamente se unió a él en el trayecto de subir por la escalera, preguntándole cómo había sido su día. Aquellos dos tenían bastante confianza, por lo que siempre hablaban sin vergüenza alguna.
— Totty, ve a cambiarte. Ten la ropa y las toallas. No te demores, si? Quiero llevarte a comer un helado. —Dijo entrando en aquella habitación, visualizando a su amado Totty sentado en el sofá junto con el azabache verdoso. Totty al verlo, se lanzó hacia el mayor azulado besando una de sus mejillas emocionado por la idea, haciéndole señas para que ambos salieran de la habitación.
Osomatsu al percatarse del estado de Choromatsu se mantuvo en silencio con la mirada baja, dejando que ambos melosos chicos desaparecieran por detrás de la puerta, siendo cerrada para convertir el ambiente en una tortura de angustia y desesperación.
—... Y-yo... Tengo que irme. —La voz de Choromatsu se oyó entrecortada, levantándose para dirigirse decidido a la salida.
— Espera. —Justo antes de que pudiera salir, Osomatsu lo detuvo aún con la mirada baja.—... No quiero que te alejes de mi. —Aquél chico rojizo sonó angustiado y triste, sin soltar la muñeca del menor.
—.. ¡No juegues conmigo! ¡Te he visto con una chica abrazados en la calle! —Se soltó bruscamente del agarre Choromatsu, dejando salir aquellas lágrimas que minutos antes habían amenazado con salir.—
— ¿Eh?.. A-ah, eso... Sólo era una chica que se había desmayado en el bar y la ayudé a caminar hasta la comisaría. —Dijo sin ninguna expresión en el rostro, con total sinceridad.
— ¿Q-qué?— "¿Comisaría?.. Entonces... ¡¿Lo he mal interpretado todo?!" pensó Choromatsu mientras sus mejillas eran atacadas por un intenso rubor, nervioso y avergonzado.— Yo... Demonios... ¡Estúpido nii-san! —Nuevamente trató de huir de aquella vergonzosa escena, pero fue atrapado por los brazos de Osomatsu. Aquél lo rodeó con fuerza, cómo si nunca más fuese a soltarlo. Estaba feliz, pues aquello le había demostrado que después de todo, si sentía algo por el, pues se había puesto celoso.
— Realmente me gustas, Choromatsu... —Dijo entre una amplia y alegre sonrisa, como solía hacerlo.
—... C-callate... —Reprochó Choromatsu, dejándose hacer mientras secaba sus lágrimas. Aquél estaba aliviado de que todo fuese un mal entendido y que, después de haberle dicho aquellas cosas horribles al mayor lo siguiese queriendo. Estaba muy feliz. — Tú... También me gustas.
— ¡¿De verdad?!.. Pero... Tú dijiste que no querías nada conmigo... —Recordó apenado el mayor, volviendo a bajar la mirada.
— Olvida eso... Yo... Estaba confundido, pensaba que tal vez aquello había sido un impulso y pues nos arrepentiriamos después pero... Yo, sinceramente, no me arrepiento de nada. —Nuevamente un gran sonrojo atacó las mejillas del menor, por lo que sin espera alguna Osomatsu arrebató un apasionado y lento beso de los labios ajenos, cómo si con aquél quisiera decirle lo mucho que lo amaba y que por nada del mundo lo dejaría.

---

— Jojojo, bien echo Osomatsu nii-san! —Susurró con ánimos el menor de los hermanos, Todomatsu, mientras miraba por la cerradura de la puerta aquella hermosa escena.
— No deberíamos estar haciendo esto, Totty... —Dijo realmente preocupado y nervioso Karamatsu mientras miraba por un pequeño agujero en la puerta.
— Shh! Silencio, o acaso quieres que te ataque con... ¡Besos! —Exclamó lo último mientras se lanzaba hacia los brazos de su amado azabache azulado, depositando besos en todo su rostro. Karamatsu reía mientras lo sujetaba entre sus brazos, haciendo que éste rodeara sus caderas con ambas piernas. — Te amo, nii-san~
— También yo, Totty~ —Dijo entre una tierna sonrisa el mayor, depositando un suave beso en los labios ajenos. — Bueno... ¡Vamos a por el helado! —Exclamó avanzando por el pasillo.
— ¡Si! ¡Helado!~

Amor Entre Sextillizos. (Yaoi/Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora