"No es lo que esperabas"

197 29 9
                                    

¡Hola de nuevo, dulzuras! Lo siento por no publicar últimamente, es que las ideas no han llegado a mi mente u-u Bueno, espero les guste esta continuación y espero se sorprendan con lo que viene.
A no seeeer... XD

★¡Hasta que la última estrella se apague! ★

Narrador omnisciente.

Pasaban las horas para los hermanos y hermanas Oso. El camino proseguía y los alimentos comenzaban a acabarse. Pronto se verían metidos en un horrible problema.

-¿Qué hacemos? Ya casi no queda comida. -Preguntó algo preocupado Choromatsu.
- Yo con Ichimatsu iremos en busca de alguna presa. -Comentó Karamatsu.- Por lo tanto, nos quedaremos aquí esta noche. Todomatsu y Jyushimatsu, vayan en busca de leña para hacer una fogata. Choromatsu, Osomatsu y Osoko, ustedes vayan en busca de agua. No se alejen mucho, de acuerdo?

- Está bien, puedo ir solo. - Comentó Osomatsu, dándose la vuelta para caminar en busca de algún lago de agua dulce.

- Bien... -Contestó algo apenado Choromatsu, para luego alejarse e ir a ayudar a sus hermanos. No se dejaría entristecer por algo tan patético como eso.

- ¡Choromatsu-san! -Exclamó Osoko antes de que este se retirase, sonriendo amable en todo momento.- ¿Puedo preguntar algo?

- ¿Eh? Ah, si... Claro, que pasa? - Se detuvo, desviando la mirada. Por alguna razón le incomodaba la presencia ajena, bueno después de todo por culpa de ella se había molestado con Osomatsu...

- ¿Tú y Osomatsu-san están saliendo?

-... ¿Ha? -Aquello le había tomado por sorpresa. "¿Espera?.. ¡¿Cómo es que lo sabe?!"- ¿O-osomatsu te lo dijo? -Preguntó bastante alarmado y nervioso por eso.

- Nop, pero pude intuirlo. Además, se ven muy lindos juntos. -Comentó sincera, si dejar de sonreír.- Me haces recordar a mi hermana, Choroko. Es igual de adorable que tú, Choromatsu-san.

- Espera, entonces... ¿No estás interesada en Osomatsu? -Ahora si que Choromatsu estaba confundido.

- Pues, claro que no. No es mi tipo. - Negó varias veces con su cabeza la chica, para luego revolver los cabellos ajenos.- Así que, no estés molesto con el. Después de todo, lo único que hizo cuando estuvo conmigo fue hablar de ti.

-...-"¿Hablar... de mi? No es verdad... ¿O si?" El corazón de Choromatsu latía a tope, sonrojado similar a un tomate a punto de estallar. Aquello le había conmovido, pero a la vez se sentía como un estúpido al no haber confiado en el azabache rojizo.- ¿Puedes esperarme un poco, Osoko? -Preguntó el desesperado y feliz azabache con complejo de tomate.

- Claro. ¡Ve por el! -Le animó la chica, levantando su pulgar.

- Gracias. -Sonrió, corriendo en dirección al mayor.

Corría y corría, hasta que lo encontró a la orilla de un arrollo. Osomatsu se encontraba sin su camisa, llenando algunas botellas con agua, hasta que escuchó el llamado de Choromatsu a lo lejos.

- ¡Osomatsu nii-san! -Exclamo el verdoso, feliz y casi en el llanto de pura emoción.

-¿Choromatsu? -Osomatsu estaba confundido. ¿Por qué aquél chico estaba corriendo hacia el?

Al momento de estar cerca, Choromatsu se lanzó a los brazos ajenos, haciendo que ambos cayeran sobre la helada agua del arrollo. Toda aquella era plena de amor y arrepentimiento.

-Osomatsu, perdón... de verdad fui un estúpido por no creerte. -Decía desesperado por su perdón el menor de ambos, aferrándose al cuerpo del mayor. No quería soltarlo. No quería dejarlo ir, no de nuevo.

- Choromatsu... -Conmovido por aquella escena, le refugió en sus brazos. Nunca se había imaginado al menor disculpándose de aquella manera, después de todo su orgullo era el más grande de todos.- Está bien, está bien... No estoy molesto contigo, si?

-¿De verdad? -Preguntó entre sollozos Choromatsu.

- De verdad. -Tomó el mentón ajeno, y en un movimiento suave y lento dirigió sus labios a los contrarios. Ambos se unieron en un pasional y tierno beso. Sus labios se movían al compás de su amor, de los jadeos y del deseo de ambos.

- E-espera, Osomatsu-nii-san... Pueden vernos... -Advirtió algo jadeante Choromatsu, empujando un poco al contrario.

- Entonces, ven... - Y dicho eso, Osomatsu sin ninguna dificultad tomó el cuerpo ajeno entre sus brazos, levantándose de aquellas aguas que recorrían sus cuerpos.

Con cuidado y entre desenfrenados besos se dirigió hacía unos arbustos bastante grandes, dejando al menor acostado sobre el suave pasto bajo su cuerpo.

Sus manos paseaban por el cuerpo ajeno, examinando cada centímetro de este como si quisiese recordarlo por siempre. Sus labios se posaban, traviesos, sobre la fina y blanca piel contraria, recorriendo desde su cuello hasta su pecho. Podía notar aquellos lindos y rosados botones que resaltaban en su blanco pecho, saboreando; mordiendo aquellos como si del dulce más delicioso se tratase.

Ambos chicos jadeaban, desesperados y deseosos del uno con el otro. Anhelaban sentirse directamente; piel contra piel.

Finalmente una de las manos del mayor se posó sobre la entre pierna ajena, dando leves apretones a este queriendo escuchar cada gimoteo que salía de aquella delicada y sabrosa boca ajena.

- Vamos, gime mi nombre... Quiero escucharte. -Susurró Osomatsu cerca de uno de los oídos ajenos..

- O-osomatsu-niisan! -Jadeó el contrario, rodeando el cuello ajeno con sus brazos.

Mientras tanto, Karamatsu y Ichimatsu se encontraban buscando algunas ardillas para la cena, cuando Ichi tropezó con una de las ramas.

- ¿Estás bien? - Preguntó el azabache azulado, socorriendo al menor.

- Si... Karamatsu... -Respondió el menor felino, señalando a un lugar en específico.

- ¿Qué pasa?.. -Karamatsu dirigió su mirada, sorprendido al divisar una construcción rodeada por rejas. Al parecer una cárcel abandonada.

¿Qué estará por ocurrir? ¿Los hermanos Matsuno pasarán la noche en aquella carcel? ¿Esta historia se está transformando en una parodia de The Walking Dead? Pronto lo sabremos... A no seeer.

Amor Entre Sextillizos. (Yaoi/Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora