Me llevé la mano al pecho inmediatamente. Me levanté con dificultad y traté de normalizar la respiración, pero era imposible. El aire no me llegaba. Me torcí del dolor que sacudía mi cuerpo y maldije, como era costumbre, el día de mi nacimiento.
Miré por última vez la cama donde dormía. Una pequeña sonrisa afloró en medio de la agonía dando paso a las lágrimas. Intenté salir con cuidado para no despertarlo, rogué al cielo para no se levantara y cerré la puerta con un pulso terrible.
Me apoyé en la pared y empecé a toser. Las escaleras parecías reírse de mí y en mi mente estaba el objetivo de llegar a la cocina. Empecé a asfixiarme cada vez más y mi pecho parecía comprimirse a una velocidad pasmosa.
Sentía las gotas de sudor escurrirse por dentro de la camisa y mis ojos perder la vista momentáneamente. Tenía que hacerlo, tenía que llegar. Me apoyé con toda la fuerza que podía en la barandilla de la escalera y empecé a bajar con una infinita lentitud que me puso de los nervios.
Tosí con fuerza llevándome la mano libre a la boca para hacer el menos ruido posible, pero un mareo repentino me hizo caer una vez pisé el salón. Solo pude encogerme del dolor. Sentía el aire luchar por salvarme y llegar a mis pulmones, pero mi cuerpo no respondía bien y me dolía. No obstante, el dolor físico no era nada comparado con la persona que dormía en mi cama. Él era lo único que me preocupada, quería decirle el porqué de todo antes de que...:
- ¡Taehyung! –pude distinguir la voz de mi madre que había llegado de trabajar.
- Ma-má...
- ¡No por favor, cariño! ¡No me hagas esto! –se acercó alterada y se agachó a mi altura-. ¿Puedes levantarte?
Sin esperar una respuesta mía, pasó mi brazo por su cuello y me levantó con una fuerza que desconocía de ella. Me llevó hasta la cocina sentándome en una silla y buscó frenética las pastillas:
- ¡¿Dónde las pusiste?!
- Están a-hí –sentía irme, necesitaba oxígeno.
- ¡¿Dónde?! –me miró histérica-. ¡No, hijo mío! No cierres los ojos, por favor.
Miles de cosas volaron a mí alrededor hasta que sentí sus manos sujetando mi rostro:
- ¡Mírame, Taehyung! –intenté enfocarla a ella y a lo que tenía en sus manos-. Tómatela –me puso la pastilla en la boca y me acercó un vaso de agua.
La pequeña pastilla se abrió paso por mi garganta provocando que tosiera. Mi madre me miraba con los ojos inundados en lágrimas mientras esperaba alguna mejoría. Sentí un pequeño espasmo en mi pecho y mis ojos se abrieron en demasía como respuesta instantánea a la recuperación del oxígeno.
Intenté devolver a mi cuerpo todo el aire que había perdido de forma apresurada mientras sentía unas palmaditas en mi espalda:
- Ya pa-só, cariño –sollozó-. ¿Estás bien?
Mis ojos se desbordaron de nuevo, humedeciendo aún más mis mejillas y negué lentamente:
- ¿Por qué...? ¿Por qué a mi mamá?
- Taehyung...
- Estoy cansando de todo esto –dije sujetando mi cabeza con una mano-. ¿Sabes? A veces pienso que hubiera sido mejor si... Debería haber muerto aquel día.
Mi madre se llevó las manos al rostro haciendo inaudible su llanto:
- Todo hubiera sido menos complicado –parecía vagar en la nada-. Pero luego... Luego pienso que también me han pasado cosas estupendas, personas maravillosas y momentos de mi vida que no cambiaría por nada. Tan solo quería ser como los demás, ser normal –dije con una melancólica sonrisa en mis labios.
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Última llamada [VMin] {10/10}
FanficTráiler de la historia: https://www.youtube.com/watch?v=To0Gz8-2QSw&t=2s ¿Sabes lo que se siente al hacer algo por última vez? Jimin creía que llegaría a tiempo, que aún tenía una última oportunidad, pero lo que nunca supo f...