Capítulo Tres

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Respiré hondo y miré unos segundos la puerta antes de tocar. Tenía la esperanza de que aceptara mi propuesta. No, más bien necesitaba que lo hiciera. Había valorado la situación y el resultado no me favorecía para nada, pero mi desesperación había conducido a mi conciencia y el corazón había dado su visto bueno. Mis pies siguieron las órdenes y mi mano, finalmente, completó la tarea:

- Adelante –oí esa voz que tanto conocía ya.

La abrí con cuidado y una vez dentro, la cerré a mis espaldas como solía hacer. Caminé hacia el centro de la oficina, aparentando más serenidad que la vez anterior, e hice una reverencia:

- Buenos días.

Ante mi voz, el hombre tras el gran escritorio de roble levantó su mirada y me sonrió indicándome que me sentara. Obedecí sin mediar palabra mientras pensaba en cómo abordar el tema:

- ¿Qué te trae de nuevo por aquí Jimin? –dijo quitándose las gafas.

- Yo... -titubeé. Comencé a mover las manos nerviosamente por debajo de la mesa y me mordí el labio en un intento de controlar mi tensión.

- Te escucho –dijo de forma amable al notar mi inquietud.

- Necesito hacerle una propuesta, pero sobre todo, es de vital importancia para mí que la acepte.

- Sabes que siempre ayudo a mis chicos en todo lo que puedo, ¿por qué dudas tanto?

- Bueno, es que... Se trata de una persona importante para mí y...

- ¿Estamos hablando de Kim Taehyung?

- ¡No! Bueno, yo... Sí.

Se recostó en su silla y suspiró lentamente:

- Jimin, ya te dije qué...

- Lo sé, sé lo que me dijo, por eso estoy aquí. Si no fuera importante no hubiera venido, pero se trata de mí –agaché el rostro impotente.

- A ver dime, ¿cuál es tu propuesta? –creí ver un brillo de esperanza, pero eso no significaba nada.

- Como se nos comunicó, ayer empezamos con las actividades del grupo. Sé que hay mucho trabajo por hacer debido a la situación pero... Yo quería pedirle que me diera una semana libre.

- ¿Cómo? –se sorprendió.

- Tenemos que tenerlo todo acabado en un mes. Solo pido...

- Jimin, no puedo darte una semana libre. Tú mismo has dicho que hay mucho trabajo qu...

- Yo lo haré, yo cumpliré con mi parte en estas dos semanas y después...

- ¿Me estás diciendo que pretendes hacer el trabajo de un mes en dos semanas?

- Sí –asentí seguro.

- Eso es una auténtica locura, ¿qué pasará con tu salud?

- Yo estaré bien, ya lo he meditado y creo qu...

- Eso no lo puedes saber. Hacer lo que pretendes en dos semanas... Tu cuerpo no aguantará ese ritmo de trabajo Jimin, no estás pensando con claridad.

- No, no puedo. No puedo pensar con claridad –apreté mis puños-. No podré hacerlo hasta que no solucione esto. Necesito ir a ver a Taehyung.

- Pero Jimin...

- Usted no lo entiende, no fue un simple amigo de unos años, fue más que eso para mí. Cuando una persona que significa todo se va, te lleva consigo. Esa parte de ti se la lleva consigo, ese pedacito de corazón que le dejaste no volverá, porque se lo has regalado. Se ha ido y no me lo dijo, se fue y nadie lo sabía, se fue sin decir nada y se llevó esa parte de mí. No puedo centrarme, no puedo pensar con claridad, no puedo mirar hacia otro lado, no puedo hacer nada y eso me está matando. Lo necesito, necesito aclarar esto y si no es posible, no podré seguir.

Última llamada [VMin] {10/10}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora