¡They are the rowlands! ||hunter Rowland||

#1

-Alessia baja y ve a la recepción para avisar que ya llegamos- dijo mi mama mientras intentaba estacionar el auto.

-bueno- dije insegura.

Entre al pequeño edificio y fui casi corriendo a la recepción, donde me esperaba una muy pero muy escotada secretaria.

-buenas, mi mama es Diana allers, venimos por el intercambio.

-oh si, enseguida las atiende.-me respondió ella mientras tecleaba algo en la computadora.

Escuche los pasos de mi madre llegando hasta mi y en ese momento llamaron mi nombre. Mire mis manos nerviosa y camine a la oficina a paso de tortuga. Abrí la puerta y me encontré con un hombre de mediana edad, de escaso pelo rubio y piel pálida.

-buenos días señoritas-dijo con una voz bastante amable.

-buenos días señor smith- dijo mi madre

-supongo que están aquí para ver los detalles del intercambio

-así es -dije sin poder esconder una sonrisa.

-bueno, pues que esperamos- dijo mientras tecleaba unas cosas en la computadora y giraba la pantalla hacía mi.

-¿hablas inglés?

- perfectamente

- elige tres países de esta lista.

-Estados Unidos, Escocia e Irlanda.-dije segura

- bueno pues, Estados Unidos será- dijo mi madre.

-perfecto- dijo el hombre.

- hola washing...-me interrumpieron dándome una buena cucharada de realidad

-irás a Arizona

- ¿what? -dije mirando al señor disgustada

-no vas a ir ni a los ángeles, ni a Washington, ni a la gran manzana- dijo el señor burlón.

-entonces, Houston tenemos un problema-dije entrecerrando mis ojos hacia el.

-lo siento niña, pero si creías que irás a unas de esas ciudades grandes y famosas, estás equivocada.

Yo solo bufé

- bueno señora, ¿cuántos años tiene su hija?

-13, pero tendré 14 para el viaje.

-bueno eso era todo, ya pueden irse.

Salí por la puerta si ocultar mi felicidad, ya que en 5 semanas estaría en un avión camino a USA.

Caminamos al estacionamiento y no pude evitar sonreír como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

-gracias ma, te amo.

-de nada princesa.

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Mire como María bajaba dos maletas gigantes de la parte alta de mi armario y me las ponía enfrente.

- te voy a extrañar niña-dijo ella y yo sonreí.

Dentro de tres días iba a Arizona y no podía estar más feliz, las cinco semanas pasaron muy rápido,quería pasar mucho tiempo con mis amigos y familia por lo cual estoy haciendo mis maletas un miércoles a la una de la madrugada.

Lo primero que agarre fueron mis libros favoritos, luego mi iPad y mis auriculares, cargadores, forros y mi computadora. Protegí todo esto entre mis ropas y luego puse algunas fotos, dinero de mis ahorros y lo que me dieron mis familiares por mi cumpleaños, que fue hace dos semanas. abri la siguiente maleta y metí mi cuaderno de dibujo con mis lápices, pinceles y crayolas, luego mi cuaderno de mándalas, todos mis moños, gomas para el pelo, perfumes, cremas y por último mi pequeño neceser de maquillaje.

En la maleta que me quedaba metí ropa para invierno, zapatos, carteras y esmaltes.

Caí en la cama agotada pensando en el momento en que suba a ese avión y conozca nuevas culturas y nuevas personas, será genial.