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'Hola, Guardian.

No sé si realmente me dices la verdad, no se si confiar en tí.
Eres tierno y... me confundes, ¿Por qué no quieres que te conosca? Quiero saber quién es ese chico que me quiere tanto, que se preocupa por mi... ¿Acaso no me quieres? Te busco y te busco. Sería capaz de gritar que quiero a MI Guardian, pero no sabré quién eres tú.

No me rendiré, estoy molesta contigo, furiosa con tu odioso equipo, pero no dejaré de buscarte. Y no me repitas que no lo haga porque no te haré caso, quiero saber quién eres y lo descubriré. Costará, pero lo haré.

Prepárate, jugador.

Tu Snowflake'


Suspiró guardando la carta en su bolsillo, luego enviaría la nota. La dejaría pegada a su taquilla y esperaría a ver quién era el chico que recogerá la nota. Sí, era un perfecto plan.

La clase comenzó con Biología, una clase aburrida que no entendía.
Estaba sentada junto a Mérida, ella sabía sobre el pretendiente secreto y quería ayudarla a descubrirlo. Mientras coloreaba un libro de mangalas que se compró, la pelirroja volteó de reojo y le susurró a su amiga:

— Atrás hay dos chicos del equipo, ¿Por qué no le preguntas sobre la letra que tienen?

La chica cerró el libro, volteó encontrandose con un guapo rubio de ojos verdes, Adam

— Oye tú, pásame el cuaderno. —Ordenó bruscamente lo que fué agarrada del brazo para voltearla rápidamente

— Tonta, ellos no lo haran con ese ánimo —Susurró, cansada

— ¿Y qué quieres que haga? Él es uno de los que les hizo la broma a ustedes La muchacha le respondió en el mismo tono sólo que molesta

— Lo sé, pero si quieres conseguir el cuaderno tienes que hablarles... ya sabes...

La platinada negó levemente con el ceño fruncido haciendo que Mérida bufara

— Coquetea, vé —Susurró pegandole en el codo

— A ya okey —Volteó nuevamente. Esta vez arreglandose el cabello y entonces, evitó hacer una mueca de asco al ver como el joven rubio succionaba de su nariz mientras su compañero, Ethan, reía. Sólo sonrió falsamente al notar que ambos la vieron prestandoles atención— Hola, em... oye, ¿Te han dicho que tienes... grandes... fosas nasales?

La palma de Mérida chocó contra su frente
El coqueteo no era lo suyo, eso estaba dicho.
El chico frunció el ceño, un tanto molesto. Elsa le dió un pequeño golpe en el brazo fingiendo ser amistosa

— Estoy jugando, em...¿Me prestas tu cuaderno?

— Sí, supongo —El chico se encogió de hombros sin tomarle importancia

Elsa abrió de inmediato el cuaderno y no dijo nada, sólo se le quedó mirando. Todo estaba en blanco, no había ni una sola página escrita; excepto la primera, donde iba su nombre. Volteó a verlo y sonrió forzadamente, entregandole nuevamente el cuaderno

— Al parecer todo se te queda grabado para no escribir. Eso es bueno —Asintió antes de mirar al irresistible pelinegro de a su lado. Sonrió de lado señalandolo— Tú..., em... —Se le había olvidado el nombre del chico. Sacudió la cabeza para ir directo al grano— ¿Me prestas tu cuaderno?

El chico asintió

— Aunque, linda, no... —Tarde. Elsa ya había abierto el cuaderno, uno en el que tampoco había nada escrito. Reprimió una sonrisa devolviendole el cuaderno tratando de tranquilizarse

— Wao, otro más al que le queda todo grabado... que suerte —Murmuró observando al suelo. Luego de una pausa, con el ceño fruncido los observó señalandolos— Ustedes dos, ¿Qué tienen en contra de escribir, ah?

— Lo mismo me pregunto, Srita. Arendelle —La voz de la maestra hizo que la muchacha cerrara los ojos al saber que fué descubierta. Volteó a sentarse bien observando a la profesora con una pequeña sonrisa— Tampoco escribió, ahora vallanse los tres a detención. Ahora.

— Sí, es lo mejor —Asintió tomando sus cosas antes de salir del salón junto al par de jugadores. Elsa bufo molesta

Encontrar a su Guardian sería lo más dificil que hacer una ecuación matemática.


***
Uff, bien. No sé si con esta o con otro capitulo termino por hoy ya que estoy dibujando, o eso intento. ¿Alguna sugerencia de lo que pueda dibujar? Me sería de ayuda

~Meli☆

Hello, Snowflake ||Jelsa||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora