Cap 55

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-No. No. No. Esto no puede estar pasando- dice mi madre tomándose del pecho.
-Mamá...-se acerca Edward-...Todo está bien. Esta mujer está equivocada.
-Es un término. No es el amor que siente Edward por Danielle o Jane por Harry.
-¡Alto ahí! Yo no siento amor por Harry- corrijo.
-Jane, estás perdidamente enamorada de ese tipo- bufa la sicóloga.
-Por favor, dígame que no es cierto- mi madre está a punto de llorar.
-No. Pero tampoco es lo que piensa. Es un término que se usa en la sicología.
-¡Por ahí debió empezar!- reclama mi madre, yo ruedo mis ojos. Esta mujer sólo crea dramas, quiere matar a mi madre del corazón.
-Son gemelos y han crecido muy juntos. Su amor no es físico ni carnal. El punto es que él es muy dependiente sicologicamente de ella, siente que sin ella su mundo se derriba. Y ella lo controla demasiado que necesita una vía de escape para sentir que lo recompensa; es entendible. Es un trastorno mental de dueño y esclavo, normalmente sucede con cierto tipo de personas; las que sacan de la pobreza a alguien necesitado, por ejemplo. En este caso no es un estado físico sino emocional.
-¿Me está diciendo que mi hijos tienen problemas mentales?
-Es un estado emocional complicado, no están locos, sólo que las circunstancias los han llevado a esto. El silencio de ambos me indica que no me he equivocado- nos mira. Edward está nervioso, yo no sé que pensar. Nunca lo había visto de esta manera, pero creo que tiene razón.
-¿A qué conclusión llega?- dice ____TN.
-Ambos dependen del otro pero de diferente manera, necesitan darse cuenta que son dos personas individuales y deben hacer su vida como tal.
-¿Qué me recomienda?
-Que los separe, no por completo pero lo suficiente- ¿Qué? ¿Separarme de Edward? Eso no, no podría. Edward y yo nos miramos y el pánico nos envuelve ¡Me rehuso!
-¡No! ¡¡No puedo estar sin Edward!!- admito.
-No les digo que vivan separados, pero lo más saludable es que no se vean mucho en el día, además deben darse cuenta que no necesitan tocarse más de lo debido para mostrarse cariño. El contacto físico para ustedes es como pagarle al otro por lo que hace por cada uno. Si no se deben nada, no deben pagarse nada.
-Muchas gracias, doctora- se levanta mi madre.
-Un placer- estrecha su mano- Espero haber sido de ayuda.
-Mucha- ¿Ayuda? ¡Dale el maldito cheque que es lo que le interesa!

El camino fue silencioso e incómodo, yo pasé molesta. Ya llegamos a la casa, Harry no está, sólo Danielle.
-¿Dónde fueron?- pregunta ella sonriente.
-Que te importa, Sherlock- subo las escaleras y me tiro en mi cama. Extraño a Harry, quiero besarlo, se me eriza la piel al recordar lo de esta mañana. Quiero perderme en su piel, es lo único que me hace olvidarme de todo. Minutos luego mi madre entra, yo no puedo estar más fastidiada ¿Quién es esta tipa? No es la ____TN Styles que vivía con Styles, Edward y yo en Londres, ha cambiado...cañón- ¿Qué quieres?
-Jany, Jany. Aún no te ha quedado claro mi postura- me hala del brazo con fuerza, me lastima.
-¿Quién? ¿Ahora te darás de la madre estricta? Cuando tú eras quien iba contra mi padre para dejarme tomar, drogarme y desaparecerme tres días.
-Toma, drógate, desaparece tres días...Pero a ser zorra yo no te he enseñado.
-Yo no quiero ser tu retrato, ____TN.
-Ni yo quiero que lo seas. No hay necesidad de ser perfecta. Pero quiero que sepas que la vida que tuve no me enorgullece para nada, y creéme que has pasado cualquier límite que yo pude haber trazado para tí.
-¡No lo entiendo! ¡¿Qué carajos quieres de mí?!
-¡¡Decide!!- me agita de hombros y me fulmina directo a los ojos-...¿Liam, Harry o cualquier otro purro del mundo? ¡Elige sólo uno, maldita sea! 
-¡Mañana tendré 18 y puedo elegir estar con todos ellos si me place! ¡¡Incluso con tu queridísimo Niall!
-No serías capaz- No tienes idea de nada, mami y es mejor que no la tengas.
-Pruébame- alzo una ceja, ella me lanza una bofetada- ¿Sabes una cosa? ¡Si Styles no regresa y se hizo el muerto es para no verte! ¡¡Estoy por largarme yo tambien!!
-¡Apartir de mañana puedes hacerlo! ¡Pero no con mi dinero!
-No, con el de mi padre.
-Tu padre no existe.
-¿Desde que Niall apareció?- Ella levanta la mano de nuevo y yo aparto mi rostro pero no me golpea.
-Te lo preguntaré una vez más...¿Harry, Liam o qué otro?
-Edward- digo para fastidiarla, sé que eso le pondrá los pelos de punta- Quiero a Edward.
-¡Por Dios, Jane! ¡¡Estás enferma!!- azota la puerta y sale. Yo me lanzo al suelo de rodillas y presiono mis puños contra mi cara.
Liam, Harry, Niall, Leon, Louis ¿Qué es lo que deseo? ¿Sin cual de ellos no podría vivir? Harry, pienso inmediatamente. Liam es un esclavo, Niall una aventura y Louis una diversión. Llamo a Harry, necesito oír su voz.
-¿Hola?- responde.
-Harry ¿Dónde está?
-En la universidad, necesitaba arreglar unos asuntos ¿Qué pasa, hermosa? No te escuchas bien.
-No lo estoy, necesito verlo ¿Puedo ir?- hago lo posible porque mi voz no se quiebre.
-C-Claro ¿Vendrás con Edward?- su nombre resuena en los rincones de mi purro imaginario.
-No. Quiero estar sola- susurro.
-Te espero- cuelga.
Bajo y Edward ya está en amores con Danielle, esto libera la bilis en mi estómago.
-Mamá salió- notifica Edward.
-Grandioso- digo sarcástica.
-¿Dónde vas?- pregunta Danielle.
-A capar un par de prostitutos. Soy inquisidora- salgo. Camino unos buenos kilómetros y encuentro un taxi. Llego a Mánchester y me siento acogida. La recepcionista me reconoce.
-Disculpe, señorita...No puede pasar- me detiene.
-¿Cómo que 'no puede pasar'?
-Sin cita, no- niega. Miro hacia atrás y no hay nadie de seguridad, me acerco a la mujer y le lanzo un golpe seco, rompo su nariz, esta sangra y yo corro dentro- ¡¡Seguridad!!
-Me la metí en el trasero- río mientras corro. Llego a la oficina, hay una tipa nueva en el escritorio de Sasha.
-Buenas tardes- sonríe confundida.
-¿Quién eres, engendro?- frunzo el ceño. Es rubia, bastante rubia, pero es natural, tiene pecas y no se ve tan mala, ése es el problema.
-¿Disculpe? Mi nombre es Louise Anderson ¿Tiene cita?- teclea.
-¿Dónde está Sasha?- exploro la oficina con la mirada.
-La subdirectora está en su oficina ¿Su nombre?
-No. No. No es a ella a quien quiero ver. No se moleste, yo me reporto sola- me dirijo a la puerta de Harry, ella se levanta y me detiene ¿Qué pasa con las recepcionistas hoy? Están más igualadas que nunca.
-No puede pasar, disculpe.
-Yo paso cuando quiero- como era de esperarse es más pequeña que yo a pesar de los taconazos que trae.
-No, las cosas no son así- la puerta se abre y Harry se asoma. Oh por Dios ¿Está más guapo que en la mañana? Amo su traje de director responsable.
-Jane- suaviza su expresión.
-¿La conoce?- jadea Louise.
-Claro. Ella puede pasar cuando quiera, Louise.
-Lo siento- dice apenada- Soy nueva y no sabía que..
-¡Si como sea! Sasha era más eficiente- me pavoneo hacia la oficina de Harry, cierro la puerta detrás de mí, él regresa a su escritorio y trabaja, está bastante ocupado ¡Pues es tu día de suerte, Lí-Sellers! ¡Aqui viene tu distracción!
-Ten compasión de Louise- me sonríe. Me siento frente a él.
-Debo contarle muchas cosas.
-Te escucho- dice con la vista en la pantalla.
-Mi madre me llevo al sicólogo y la muy perra le dijo que Edward y yo estamos enamorados- Harry alza su vista inmediatamente con pánico-...Relájate, Lí, enamorada sólo de t...-Me detengo antes de terminar la oración que nisiquiera medité, Harry sonríe y alza una ceja-...¡En fin! Nos mandó a separarnos porque dice que somos muy dependientes el uno del otro.
-Tu hermano se va a mudar a partir de pasado mañana. Supongo que con Danielle.
-Eso creo- ruedo mis ojos. Un sonido sale de la impresora seguido de un papel, Harry se voltea en su silla y toma el papel, lo lee y me lo entrega- ¿Qué es?- lo reviso.

University of Mánchester - UK

Sábado 2 de Marzo de 2013.

De acuerdo con la ley ORS 339.250, OAR 581-21-070, y al manual del estudiante, la Universidad de Manchester informa que la estudiante Jane Claire Styles; expulsada el día Jueves 21 de Febrero de 2013 ha sido reconsiderada con el comité de Estudios Universitarios y la comunidad Educativa del Reino Unido dándole una oportunidad nueva de estudios en esta universidad.

Se le pide compromiso con su comportamiento para mantener su estancia en el centro universitario. Puede retomar sus estudios el próximo lunes 4 de marzo del año en curso.

Harry Zachary Lí-Sellers.
Director Educativo
Universidad de Mánchester
Princess House, 105-107 Princess St, Manchester, Lancashire M1 6DD, Reino Unido.

Alzo mi vista hacia el rostro de Harry y este sonríe expectativo, mi boca cae al suelo.
-¿Estoy de regreso?- susurro incrédula. Harry asiente. Me levanto y me lanzo sobre sus brazos para abrazarlo.
-Pero debes ponerte al corriente de las clases que perdiste.
-Si. Si. Si- comienzo a besar su rostro y sus labios, antes de separarme él sostiene mi cabeza por detrás contra su rostro y abre su boca incitando a la mía, yo abro la mía y correspondo a su beso. Invado su cavidad bucal con mi lengua y él me recibe con la suya, nos separamos para tomar aire.
-Bienvenida de regreso- susurra mientras nuestras frentes chocan.
-Pero eso significa que deberé volver a vivir aquí.
-Que conveniente. Justo estaba acomodando el apartamento- abre sus ojos y me miran con deseo.
-¿Quiere que viva con usted? ¿Sólo con usted?- Esto es...extraño. No lo esperaba. Y si lo discutió con el comité y la comunidad tuvo que ser hace tiempo, esta mañana ya sabía que iba a regresar.
-Ya hablé con tu madre sobre ello, me dijo que te preguntaría que quieres y si decidías a mí te dejaría vivir conmigo- pone un mechón de mi cabello tras mi oreja. Recuerdo su pregunta, y me doy cuenta que me puso a elegir entre Liam, Harry o cualquier otro para saber qué quería.
-Me preguntó pero no le respondí.
-¿Eso es un 'no'?- suelta una media sonrisa, yo agito mi cabeza.
-No es un 'no'.
-¿Y bien?
-¿Me comparará con la luna todas las noches?
-Jane, tengo tantas cosas con que compararte...con todo, porque todo me recuerda a tí.
-¿Cuando va al baño lo que ve en el retrete le recuerda a mí?
-No arruines el momento- ríe y me besa- ¿Por qué me sigues tratando de 'usted'? Me siento un viejo de cincuenta acosando una una nena de trece años.
-Es la costumbre...A ver...Tú, Harry es un tú- me digo a mi misma. Me percato que Harry ha dejado todo su trabajo desde que llegué, mi sicópata interna tiene pulgares arriba, ah y le purro tambien lo tiene arriba- Quiero cocción.
-¿Cocción?
-Sí, es una manera implícita de excitarse.
-Cocción.
-¿Se está cociendo?- alzo una ceja, él se sonrroja.
-Y dale con el 'usted'- aprieta una de mis mejillas- Y sí, tú me pones a cocer- me besa.

Estoy de vuelta con Harry en la casa, ya es de noche. Entro y miro a Eleanor jugando póker con mi madre, Edward y Danielle en la cocina.
-¿Qué pasa aquí?- sonrío, Harry me abraza por la espalda y besa mi cabello, Eleanor abre sus ojos que parece que van a saltar y yo los usaré como bolas de billar con mi purro imaginario, Harry se aparta de mí al ver a Eleanor, todo queda en un silencio incómodo.
-Debes decírselo- Edward una vez más lee mi mente. Miro a Harry quien se acerca de nuevo.
-Hola, Eleanor- saluda.
-Eleanor, Harry y yo somos...-Amantes, fajamos después de cada comida.
-Novios- él termina la oración, Edward lanza una carcajada, le parece gracioso el término.
-Esto si que es bizarro- ríe nerviosa. <Y eso que no has visto como me toqueteo con mi hermano gemelo o tú morboseando el trasero de un doctor ¡Ah! y no olvides a mi madre y a mí compartiendo un prefesor>
-Lo sé...¿Juegan póker?- me acerco y miro la jugada de Edward. Un A de diamantes y una siete de tréboles, en la mesa hay un seis de tréboles, ocho de diamantes y nueve de basto. Un diez y cinco de lo que sea y Ed tendrá una escalera.
-Sí, saca- dice Danielle. Saco otra carta y la coloco en la mesa. Es un A de corazones. Si alguien tiene un siete y un diez o cinco le gana a Edward, sólo que tenga un par de algo que esté en la mesa para hacer un trío podría ganarle a Edward, cualquier par de otra cosa no sería competencia con las As de Ed. Mi madre es una gran jugadora, a ver estas caras de póker. Danielle no discimula que no tiene par ni de bolas, la mirada de Eleanor avecina un par de algo, mi madre mantiene la cara de Póker, mi madre sube la apuesta a treinta libras y Eleanor iguala la apuesta; como supuse tienen algo, Danielle se retira, Edward iguala.
-Espera- lo detengo, alzo mis cejas y él asiente. Tomo más fichas de su puño y subo la apuesta a cincuenta libras, mi madre la iguala de inmediato, miro a Harry detrás de ella con los ojos entrecerrados y sonriendo. Mi madre puede que no tenga nada en su mano pero su disponibilidad es tan intimidante que podría parecer que tiene la escalera, no sé si Harry sonría maléficamente porque mi madre tiene la mano del año o porque no tiene nada y se burla de nuestra vacilación. Edward me mira inseguro, Eleanor dudosa iguala la apuesta, tiene algo pero no es tan bueno. La suma total es de 340 libras para el bolsillo de Edward. 
Eleanor muestra sus cartas, tal y como lo predije tiene un nueve de diamantes y una jota de tréboles, se arriegó un poco, tiene un par de nueves. Mi madre sonríe y mira a Harry, él la mira y ríe de vuelta, muestra sus cartas. Tambien tiene una A de basto y su otra carta es un....cinco de corazones. Edward y yo nos miramos, nuestra carta aparte del A es mayor que la suya. Edward sonríe y tira sus cartas a la mesa.
-Ven con papá- dice atrayendo el montón hacia él. Mi madre entierra sus dedos en su cabello, Eleanor hace un gesto y Danielle sonríe, no sé si porque Edward ganó o porque Eleanor perdió. Harry me mira mientras niega con la cabeza.
-Me debes la mitad, ''Papá''- halo la oreja de Edward.
-¿Una jugada?- ofrece Eleanor a Harry mientras revuelve las cartas.
-Claro- toma un banco y se sienta a la par de mi madre- ¿Qué tal tú?
-Bien- digo inocentemente, pobrecitos.
-Me voy- se levanta Danielle- No quiero dejar en la calle a mis padres, Jane me lo quita todo.
-Tambien yo- se levanta Edward- Jane sabe leer mis expresiones, no puedo contra ella- Sus palabras me halagan, yo sonrío orgullosa, Harry sonríe burlón- Eleanor estás a tiempo, jugar con mi madre y con Jane no es una muy buena idea- Eleanor duda un momento.
-Está bien, sólo seré la repartidora- comienza a repartir. Veo mis cartas, un par de K's. Harry mira las suyas serio y vuelve a dejarlas boca abajo en la mesa, mi madre hace lo mismo, los dos tienen la misma cara de póker- Apuesta inicial de treinta libras- Harry aproxima las fichas, mi madre igual y yo, obviamente. Eleanor planta tres cartas boca arriba en la mesa; un diez de basto, nueve de basto y otro nueve de corazones. Mierda, si alguien tiene un nueve estoy muerta. Si son cincuenta y dos cartas menos las tres que están en la mesa y dos que tenemos cada uno serían cuarenta y cinco cartas restantes donde pueden estar cualquiera de los dos nueves restantes; siguiendo una regla de tres en porcentaje signifcan las dos cartas de nueve por el cien por ciento, entre las cuarenta y cinco cartas que quedan son cuatro punto infinitamente cuatro por ciento de que la carta este en el manojo y no en la mano de alguno de nosotros. Probabilidades matemáticas, sencillo.
Mi madre sube la apuesta agregando veinte libras, Harry la iguala, ninguno quiere dar su brazo a torcer mostrando que no tienen el nueve, obvio jugarán como si lo tuviesen para intimidarnos, igualo la apuesta. Ciento cincuenta libras en juego. Eleanor saca otra carta y una K hermosa, guapísima y fajona sale a relucir, mis ojos se iluminan pero mantengo mi cara de póker. Mi madre sube la apuesta de nuevo, esta vez agrega doscientas libras de un solo puño, mi piel de enfría, Harry la mira de reojo e iguala la apuesta, yo la igualo, total estoy jugando con su dinero. 
Si sale otra K soy la ganadora, no hay ninguna A en juego que sería lo único que podría ganarme, pero si ninguno tiene un par de nueves soy la reyna de este mundo. Lo pienso y puede que la K no salga y alguno de ellos la tenga y esté esperando exactamente lo mismo que yo; una maldita purrona K, sólo uno puede tener la K si no está en el manojo, ya que yo tengo dos y una está en la mesa. Danielle, Eleanor y Edward están casi sobre la mesa.
Eleanor voltea la carta y es una maldita A de tréboles. Mi purro felíz se encrespa como cienpiés, todo ha cambiado. Si alguien tiene un par de As más esta sería un trío y yo estoy frita, si alguien tiene un nueve no pasa nada...pero ¿Qué pasa si uno tiene los dos nueves? Sería un cuatro cuerpos y yo no tendría oportunidad. Hasta un pinche cuatro cuerpos de putos dos le ganaría a mi trío de K's ¿Tendrá mi madre o Harry dos nueves? ¿O un par de A's que me hagan caparme las bolas imaginarias que estoy a punto de crearme? ¿O tendrá una Q y una J y harían una maldita escalera corrida que asesinaría mi trío de K's y cualquier cuatro cuerpos, en este caso el de nueves? Mi madre acerca todas sus fichas al montón, son quinientas libras de un tirón, Harry palidece, duda un segundo pero tambien acerca todas sus fichas, sin pensarlo hago lo mismo, he llegado muy lejos para ser recatada ahora.
-Hagamos este juego más apasionante- ofrece ____TN, esto estará bueno- Si yo gano te vas a una universidad privada en Londres y trabajas medio tiempo para ayudarme a pagar y no ves a Edward por largo tiempo, eso tambien te hace perder a tí, Lí-Sellers, te quedas sin agujero- la boca de Eleanor cae, se nota que no ha vivido con nosotros.
-¿Qué hay si yo gano?- dice Harry sonriendo, está bastante confiado.
-Pide lo que quieras- le hace una reverencia burlona. Él me mira y lo piensa unos segundos.
-Si yo gano Jane se va a vivir a mi apartamento, deja que regrese a la universidad de Mánchester y pasa a ser completamente mía- me guiña el ojo.
-Y si yo gano...-agrego-...Tú, ____TN ____TA me dejas vivir con Edward en un apartamento los dos solos y no estudio hasta el próximo año y dejas que la respuesta de lo que me preguntaste en la tarde sea cualquiera, uno o todos- mi madre palidece.
-Adelante- dice entre dientes. Muestro mis cartas. Tres K's, mi madre y Harry sonríen ¿Qué está pasando? Mi madre muestra sus cartas y es un par de A's Su trío de A's es sobre mi trío de K's ¡No! ¡No! ¡¡¡Noooooo!!! ¡¡Maldita sea, noooooooooooo!! Harry endurece su expresión, es mi única salvación. Si tiene un par de nueves, algo poco probable al menos podré quedarme en Mánchester, en mis rincones siento que lo que Harry pidió es lo que más deseo, vivir con él, de todos modos estando en Mánchester podría ver a Edward. Todos miramos a Harry al mismo intrigados, justo ahora se le ocurre mantener su fajona cara de póker. Mi vida se torna de apuestas por doquier y es porque siempre las gano ¿Será posible que hoy perdí enserio? ¿Podrá mi madre separarme de mi propio hermano gemelo y hacerme trabajar? La espera me mata, es una tortura, Harry se digna a mostrar sus cartas...

Mala Jane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora