Capítulo 3.

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Lo que me había costado olvidarme del ridículo tan espantoso que había cometido años atrás con Hayes es innombrable, y que ahora vuelva a aparecer en mi vida como si nada se convierte en un problema. De verdad espero con todo mi ser que no se acuerde de nada, o al menos que haya decidido no recordármelo.
Caminamos juntos a nuestra aula, que ya casi estaba llena, y yo decidí sentarme en el fondo a la izquierda, para evitar así destacar y que el profesor o profesora me escogiese para corregir, o para hacerle algún recado. Las mesas están colocadas por parejas, lo que significa que alguien se sentará a mi lado. Espero que al menos sea alguien agradable, o alguien que vaya a ignorarme todo el curso, las dos opciones me gustan, pero más la segunda.
Comienzo a analizar a la gente. En el rincón de la derecha están los populares, entre los que destaca un chico alto, rubio, de ojos azules, y que por lo visto juega en el equipo de fútbol, al igual que el resto de los hombres que lo rodean en ese momento, pues todos visten la misma beisbolera. Al instante comienzan a entrar una manada de chicas, todas delgadas, altas, guapas... Se acercan al grupo de machos alfa, así que doy por hecho que son el resto de las populares que faltaban para completar el grupo. Entre este grupo de chicas también destaca una, que parece la jefa de todas. Resulta ser la novia del chico que había llamado mi atención anteriormente. Ashley y Jack. La pareja perfecta, digna de serie de televisión. De repente, me fijo en que Hayes está metido en el grupo. Y escucho parte de la conversación que mantienen:
-Tienes buena forma física, deberías entrar en el equipo.-Le dice Jack, que deduzco que será el capitán del equipo.
-No sé, es que acabo de venir de un internado en el que estaba por mis malas notas, y no quiero distracciones que hagan que me vuelvan a meter en aquel antro - Se sincera Hayes.
-Bueno, tú piénsatelo. Ten en cuenta que entrar en el equipo te catapultará directamente a la popularidad. Y a las chicas.

De repente me doy cuenta de que dos de las chicas de la manada de perritos falderos de Ashley, no le quitan los ojos de encima a Hayes. ¿De qué van? Mierda. ¿Por qué me importa? No puede volver a gustarme. Hayes es un plato prohibido, como las tostadas con Nutella que prepara mi madre.
No me da tiempo a seguir analizando a las personas que llenan la clase, porque entra el que será nuestro profesor de filosofía.
Para mi sorpresa, aun que es un poco decepcionante, nadie decide sentarse a mi lado.
El profesor comienza a explicarnos los criterios que tendrá para evaluarnos, y en un momento dado, Hayes gira su cabeza en mi dirección y nuestras miradas se cruzan, pero sus ojos azules son tan intentos, que mi introvertismo me puede y bajo la cabeza en cuestión de segundos. Madre mía, qué guapo es.
El profesor nos dice que no nos hará exámenes, que solo habrá que entregar comentarios de texto, y definitivamente, esta será mi clase favorita.
Toca el timbre para la siguiente hora, que es dibujo artístico, y hay que desplazarse a otra aula. Cuando por fin consigo encontrarla, llego demasiado tarde y sólo queda un sitio. Al lado de Ashley. A ver si no se guía por mis apariencias, y es una persona magísima.
Me siento y lo primero que recibo por su parte es una mirada de arriba a abajo, lo cual me pone nerviosa, porque siento que me está analizando.
-¡Hola! ¿Cómo te llamas? ¡Yo soy Ashley!
- Hola, me llamo Sara, Sara Parker. - Contesto extrañada por su simpatía tan espontánea.
- Encantada. En dibujo me sentaré contigo, ¿algún problema?
-No no, claro.
Cada vez que me giro, ella está mirándome a mi, y me sonríe.
Me estoy poniendo muy nerviosa. Necesito que esta clase termine ya, su exceso de perfume me está colocando. De repente me suelta:
- Eres muy guapa, ¿tienes novio?

¿Guapa? ¿Yo? JÁ. ¿Novio? ¿Eso se come? Porque creo que es lo único que sé hacer bien.
-Gracias, y no, no tengo.
-Ah es que hoy por la mañana te vi llegar en moto con el chico nuevo, Hayes creo que es.
-Sí, pero fue porque había perdido el bus y se ofreció a llevarme.
-Ah vale vale. Pues yo si tengo novio, se llama Jack, es el capitán del equipo de fútbol. - Seguidamente se gira, lo busca y le manda un beso.
Puaj.
No sé si soy yo, que nunca he tenido novio, pero me parecen de lo más empalagoso que hay en esta vida.
-Aaah, muy bien - Y le sonrío.

Por fin, termina la clase y es hora del almuerzo, me siento en una mesa al fondo, sola. De repente aparecen las secuaces de Ashley, pero para mi sorpresa, sin ella, y se sientan todas conmigo. Esto me da mala espina.
Una de las arpías que no le quitaba ojo de encima a Hayes comienza a hablar.
- Hola, ¿cómo te llamas?
-Sara - digo algo incómoda.
-Muy bien, Sara, cuéntame, ¿cuál es la relación que tienes con Hayes?

¿Qué clase de pregunta es esa?
- No sé, una normal, ¿por qué me lo preguntas?
- Porque quiero dejarte una cosa clara desde el principio, Hayes va a ser mío, ¿vale? Y nadie va a impedirme que pueda conquistarlo, y menos una gordita como tú. - Auch.
- Yo no iba a impedírtelo. ¿Por qué iba a hacer yo algo? Es de locos. - decido pasar por alto el comentario hacia mi cuerpo que ha soltado, y hacer como que no lo he escuchado.
- Porque he visto como le miras, he visto como has llegado con el en moto, y he visto que le deseas tanto como yo.

¿Qué coño está diciendo esta loca?

-Mira no sé de que mierda hablas, no sé ni quien coño eres, así que por favor, dejadme en paz, yo no tengo nada que ver con eso. En serio. Dejadme tranquila.
-¿No sabes quién soy? Pues acuérdate bien de mi nombre: Kimberlly Scott, hermana de Jason Scott, y soy la próxima reina del baile de fin de curso, junto al que será mi novio para aquella, Hayes Grier.
-ME PARECE MARAVILLOSO, ¿¡PUEDES DESAPARECER DE MI VISTA!? - Me altero, y toda la cafetería se queda mirándonos.
-Está bien, ya me voy, pero no olvides ni una sola palabra de lo que te he dicho, Sara. - Y me sonríe de la manera más prepotente que he visto, antes de levantarse e irse.

No entiendo qué coño acaba de pasar, pero estoy segura de que esto no va a quedar así, y por desgracia, sé de buena mano, que no voy a ser yo la que siga echando carne al asador.

Holaaa
¿Cómo estáis? Espero que bien.
¿Qué arpía Kimberlly eh?
Muchas gracias por leer, os quieroo

Tw: @groovyhayesx


Saved by Hayes GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora