Capítulo 9.

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Me levanto de un salto de la cama, pues alguien aporrea mi puerta con tal fuerza, que siento que van a tirarla abajo. Bajo las escaleras rápidamente y miro por la ventana del salón para ver quien puede ser, pero no veo nada.
-SARA ABRE LA PUERTA.

Mierda es mi madre, y yo debería estar en clase.
Abro la puerta con miedo y antes de que pueda decir nada, ya estaba gritándome:
-¿QUÉ COÑO HACES AQUÍ? ME HAN LLAMADO DE LA ESCUELA DICIÉNDOME QUE TE HABÍAS MARCHADO Y QUE NO SABÍAN NADA DE TI.
-Lo siento mamá, pero no me encontraba bien.
-¿Que no te encontrabas bien? Pues me avisas joder, ¿sabes el susto que me has dado?
-Bueno mamá, ya me he disculpado, no puedo hacer nada más.
-Como vuelvas a marcharte del colegio sin avisar a absolutamente nadie, se te cae el pelo, ¿entendido?
-Que si, pero sí avisé a alguien, a mi amiga Ashley. - Bueno, me fui corriendo con ella delante, pero eso no se lo voy a contar.
-¿Amiga? ¿Tienes de eso? - y comienza a reírse como una loca.

No pienso contestar ante sus impertinencias y simplemente subo las escaleras hacia mi habitación, y oigo como me grita: "ESO, HUYE, COMO HACES SIEMPRE."
Y lo peor de todo, es que tiene razón. He dedicado toda mi vida a huir de los problemas, a evitarlos por completo, y así me ha ido.
Me acuesto en la cama y reviso mi móvil, tengo siete llamadas perdidas de un número que no tengo agregado, así que le envío un mensaje preguntando quién es, y al instante obtengo respuesta:

¡Soy Ashley! Sólo quería saber cómo te encuentras y si sigue en pié lo de ir al centro comercial esta tarde...

Mierda, se me había olvidado por completo, y desde luego no estaba por la labor. ¿Cómo habrá conseguido mi número?

-Me encuentro mejor pero no con ánimos de ir al centro comercial, lo siento... Oye una pregunta, ¿Cómo has conseguido mi número?
-Ah, por Hayes y bueno, pues otro día será, venga, ¡hasta mañana!
-¡Hasta mañana!

¿Por Hayes? Hayes le dice donde está mi casa, Hayes le da mi número, ¿tendrá también mi DNI? ¿Por qué Hayes tiene mi número?
Oigo un portazo y eso significa que mi madre acaba de largarse otra vez y soy libre, así que, decido levantarme de la cama, coger un libro e irme a leer al jardín de la parte delantera de casa.
Salgo a fuera y me siento en un banco a la sombra, y de repente veo una cabecita rubia acercándose a mi.
-¡Hola Skylynn! ¿Qué tal?
-Hola Sara -me da un abrazo- muy bien, ¿quieres jugar conmigo? Es que mi hermano no quiere.
-Claro que quiero cielo, ¿a qué quieres jugar?
-Al veo veo, ¡EMPIEZO YO!
-Muy bien, empieza.
-Veo veo.
-¿Qué ves?
-Una cosita.
-¿Y de qué color es?
-Verde.
-Mmm...verde... ¿el césped?
-Siiii, ¡eres muy buena!
-Soy una experta en el veo veo.

Echamos una media hora jugando al veo veo cuando de repente aparece Hayes en busca de su hermana.
-¡Skylynn! Por fin Dios, llevamos buscándote media hora, la próxima vez avisa.
-Vale... pero no querías jugar conmigo y había visto a Sara por la ventana y decidí bajar a jugar con ella...
-Muy bien, sube a casa anda, que mamá está muy preocupada.
-Voy...

Cuando la niña sube, Hayes en vez de subir con ella se queda de pié en frente de mí, y lo invito a sentarse, y así hace.

-Sara, quería pedirte disculpas por el numerito que he montado hoy, pero es que sigo sin entender cómo es posible que te lleves tan bien con Ashley, sabiendo que es amiga de Kimberlly...
-Pero Hayes, ¿no te das cuenta de que si me hago amiga de Ashley, no implica que Kimberlly venga en el lote?
-Ya lo sé Sara, pero no soy capaz de entender que seas capaz de llevarte con ella cuando es exactamente igual que Kimberlly.
-No, para nada. Ella al menos se preocupa por mí. Yo nunca he tenido una amiga de verdad, y si Ashley se ofrece a serlo sin nada a cambio, yo no voy a ponerle trabas.
-Ahí está el problema, esas siempre piden algo a cambio...
-Hayes me estás tratando cómo si fuera tonta, pero yo también me doy cuenta de las cosas...
-No, para nada, sólo estoy intentando advertirte de todas las consecuencias que puede acarrearte llevarte bien con Ashley...
-Si va a acarrearme consecuencias, ya las descubriré yo solita, no me hace falta un Ángel de la Guarda.
-Está bien, y oye una cosa, esta mañana, ¿a qué te referías con que soy la causa de esa guerra que tienes con Kim?
-Nada, olvida eso.
-No no, dímelo.
-Que no, de verdad que es una tontería, olvídalo, no tienes nada por lo que preocuparte.
-¿Segura?
-Que si.
-Bueno, pues yo me voy, que mi madre como nos pierda 10 minutos de vista, ya está llamando al FBI. - ambos nos reímos.
-Vale, hasta mañana.
-Mañana a las ocho y cuarto estate lista, vengo a recogerte en moto, me lo debes.
-¿QUÉ? -no puedo negarme, todos sabemos que me muero de ganas de subirme en la moto con él, a pesar del miedo irracional que le tengo.

Cuando iba a rechistar, ya lo veo corriendo hacia su casa con una enorme sonrisa en la boca.
Oficialmente, estoy enamorada.




¡Hola! ¿Qué tal? Espero que muy bien. Aquí os dejo el capítulo 9, un poquito soso, pero bueno, ya vendrá el salseo jejeje.
Muchas gracias por leer

Pd: Podéis darle a la estrellita de vez en cuando y no ser lectores fantasma jiji ⭐⭐⭐
tw: @groovyhayesx






Saved by Hayes GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora