·Pesadillas y Recuerdos.

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Me sentía más confundido, si eso era posible, El capitán a un par de pasos por delante subía las escaleras a algún lugar desconocido para mí. Aquel sueño había sido agotador, y lo único que deseaba era descansar aunque eso significase la criogenización de por medio. Por fin él paró delante de una puerta, se giró hacia mí sonriendo tímidamente.

-Esta es mi planta, bueno nuestra. La mayoría de los vengadores tienes residencia privada como Clint o Thor que cuando está en la tierra se va junto a su novia Jane o Falcon que le resulta incómodo este lugar. Yo antes también tenía una casa pero digamos que con el incidente de Fury no me sentía cómodo en aquel lugar...Aunque nunca lo puse a la venta con la esperanza de que volvieses en mi busca.- Lo último fue un leve murmullo pero pude entenderle perfectamente, siempre había mantenido la esperanza. No sabía por qué pero una especie de sentimiento agradable se extendió por mi pecho, era algo "nuevo" para mi.

Abrió la puerta y me dejó pasar con un gesto de ánimo. Pasé confiado, el apartamento no era muy grande, la cocina estaba dividida del pequeño salón por una barra americana y había dos puertas en la pared frontal. Ni lujos, ni escaleras, ni siquiera pasillos pero era acogedor.

-Bueno, supongo que querrás darte una ducha, ven.- Le seguí hasta la segunda puerta, la idea de lo que significaba una "ducha" en HYDRA era cuanto menos escalofriante. Un cubo de agua helado por encima de la cabeza en el exterior, y Rusia en invierno no era precisamente un paraíso tropical. Temblé al revivir aquello, y a pesar de todo aquel no era el peor recuerdo que aún conservo. ¿Y por qué? Un especie de aviso de HYDRA, para demostrarme lo que me esperaba cada día.

El baño era pequeño, contaba con una ducha de mampara transparente, un inodoro y un lavabo con su respectivo espejo.

-Toma.- Dijo tendiendome una toalla - Te traeré algo de ropa, me sigue resultando raro esto. Antes cuando tu me prestabas el abrigo solía arrastrarlo pesadamente.- Sonrió melancólico, definitivamente el chico de mis sueños había sido él, pero ¿Qué había pasado para que se convirtiese en el Capitán América?.

Salió del baño dejándome a solas con mis pensamientos, me moví enfrentandome a mi reflejo. Ojeras pronunciadas, pelo demasiado largo y todo sucio en general ese era mi aspecto actual. Todavía llevaba el uniforme. Me despoje de él, entré en la ducha y intente encenderla pero tenía muchos botones y palancas.

-Maldita sea, ¿Cómo demonios se enciende esto?- Murmuré enfadado con aquel cacharro.

-Encendiendo la ducha a 38 grados...- Sonó la misma voz que en ascensor y me sobresalte por ello. Definitivamente este era el edificio Stark.

Cerré los ojos al sentir el agua caliente en mi cabeza, empapando mi cabello. Me sentía como en una nube, si esto era una ducha no entendía como existía gente a la que aquello no podía gustarle. Después de unos minutos la mampara empezó a empañarse y apoyé mi frente contra la pared de azulejos fríos, intentando relajarme, la cabeza me iba a mil por hora.

Sonó el ruido de la puerta al abrirse y escuché como él dejaba la ropa en el lavabo y volvía a salir sin molestar. Volteé hacia el estante, ocupado por un bote de plástico y una pastilla de jabón, cogí el segundo y empecé a enjabonarme para luego hacer en mi pelo espuma con el bote que rezaba Shampoo. Cuando me aclaré completamente, me sequé con la toalla y me puse la ropa que consistía en un pantalón gris suelto y una camiseta blanca también floja, salí del baño relajado.

Él estaba sentado en el sofá, dándole a un botón del control mientras miraba distraídamente la pantalla. Levantó la mirada y me observó sonrojado.

-Bueno, la ropa te queda bien..- Murmuró mirando hacia otro lado rápidamente.

No podía evitar referirme como "él" en mi cabeza, había algo que me impedía pensar en él como aquel chico flacucho de mis sueños o el "primer vengador" un "héroe americano" allí, cómodamente sentado no era más que "Él" la persona por la que merecía la pena luchar, sonriente, cercano familiar.

Después de que se duchase y saliese vestido con el pijama, yo miraba por la

ventana, observando la ciudad dormida.

-Bueno, puedes dormir en mi habitación. Mira, pasa.- Dijo abriendo la segunda puerta de la pared, volvió a girar hacia mí sin contar que yo me había acercado mientras él estaba de espaldas y ahora estábamos a milímetros de distancia, nuestras respiraciones se mezclaban y podía observar el leve rubor en sus mejillas. El cansancio había pasado a un segundo plano, lo único que deseaba fervientemente en aquel momento era repetir aquel sueño y sellar nuestros labios.

Pero eso no debía pasar, rápidamente entré en la habitación, una de las paredes era una cristalera con unas magníficas vistas, y el resto de la habitación era una cama de matrimonio un tanto pequeña, un armario empotrado y un escritorio lleno de cuadernos. Material de dibujo y sobre la silla de este reposaba el escudo de metal. Sin saber que hacer me senté en la cama mirando al infinito.

Se acercó a mí de nuevo

-Si necesitas algo estaré al otro lado de la puerta, en el sofá. Buenas noches Buck.- Cuando se volteó para salir de la habitación agarré su muñeca y le obligue a sentarse a mi lado. No supe cuánto tiempo pasó ni en qué momento se marchó pero si pude observar su mirada triste. Y me dí cuenta de que no había abierto la boca en ningún momento, algo normal para mí:

Cerrar la boca y acatar órdenes.

Me tumbé en la mullida cama, me sentía en una nube, mi espalda estaba agradecida por no dormir en el frío suelo por lo que cerré los ojos cómodo intentando descansar. Suplicando en silencio que las pesadillas y los vagos recuerdos me dieran una tregua aquella noche.

Pero desgraciadamente no fue así.

Steve Pov's

Miraba al techo distraído, oía las agujas del reloj de la cocina, no podía dormir al pensar que Buck se encontraba al otro lado de la puerta, en mi habitación, en mi cama con mi ropa. El corazón me iba a una velocidad increíble, había tenido la tentación de abrazarle o simplemente tocarle... Pero eso ya no se sentía correcto, el ya no era la misma persona y hoy nuevamente me lo había demostrado. No había dicho ni una palabra, más de las necesarias, unas 5 apróximadamente. Seguía pensando en todo aquello cuando escuché unos murmullos nerviosos de mi habitación, me levanté rápidamente mientras entraba en silencio, abriendo su puerta ligeramente.

-Bucky? Estás bien?- Murmuré intentando llamar su atención, pero sin darme tiempo a reaccionar comenzó a convulsionar, a decir cosas sin sentido, con algunos murmullos que expresaban un profundo dolor. Corrí hacia él y al igual que en el coche me posicioné sobre él intentando calmarle.

Steve... No...

¿Qué demonios estaba pasando? Sin paciencia pero con delicadeza lo agité intentando despertarle. ¿Estaba soñando conmigo? ¿O en realidad estaba recordando?

Entreabrió los ojos asustado, respiró profundamente al verme, como si aquello le tranquilizase, un calor se instaló en mi pecho provocado por la felicidad.

Me posicioné al otro lado de la cama mirándole

-No te voy a volver a abandonar Buck, recuerda hasta el final de la línea.- Le susurré, mientras le apartaba el pelo de la cara y pude contemplar cómo se volvió a quedar dormido. Expulse aire fuertemente y me dispuse a levantarme y volver al salón cuando sentí algo tirar de mi camiseta, era la mano de Bucky. Reteniendome allí, junto a él.

Volví a recostarme mirandole, una parte de mi me gritaba que le besase como había deseado hacer desde aquella vez, cuando volvimos a vernos pero otra parte se encontraba reacia. Lo más probable es que él no recordase nada acerca de nuestra especie de "relación" que sobrepasaba con creces la amistad.

Me despejé de mis pensamientos al sentir como volvía a tironear de mí, obligándome a dar la vuelta, pude notar su respiración en mi oreja cuando me abrazó con necesidad por la espalda. Esto era tan familiar para mi...

Y recordé..

<<Aquel tiempo en el que dormíamos abrazados, porque temía que me enfermara, donde me sobrepotegía a pesar de que yo no me acobardara ante ninguna señal de pelea. Donde en cada salida mientras él miraba distraído el paisaje yo me dedicaba a dibujarle o simplemente a observarle, intentando memorizar cada detalle, como si fuese la última vez.>>

Cerré los ojos relajado y poco a poco con el sonido acompasado de su respiración, el sueño me venció.

Podría acostumbrarme de nuevo a esto.  

We were soldiers {Stucky}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora