·Nada más que él·

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Steve's pov

-Ahora solo falta vaciar las cajas-Dije dejando las dos últimas en el suelo. La mudanza del piso no nos había llevado mucho tiempo, ya que solo tuvimos que recoger nuestros efectos personales y traerlos hasta aquí en un solo viaje. A pesar de ello, fuera del recinto lo único que permitía reconocer los árboles a lo lejos era el reflejo del sol proyectado en la luna. Al estar alejados de la civilización se podían contemplar las estrellas. Me giré para ver como Bucky estaba sumergido en sus pensamientos, con la mirada perdida. Me costaba creer que hacía menos de una semana, había vuelto a mi vida, para ser exactos cuatro días.

-Hey, Buck.- Le sonreí moviéndole suavemente el hombro. Me miró descolocado, devolviéndome una expresión fría.

No era el mismo, lo supe desde el primer momento en el que le vi, pero no estaba preparado para lo que me esperaba. Antes era el chico perfecto; hablador, sonriente, encantador y con sentido del humor. Pero ahora apenas hablaba, ya que las pesadillas dormido e inclusive despierto... La única sonrisa fue la que le dirigió fue a Joshua, una casi imperceptible. Lo demás a parte eran caras confusas, enfadadas y serias e incluso asustadas.

Juntos nos pusimos a vaciar las cajas de cartón, no llegarían a la docena y la mayoría con objetos míos. La habitación que teníamos era grande, con un escritorio, una gran ventana que daba a la parte trasera, una cama de matrimonio y un sofá. Si, sólo una cama y vale, que dormíamos juntos pero me sorprendió que todos lo dieran por hecho, hasta descubrí que había sido Sam, argumentando las pesadillas de James.

Abrí otra caja y encontré un cuaderno, con post-its de diferentes colores, al abrir uno me sorprendió ver una foto nuestras, antes de todo; Hydra, el suero...

Miré con una mezcla de alegría y confusión al castaño

-Eso es por lo que dijo Sam...-Murmuró cohibido.

Pasé cuidadosamente hasta la primer página y abrí los ojos sorprendido al ver la fecha colocada en la parte superior derecha de la hoja.

-Pero Bucky, está fecha es anterior a que te encontrásemos...- Leí atentamente la letra, escrita a mano y que a pesar de los años era una de las pocas cosas que no había cambiado.

Narraba uno de mis recuerdos favoritos, cuando cumplí quince años.

-Es... Fue real?- Preguntó, fijando sus fríos ojos en los míos. Asentí con una pequeña sonrisa.

Continué leyendo, sumergiéndome en mis propios recuerdos...

Era verano, el día de América y a pesar de ser mi cumpleaños me encontraba triste. Sentado en la cama,vestido con el pijama, sin ganas de salir de mi habitación. Sin ilusión porque Bucky había estado ahorrando meses, trabajando en la fábrica para que pudiéramos ir al cine para celebrarlo, pero semanas antes me había puesto enfermo.

Ayudó a mi madre comprando las medicinas ya que al igual que él, se mataba trabajando de enfermera en el hospital de Brooklyn. De manera que lo del cine desgraciadamente, se había cancelado. Pero no estaba enfadado con Buck, al contrario era un gran amigo y me sentía orgulloso de ser el suyo. Estaba enfadado conmigo mismo por haberme enfermado, me sentía tan inútil...

Pero lo que no me esperaba por nada del mundo, fue que el castaño apareciese resplandeciente en la habitación, obligádome a vestirme rápidamente.

Cogió mi mano y después de despedirnos de mi madre, le seguí corriendo, lo más rápido que mis piernas me permitían. Y acabamos colándonos en la sala para ver la película.

We were soldiers {Stucky}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora