Soy tuyo -proceso de edición-

capitulo 6

Camino como pudo hasta la sala donde se tenia que hacer la filmación, cada paso que daba se volvía mas difícil que el anterior, y no solo por su tobillo lastimado (que ya estaba mucho mejor que el día en que salto del carro) sino por el pequeño bulto que se había formado entre sus piernas por el toqueteo de el moreno.
Se sentía completamente humillado, y no era precisamente por haber sido tocado, sino por que por mas el que lo quisiera negar le había gustado la sensación de esas grandes manos recorriendo su cuerpo de manera lenta y tortuosa.

Por fin logro llegar a el ser donde se encontraba la escenografía de una de las primeras escenas, poniendo la mejor sonrisa que tenia entro y a su paso fue saludando a todos, quería tener una buena relación con sus compañeros de trabajo, tal vez de esa manera le parecería menos humillante tener que participar en ese tipo de películas, la cual estaba seguro que marcaría todo su currículum y le impediría obtener algún tipo se papel en otro programa, ya fuera de romance o de variedades.
El director le pidió que se acercara con un simple ademán con su mano, lo malo es que el estúpido "príncipe" estaba a un lado de él.
Decidió ignorarlo y cumplir estrictamente con su trabajo.

-bueno como ya sabes, no puedes hacer ciertas escenas debido a tu tobillo lastimado

-seria un gran riesgo para ti y eso no lo voy a permitir -

completo siwon las palabras del director y un extraño escalofrío recorrió toda su columna vertebral al escuchar algunos suspiros de las jovencitas que estaban en el set.

-no se preocupe por eso, ya casi termino de recuperarse y en algunos días podré volver a una rutina normal.-

Como ya tenia planeado, ignoraría por completo al moreno, incluidos sus comentarios disfrazados de un dulce romance.

-bien, te explicare lo que tienes que hacer en la escena, lo primero sera...-

Y así mientras su rostro comenzaba a subir de tono por lo que le decía el director este continuo con su explicación.

-haz entendido todo?-

-si...-

Y sin esperar alguna otra indicación se dirigió a su puesto, no importaba que tan avergonzado se sintiera en ese momento, no se daría el lujo de que el de cabello negro se diera cuenta. Su plan era simple, "mantener serio y cool".

-acción!!!-

Y en ese momento comenzó la escena.

.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.+.

Estaba acostado en un enorme cama con sabanas rojas, e sudor recorría desde el comienzo de su frente hasta su barbilla haciendo gran combinación con su respiración lenta y acompasada.
No estaba seguro de en que lugar se encontraba exactamente, sentía que su cabeza le daba muchas vueltas, en eso le dieron unas terribles ganas de vomitar pero al momento de querer pararse a solucionarlo no pudo; uno de sus pies estaba encadenado a la orilla de aquella cama.

-me alegra que ya hayas despertado, estaba comenzando a aburrirme-

Aquel era un hombre alto y bien formado, se podría decir que su rostro era perfecto, sino fuera por una pequeña cicatriz que cursaba casi toda su mejilla derecha.

-E..en donde est... estoy?-

No podía articular bien sus palabras y eso solo lo ponía aun mas nervioso, no sabia en donde estaba y mucho menos cuales eran las intenciones de aquel sujeto.

-aquí lo que importa no es en donde estas- aquel hombre lo veía fijamente mientras se acercaba a su cama -sino lo que harás.

Un extraño pero dulce olor llegó hasta sus fosas nasales, provocando que poco a poco su cuerpo se empezara a tornar caliente, sentía como si su cuerpo comenzara a ser consumido lentamente por un fuego arrasador, necesitaba desesperadamente agua fría o hielo para calamar el escozor de su piel, pero estaba seguro de que su captor no le daría nada de eso.

-veo que ya esta haciendo efecto-

Comento aquel hombre pelinegro con voz burlona.

-yo te haré sentir mejor-

Un par de labios se estamparon contra los suyos de manera demandante mientras su cuerpo era rodeado por un par de fuertes brazos, los cuales provocaban que fuera menor el calor que le abrazaba, dando paso a una sensación muy placentera.

-mmmm...ghmm-

No pudo evitar gemir contra los labios ajenos al sentir como una de esas grandes manos se abría paso por dentro de su pantalón.

-te haré mio y nunca podrás volver a olvidarme...-