El cuadro, es lo único que tiñe aquellas viejas paredes tristes de algo de color. Recorro mi vista por todo el cuarto, y no hay nada que merezca algo más de atención, de lo que tiene ese cuadro, mi cuerpo está tendido en la cama, casi inerte, aunque mi corazón late, mi voluntad es nula, siento que me estoy volviendo un objeto más de esta triste habitación, dejado olvidado hace siglos en la penumbra y la soledad absoluta. Voy mutando de a poco en otro ser, mi piel se va endureciendo, mis órganos internos empiezan a encojerse y a apegarse uno a otro, casi como si se fusionaran, causándome dolor en cada centímetro de mi cuerpo, mis extremidades se alargan, se ensanchan, me extiendo por la habitación endurecida, ya no soy yo. El sonido del tic tac inunda hasta el más sórdido silencio de mi soledad, miro mi cuerpo y he vuelto a recuperar mi forma anterior.
Otro día más conmigo y mi dolor, Marco se marchó de este mundo, pero nunca pensó en lo que pasaría después de que el partiera, nunca pensó en el abandono en el que yo caería si el no estuviera. Me veo a mí misma, como quien mira un lienzo, allí está retratada esa mujer gris, la luz que ella irradiaba se extinguío dejando una pequeña y sutil aura a punto de apagarse por completo, cierro mis ojos y me doy cuenta de que soy yo quien está plasmada en el lienzo.
El doctor me ha recetado unas píldoras que me ayudan a calmarme, apagar un poco los oscuros pensamientos que me invaden, destruyendo mi cordura y llevándome al insomnio, donde las noches se vuelven eternas, y en la oscuridad empiezan a aparecer los demonios, que uno por uno van saliendo desde mi ser, los veo flotando por el aire, volátiles haciendo rondas aéreas, se van mofándo de mí, en un tormento incesante. Tomo un sorbo de agua, me trago aquella pastilla que me deja un amargor en la boca, o quizás será que el amargor de mi corazón que da vueltas por mis entrañas, sube por mi garganta y se cuela por mis papilas, al punto de saborearlo?, como sea... Pasan apenas cinco minutos y siento el efecto, poco a poco, el nubarrón que tenía en la cabeza empieza a desaparecer, los músculos, nervios, cartílagos y huesos empiezan a ceder, dejando a atrás la tensión y la fricción de mi ansiedad, alivianando hasta el peso de mi cuerpo, sintiéndome casí tan ligera, como una pluma, reposo en la cama, lista para dormir, mi mente se relaja, mis párpados pesan, miro aquel cuadro, que tiñe de color a esa triste pared, cierro mis ojos, y me quedo dormida.
***
La suave brisa acaricia mi rostro, bañándome de un aroma concentrado a primavera, respiro hondo y lleno mis pulmones de ese olor dulzón a jazmínes, el calor del día intensifica su fragancia, dejándola volar etérea por los jardines del parque.
Hoy, me sentí con ganas, con las ganas suficientes de salir a dar un paseo, el clima está agradable, el color de las flores en ésta época del año, es especialmente más hermoso que en cualquier otra estación, y al ver tanta maravilla que regala la naturaleza, no puedo sino, sentirme en paz conmigo misma, aunque toda esta sensación sea esporádica.Sigo marchándo por el parque, imáginandote caminar conmigo, casi puedo ver tu silueta moverse al compás de mi pies, aquí estaríamos los dos, tan cómplices como siempre, tan nosotros... Como cualquier otra pareja del lugar, quizás sentandos en alguna banca, sólo tu y yo, en éste mundo atochado de gente. Tantos recuerdos vienen a mi mente, por ejemplo, el día en que nos conocímos, fué por casualidad en la consulta del doctor, allí estabas tú, vestido con ese jersey azúl, era tu favorito, y yo sentada al frente tuyo, nunca notaste cuánto te miré, y nunca notaste cuánto te lloré, como te sigo llorando ahora.
Se acerca el fin del camino, donde acaba el parque, salgo rumbo a mi hogar, pero no puedo concentrarme en mis pensamientos de antes, porque el sonido de la calle, me retumba en lo profundo de mi mente, haciendo un eco constante. Cada bocinazo, el sonar de los autos en movimiento me traladrean el cerebro, y aunque trato de seguir mi rumbo con normalidad, un dolor punzante en mi cabeza me ataca por sorpresa, me tomo la cabeza con ambas manos, el mundo da mil vueltas ante mis ojos, los sonidos, los olores que despiden los autos del tubo de escape, imágenes del tráfico caótico de la calle, giran en torno a mi, cada vez más rápido, el miedo me paraliza, y no puedo sobreponerme a esto, sino, hacer el intento de huír de aquel bullicio mundano.
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Relatos Ocultos
Mystery / Thriller10 historias cortas que muestran el lado más oscuro del ser humano.