Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN]

12: Ally

|•Jake•|

Me quedé parado frente a su puerta por unos segundos como asimilando todo lo que estaba sintiendo.

—Wow... eres fantástica—murmuré.

¿Qué?

—Sí ya acéptalo hombre, esta chica te trae loco.

—Eso ya lo sé conciencia, gracias.

—Pareces bobo...

— ¿Y qué? ¿tienes algun problema con ello? Ahora cállate, aquí mando yo.

Habiendo callado a mi conciencia regresé a mi auto, sintiéndome renovado, con algo en mi interior que me hacía sentir raro.

Antes de encender el auto me quede pensando, toqué la mejilla que Ally besó y sonreí sintiéndola de nuevo.

¡Diablos! Ally sacaba mi lado cursi.

¿Lado cursi? ¿Yo tenía uno?

Pues hoy descubrí que sí.

Ya cálmate, Jake...

Solté aire y regresé a casa.

Al llegar entré y me encontré con mamá y papá en la sala, acurrucados y sonriéndose de forma perdida.

Diablos, los viernes eran los días en que se ponían románticos... qué asco...

Los encontré viendo una de las cursis películas de mamá. Intenté pasar desapercibido y subir las escaleras.

—Hola hijo—dijo papá y yo me detuve.

Por lo visto mi intento de pasar desapercibido había sido un rotundo fracaso.

—Papá...

—Ya oí que saliste con alguien.

— ¡Ay no! ¿Tú también, papá?

¡Genial! Mamá delatadora ¿quién más pudo haber sido? ¿Jay? No lo creo.

Como siempre mi madre diciéndoles a todos lo que hacía y lo que no.

Noté que mis padres se secreteaban un poco y pude imaginar sobre qué, algo que me hizo torcer los ojos.

—Ya, para que se callen los dos: Ally es la más increíble chica de todas, la pasé increíble con ella y sí por ella sería capaz de formalizar.

Subí a mi habitación y cerré la puerta.

Tomé mi teléfono y me fui al Carrete de fotos, seleccioné la foto que tenía con Ally y la puse de Pantalla de bloqueo.

Ahora esa se había convertido en mi foto favorita.

Me resistí a enviarle un texto, no debía mostrarme ansioso de hablar con ella, fuera como fuera no podía perder aún mi imagen.

En vez de eso estuve un rato en mi Play Station jugando y aún pensando en Ally y analizando lo que le dije a mis padres. ¿En verdad sería capaz de formalizar con ella? Me extrañó mi inmediata respuesta: sí. Estar con ella me daba algo que nunca pensé que tendría, algo que nunca me interesó tener hasta que la conocí, ella me hacía sentir todo.

Suspiré intentando resistirme a mis instintos de hombre, no funcionó; Ally estuvo en mi cabeza toda la noche, estuvo en mis sueños y fue lo primero que pensé al empezar el día.