Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN]

20: ¿La amo?

|•Jake•|

Al enterarse de tener otro hermano, Ally paso por un momento un tanto difícil de transición por llamarlo de alguna manera... cierto, lo aceptó de inmediato pero fue difícil para ella. Por supuesto, estuve para ella al igual que sus amigas.

En cuanto a mí, todos los días que me despertaba era por verla a ella, oficial o no, ella era la única con la que quería estar.

Espera un segundo...

¿Yo? ¿En qué estoy pensando? ¿Por qué solo quiero estar con ella queriendo dejar todo?

—La amas.
—No conciencia, yo no puedo estar enamorado.
—Claro que sí, Anderson, ya lo estabas desde que la viste por primera vez.
—No, no puedo, ya cállate.

Decidí omitir esa absurda disputa con mi consciencia.

¿Enamorado yo? ¡Sí, claro!... Digo, estaba consciente de que Ally me gustaba más de lo que otras chicas me gustaban, estaba consciente de quererla mucho pero de eso a... ¿amarla? ¿Era posible?

Llegué a la prepa pensando en todo lo que tenía en mente, los partidos, la escuela, mis padres, Ally...

Me reuní con Alex, Bill y Chris en el estacionamiento; Elijah hasta donde yo sabía había ido por Kate, la mejor amiga de Ally, a su casa. Tal parece que se traían algo desde hace tiempo desde que se conocieron por mí y Ally.

Los chicos y yo bromeamos por un rato y vimos a las porristas que estaban en el auto contiguo y que intentaban echarnos miradas; Bill, Chris y Alex cayeron ante eso, por alguna razón yo no.

Esa razón era Ally, lo supe porque al momento de ignorarlas ella se me vino ella a la mente.

Tuve un loco impulso de repente que no me pude explicar. Uno de esos tontos impulsos adolescentes del cual no me pude zafar.

Quería estar con ella, quería que ella fuera la única y debía decirle.

Entré a la escuela y la busqué, extrañamente no estaba en su casillero como de costumbre.

La encontré cuando el timbre tocó y entré a Biología, ella estaba con Louisa, su compañera de laboratorio, y ambas reían un poco.

—Hola—les dije.

—Hola—dijeron las dos, Louisa haciendo el símbolo de "Amor y Paz" y después ignorándome a mí.

Eso me daba la pauta para pensar que estaba solo con Ally.

Y de pronto me paralicé.

¿Lo haría?

¡Al diablo! Tenía que hacerlo.

—Ally... yo... quisiera...—empecé a decir.

— ¿Sí?

—Yo... bueno Ally, es que...

— ¡Buenos días, jovenes! ¡Comencemos con la clase! —dijo el señor Olsen, el profesor de Biología interrumpiéndome—. Señor Anderson, a su lugar por favor.

Suspiré fastidiado y vi a Ally que encogida de hombros tomó mi mano.

—Luego me lo dices, no hay problema.

—Ok.

Me fui a mi lugar y el profesor Olsen comenzó su clase sobre alteraciones cromosómicas.

Aunque nos vimos en Cálculo, ya no tuve el valor de decírselo, no podía creer lo cobarde que estaba siendo.

Y me arrepentí de no hablar cuando tuve el impulso de valentía, porque ahora tenía todo lo contrario.

Por ese miedo intenté evitarla todo el día y el siguiente hasta que la encontré tarareando en la biblioteca en el área de TEATRO.

Y otra vez, traté de huir.

—¡Oye tú, Jacob! —dijo Ally, me detuve—. ¿Qué jodidos te sucede? ¿Por qué me evitas?

—Yo no te evito—me hice el loco.

—Ajá y yo soy Judy Garland. I don't care, I don't care...

— ¿Qué? —en serio no la entendía cuando hacia sus referencias a teatro o actores que yo ni siquiera tenía idea de quienes eran.

—No importa... el punto aquí es que me estás ignorando y ¿sabes qué? Yo no tengo la maldita necesidad de rogarle a nadie así que si vas a estar así, ahí la dejamos.

Suspiré.

"Maldita sea, Anderson, no la pierdas por una estupidez."

—Perdón Ally, es solo que... no lo sé... he estado presionado últimamente, y no quería meterte en eso...

—Anderson, te conozco, hay algo más.

—Quisiera poder decírtelo pero es que yo no... no se cómo... y no quisiera perderte.

Me miró y me abrazó.

—No tienes por qué perderme Jake, te quiero demasiado como para poder soportar perderte, así que la única manera en la que podrías arruinarlo es ignorándome y huyendo de mí... no lo hagas.

Me dio un pequeño golpe en la cabeza, sonrió y me volvió a abrazar.

Me lo volví a preguntar mil veces más estando abrazado de ella.

¿La amo? ¿La amo?

Y por primera vez mi corazón habló por mí sin vacilar: Sí, la amas.