Capítulo 4

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–No entiendes lo más básico...

–No pude ir a las primeras clases.

–¿Entonces por qué dejaste que se te amontonara? –murmuró molesto.

Estaban en una de las salas de estudio de la facultad, Kyungsoo había cogido varios libros y apuntado las páginas importantes que debía leerse esa semana.

–No tenía tiempo para estudiar y no pensé que sería tan difícil –se excusó agachando la cabeza. Kyungsoo suspiró y sacó sus apuntes.

–Empecemos desde el principio.

Al final del día, Chanyeol ya tenía una idea de cómo abordar los ejercicios y sabía hacer los más básicos sin ningún problema. Salieron de la facultad, para llegar al metro, se podía coger un autobús o caminar unos 15 o 20 minutos, pero ninguno dio señales de querer coger el bus, así que comenzaron a caminar en silencio con el atardecer sobre ellos.

–¿Te parece bien mañana a la misma hora? –preguntó Kyungsoo.

–Sí. Gracias, me estás haciendo un gran favor.

–Nada.

–¿Por qué lo haces? –preguntó mirándolo fijamente. Kyungsoo lo miró pero no alzó la cabeza dejando que el flequillo tapara sus ojos.

–Cuando me lo pediste no me lo pensé ni una vez. Pero, bueno, si necesitabas ayuda en realidad no me importa ayudarte. Eres bastante listo y no me desespera enseñarte.

–Oh... viniendo de ti... es todo un halago –sonrió. Kyungsoo frunció el ceño confuso –eres el más listo de clase y seguramente el de los demás grupos –aclaró bastante seguro de ello. Kyungsoo rodó los ojos restándole importancia.

Llegaron en silencio al metro y cada uno se fue a su respectiva línea, Chanyeol sonrió como despedida y Kyungsoo movió la cabeza. Las semanas pasaron y ahora Chanyeol se limitaba a hacer ejercicios por las tardes en compañía de Kyungsoo a quien le preguntaba alguna duda de vez en cuando y rápidamente alcanzó el ritmo de la clase. Durante aquellas semanas intercambiaron sonrisas y alguna que otra broma.

Chanyeol había intentado invitarlo a algún plan después de estudiar o un fin de semana para agradecerle que le ayudara tantísimo con las clases, pero Kyungsoo siempre tenía una excusa para rechazar aquella oferta. Era como si hubiera trazado un fino muro entre los dos, se habían contado anécdotas de cuando estaban en el instituto y en el colegio e incluso aclararon algún malentendido ocurrido entre ellos durante aquellos años en la misma clase. Se rieron de ello, pero había una fina capa entre los dos que le recordaba que no eran amigos a pesar de todo el tiempo que pasaban juntos.

–¿En qué estás pensando? –preguntó Kyungsoo mientras observaba al alto. Se dirigían al metro, como todas las tardes cuando empezaba a anochecer.

–¿Somos amigos? –le preguntó mirándolo también pero al hacer contacto visual ambos miraron al frente.

–No lo sé, ¿lo somos? –preguntó, aunque era una pregunta al aire. Ambos se quedaron en silencio unos segundos pensando cada uno en una respuesta.

–Tienes tiempo para enseñarme pero nunca salimos por ahí, e incluso al salir de clase a veces comemos por separado y luego nos encontramos en la biblioteca –explicó dando su respuesta no explícita con ello. Kyungsoo suspiró asintiendo.

–No sé de qué podríamos hablar, y no soy bueno en espacios con mucha gente, conversaciones cortas de vuelta a casa o en algún descanso me parecen bien pero no sé... –lo miró de reojo y Chanyeol suspiró un poco decepcionado por su contestación–. Me caes bien, bastante, no te enseñaría de lo contrario pero no sé, no me sale –respondió confuso sin saber la razón en sí.

Chanyeol se quedó mirándolo y se sumieron un largo silencio, no era incómodo pero el alto podía entender ahora a lo que se refería. Ninguno de los dos era muy hablador con el otro, muchas veces no eran capaces de mirarse fijamente y las conversaciones no fluían de un tema a otro en la mayoría de ocasiones.

Pasaron por la facultad de Sehun, este le había enviado un mensaje diciendo que se quedaría haciendo un trabajo con unos compañeros y lo esperara en la puerta. Sabía que últimamente estaba descuidando a su amigo, y cuando quedaban, el menor se dedicaba a freírle la cabeza psicológicamente con temas que giraban en torno a Kyungsoo.

–Si quieres quedar podemos... –rompió el silencio Kyungsoo. El alto lo miró con un brillo en los ojos, parecía emocionado por lo que fuera a decir, pero no pudo terminar la frase.

– ¡Chanyeol! –gritó Sehun cuando pasaron por su facultad. Ambos se giraron para ver al chico correr hacia ellos – ¿no te dije que esperaras por mi?

–Lo siento... se me olvidó –mintió el alto. Sehun lo miró con los ojos entrecerrados, luego miró a Kyungsoo y sonrió –heey.

Kyungsoo le devolvió la sonrisa como saludo. El alto los miró con curiosidad, a él le costaba mucho conseguir una sonrisa de Kyungsoo, la había visto muchas veces, pero Sehun lo conseguía con un simple saludo.

El alto estuvo callado todo el camino mientras Sehun hablaba y Kyungsoo le seguía el tema. Al menor no se le acababan las anécdotas y en alguna, Kyungsoo se reía tapando su boca para no ser muy escandaloso. Sehun había avanzado más en ese día que él en todo el mes y le frustraba tener esos pensamientos como si necesitara las sonrisas del chico.

*

–¿Cuándo vas a admitirlo? –dijo Sehun ya en el metro.

–¿El qué? –respondió de mala gana.

–Que te está empezando a gustar. Es ridículo que te enfades conmigo por él.

–Lo siento –se disculpó–. No quiero estar enfadado pero no puedo evitar que me moleste y eso me fastidia aún más.

–Nada, yo también quiero disculparme, admito que me gusta verte molesto por un chico. Pero que sepas que no estoy interesado en él –le dijo esbozando una pequeña sonrisa. Chanyeol asintió mientras soltaba una risa silenciosa –¿te gusta?

–No lo sé, lo rechacé una vez...

–Eso no tiene nada que ver, pero es posible que aún le gustes.

Chanyeol lo miró y luego desvió la mirada, bastante confundido.

–No estoy seguro de eso. Además, no sé que siento, quiero pasar tiempo con él, que se ría a mi lado, me pongo nervioso cuando estoy con él pero cuando me pregunto si me gusta me bloqueo.

–Si no quieres lanzarte, asegúrate de que le gustas. O que le atraes que es más fácil –le aconsejó el menor que sonreía porque por fin su amigo admitía ciertas cosas. Acarició su hombro tratando de animarle un poco.

–Es fácil decirlo –le dijo a Sehun.

Ese chico no tenía miedo al rechazo, no se cortaba a la hora de establecer una conversación o acercarse a alguien. En cambio, Chanyeol era duda, confusión y nerviosismo en su estado más puro.

–En realidad es bastante fácil solo que no tienes experiencia, ni confianza... ni tampoco ojo para ver señales –dijo acabando con cualquier esperanza del chico–. ¿Sabes que tienen en común la única novia seria que has tenido y las otras pocas con las que te has besado? Que todas dieron el primer paso por ti –Chanyeol se quedó mudo y Sehun negó con una sonrisa –puedes esperar eternamente a que lo de Kyungsoo, lo cual no va a pasar por segunda vez y menos si no das señales, o ponerte los pantalones de una jodida vez y salir de dudas.

–No sé Sehun... –murmuró.

–Se que te cuesta acercarte a la gente pero cuando se trata de relaciones, rollo o amor, tienes miedo de verdad. Yo estoy aquí, si vas a ser rechazado, estaré ahí, así que apóyate y reúne el valor en cuánto puedas.

–Sehun... –el nombrado sonrió como un verdadero amigo preocupado.

–Menos para un polvo –se encogió de hombros como si lo sintiera mucho. Chanyeol soltó una carcajada, y Sehun rió con él. Lo abrazó y a pesar de lo frió que Sehun era se lo devolvió–. Ya sabes, es que sería mucho rollo decidir quién sería el activo y... –Chanyeol se separó dándole un suave golpe en la boca y ambos rieron.

Clase Particular [Chansoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora