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— ¡Pero sólo queremos que te quedes aquí, quieto, y que nos ayudes a probar nuestra obra maestra!— Exclamó el pelirosa alegre; pues, era la primera vez en la que participaba de un experimento científico junto a sus amigos y junto al más aplicado de la clase.

— ¡Olvídenlo! ¡No soy un conejillo de pruebas! — Se quejó el semidemonio; pasando por al lado de los cuatro sin gesto notorio en su rostro.

— ¡No queremos que seas un conejillo de pruebas! Sólamente necesitamos que te quedes quieto donde está la cruz, para comprobar si hemos hecho todo bien. — Siguió hablando el Shima.

— ¿No es lo mismo?

— Nii-San, no te preocupes. Todo irá bien; tan sólo es una pequeña comprobación. — Lo tranquilizó el castaño con un pequeño frasco en sus manos; que burbujeaba y chispeaba casi toda la tabla de colores.

— ¿Por qué no lo usan a Suguro? Tiene cabello de más y le funciona como casco para no quemar las pocas neuronas que le quedan... — Reclamó enviando una indirecta más que notable.

— , ¿¡Perdón, demonio de tasmania!?

— Perdonado.— El peliazul le dedicó una de sus radiantes sonrisas.

— Hijo de tu mamá...

— Chicos, por favor no peleen... — Pidió inocente el Miwa. Todos asintieron ; excepto el joven Rin que estaba distraído por un coal tar que pasaba discretamente a su costado del hombro.

— Bien. Shima, ten, sosténme esto, y ten mucho cuidado, ¿Ok? No puede derramarse; no tenemos exactamente el resultado que nos dio, así que no sabemos qué puede ocasionar si se cae. — El más experimentado en toda la trama; le dejó a cargo al más despreocupado dicho frasco.
Éste sólo se limitó a asentir y los tres, Shima, Suguro y Miwa, -Sin mencionar al Okumura mayor- Permitieron que su 'Profesor' se retire durante unos minutos para verificar el buen uso de su creación.

La idea de estos cuatro integrantes; era crear un líquido que permita que; cualquier cosa que entre en contacto con él se encoja. Ésto les serviría para transportar materiales pesados; o incluso para "Mejorar la humanidad", según todos los científicos con deseos de aumentar la capacidad de vida digna a cada humano.
Además, claramente el grupo siete quería aprobar Química de la manera más épica posible.

— ¡Woah! Me encanta el movimiento y volumen que tiene. — Dijo el pervertido moviendo el frasco de un lado a otro.

— ¡Shima! Basta. Va a derramarse. — Lo regañó Suguro intentado evitar un serio accidente.

— ¡No se derramará! Lo prometo.
Tampoco soy tan torpe.

— Déjalo sobre la mesa, me das miedo. — Agregó Rin; observando cómo Renzou apoyaba el frasco sobre la mesada sin más rodeos.

— Qué raro. — Añadió Koneko mirando cómo su creación cambiaba de un fucsia fuerte a un transparente como el agua.

— Chicos, ¿Tienen sed? — Preguntó Ryuji caminando hacia un refrigerador cerca, sacando tres aguas; aunque su envase era justamente, idéntico a los que en donde se colocaban los experimentos y 'Pociones'.

— Sí, gracias Ryu♥. — Agradeció meloso el teñido. Tomó un sorbo, y lo dejó en la mesada; a un lado del experimento.

— Gracias, Bon. — El de contextura más pequeña, se bebió todo su frasco en apenas dos minutos; algo sorprendente por la primera impresión que causaría.

— ¿Y yo? — Dudó el peliazul, exigiendo atención. ¡Ya era mucho trabajo que lo obliguen a estar parado en una cruz del suelo y ni siquiera le ofrezcan agua!

— ¿Tú? Nada. Tan sólo estuviste parado ahí durante diez minutos.
Nosotros hace más de dos horas que venimos trabajando en esto. — Explicó el de la mecha rubia; quitándose sus lentes de química que protegían los ojos, y dejándolos sobre la mesada.
Acto seguido, hizo lo mismo que su amigo Shima. Tomó un sorbo de agua y volvió a dejar el envase en la mesada; a un lado del pervertido.

— Puedes tomar del mío, Rin. — Ofreció Renzou señalando la mesada.
Rin se acercó; tanteó un poco con las manos antes de colocarlas en algún envase, y se quedó pensativo.
¿Cuál era el de Shima?
No le molestaba beber del frasco de Bon, pero cabe destacar que entre esos tres envases, uno era el experimento.
Sin embargo; se arriesgó sin pensarlo mucho.

"De todas maneras, soy un demonio. Como llegue a enfermarme me curaré rápido..." Pensó.

Agarró el frasco del medio; y se tomó su contenido de apenas un sorbo.
No le pareció asqueroso; al contrario, refrescante.
Al fin y al cabo, eligió el envase correcto, ¿No?

— Volví. Tenemos que mejorar un par de cosas en el experimento, no debe ser tóxico. — Informó el cuatro ojos con un archivo en sus manos. Miró a su hermano con cierto signo de curiosidad y duda.

— ¿Por qué el cielo es azul? — Preguntó, observando el techo y extendiendo una mano como si estuviese tocando el tan lejano firmamento.

— ¿Qué haces, Rin? — Las palabras fueron robadas de la boca de Yukio a las mandíbulas de Konekomaru.

— Sólo admiro esta belleza de edificación. — Abrazó a una pared, prácticamente cubierta de moho y hongos.

— ... — Todos se miraron entre ellos. Exceptuando a Rin, claro.

— Shima...  ¿Dónde dejaste el frasco con el experimento? —  Interrogó el más maduro.

— Sobre la mesada...
Junto a los frascos de agua mío y de Bon...

— ¿El experimento se volvió trasparente luego de los primeros segundos?

— Ehmm... Sí. — Contestaron al unísono.

— Mierda.

— ¡¡LE MUNDO ES UN PAÑUELO!! — Gritó el demonio intentando hacer un acento italiano.

— ¿Rin tomó agua?

— Yep...

— Chicos...
Eso no era agua...
Rin se bebió el experimento...

¡Me Siento Responsable! «A Blue Exorcist Story»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora