Capitulo 31

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Décimas de segundo fue lo que tuvimos mi hermano y yo para intercambiar una mirada, por que cuando quisimos darnos cuenta los guardias ya venían corriendo hacia nosotros

El mas alto y grande vino hacia mi. Me agarró por el brazo, momento que aproveché para aplicar los conocimientos de artes marciales que mi padre me había enseñado e inmovilizarlo en un solo movimiento rápido y limpio. Pero venían mas, le di un golpe seco en la cabeza contra el suelo al que había inmovilizado y me giré para encarar a otro que se paró unos metros delante de mi. Parecía aquello un campo de batalla, separados por unos metros y mirándonos fijamente. Levantó su mano y me lanzó algo rojo chispeante, una bola de fuego que esquivé como pude agachándome. Aquello se ponía serio, no eran los dos típicos guardias dormidos a los que solía hacer frente para escapar del palacio y darme una vuelta, estos eran muchos, y mejor preparados

Cuando me levanté de nuevo junté mis manos y al separarlas una ráfaga de pequeños pinchos de hielo atravesó el espacio que nos separaba y se incrustaron en su cuerpo. El guardia miró con horror su cuerpo un segundo antes de caer desplomado al suelo

Mi hermano mientras tanto luchaba contra dos así que decidí ayudarlo con uno. Fui por detrás, agarrándolo fuerte por la cabeza y congelándosela en milésimas de segundo, este calló al suelo y su cabeza se hizo añicos. La cara de mi hermano fué pura sorpresa. Se deshizo del otro y corrimos hacia arriba

Cuando llegamos a la puerta del baño por el que habíamos entrado comprobamos que estaba cerrada, igual que todas las puertas del pasillo, estaba claro que no querían que nos escapáramos de aquel lugar. Solo nos quedó la opción de subir escaleras así que es lo que hicimos. Cuando llegamos arriba del todo una puerta pequeña negra nos esperaba, la abrí de golpe y entramos 

Estábamos en la azotea del palacio, habría como unos 200 metros de allí al suelo, una muerte segura si te lanzabas al vacio. Iba a hacer de nuevo una escalera, esta vez algo mas grande, pero unos segundos después de entrar escuchamos un fuerte ruido y empezaron a entrar guardias y mas guardias por la pequeña puerta, cuando ya había como unos 20 enfrente de nosotros Flavio, Alaric, Byron y Marcus entraron y se colocaron a un lado de los guardias. Los cuatro hombres tenían una sonrisa déspota en la cara. A Marcus no le sentaba nada bien, no era ni de lejos su mejor sonrisa. Todo el cuerpo me dio una sacudida cuando sus ojos se cruzaron con los míos,  y volví a sentir esa sensación que me atrae a el, esa que es como una cuerda que nos une y tira mas y mas fuerte cada segundo. 

Un instinto me hizo llevarme la mano al bolsillo trasero, allí seguía el colgante

-Bueno, bueno, que tenemos por aquí

El primero en hablar fue Flavio, como no, necesitaba saber que el tenía la voz cantante, el poder en sus manos, seguro que estaba disfrutando de lo lindo con aquella situación

-Dos invitados de lujo 

Intervino su hermano, Alaric

-Parece que se aburrían rodeados de hielo y han venido a visitarnos a las tierras del infierno ¿No es así?

Flavio continuó con su discurso. Lo del infierno lo dijo con un tono diferente, con una especie de rintintín que no entendí muy bien

Dio un paso al frente y quedó en medio, entre nosotros y los 20 guardias y tres hombres restantes de la familia Huston. El viento era fuerte, comenzaba a anochecer, y mi pelo se movía fuerte de un lado a otro con violencia 

Cometí el error de mirar a Marcus un segundo, solo un segundo, pero me bastó para ver que me estaba mirando, su pelo también se movía de un lado para otro, y ya no tenia esa sonrisa en la cara con la que había entrado, su cara ahora era mas bien neutra, no mostraba ninguna expresión, o al menos yo no interpretaba nada  

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2016 ⏰

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