[Leer nota del final]
Había pasado aproximadamente dos semanas de mi encuentro con blaze, se supone que habíamos quedado para vernos al día siguiente.. Pero sabrá dios porque.. Pero no apareció, me quedé esperándole todo día tal como una cría que espera a su padre para salir a comer un helado," emocionada".
Ese día tampoco le dirigí la palabra a mi hermano y mi mejor amiga, sólo pase de ellos, ambos llegaron aproximadamente a las dos y treinta de la mañana a casa.. Ambos lucían horribles, pero tenían expresiones relajadas y contentas, además de que toda estas dos semanas no dejan de mirarse y sonreirse uno al otro como dos estupidos, también estás dos semanas e estado con un humor de perros.«Creo saber el porque»
«no me interesa saberlo.. Mejor ahorratelo»
«¿no quieres galletas para perro camrin?»
Decidi ignorar a mi estúpida conciencia, no hacía más que aturdirme o fastidiarme, salí de mi desordenada habitacion y camine por el largo pasillo de mi hogar, llegue hasta las escaleras y las baje con gran pereza, al llegar al piso de abajo visualizo la silueta de mi hermano sentado en el sofá muy entretenido con su teléfono, sonriente.. Muy sonriente diría yo, pase de el y camine hacia la cocina para beber una lata de coca cola del refrigerador, al cumplir mi meta salí de la cocina hacia el patio trasero de mi casa para sentarme a ver el gran pastisal recien cortado por el jardinero, abrí la lata que tenía en manos y le di un sorbo soltando un pequeño suspiro, no entiendo en donde se había metido ese capullo para desaparecer de esá manera y más por dejarme plantada, ¿estaba enojada?.
Si, si lo estaba, no por el hecho de que blaze me dejase sola cuando habiamos quedado, si no porque estaba indignada y avergonzada por haber caido en su red de encantos, y eso que sólo me habia besado.
«debes admitir que besa muy bien»
«ahora no, Porfavor»
«ihiri ni, pirfivir»
«que infantil»
Di otro suspiro y tome mi móvil para visualizar la hora, eran aproximadamente las cuarto de la tarde y estaba más que nada aburrida, así que por mi bien y salud mental de adolescente de diecisiete años decidí hacer algo productivo con mi vida, Arreglarme y salir. Decidí ir al centro del pueblo sólo por diversión, había tomado mi motoneta y sin decirle algo a mi hermano me marche, pasaron aproximadamente veinticinco minutos para cuando llegue y estacione, se preguntarán el.porque aspen no está conmigo.. Pues.. Supo que había presenciado su acto de fornicación con mi hermano y está muy apenada por lo que no me habla o mira a la cara, también la llamó al móvil y no contesta sólo deja un mensaje diciendo: "ahora no puedo contestar, te llamó luego, lo siento." Aunque sabía que no quería hablar conmigo, asegure mi motoneta y me puse en marcha para recorrer todo el centro del pueblo, mirando todos los puestos de ropa o algún adorno, al pasar al lado de una pastelería y ver toda la bandeja de dulces entre sin poder evitarlo entre y pedí una gran y jugosa dona de chocolate y maní, sigo con mi camino hasta llegar la plaza y sentarme en un banco de madera viendo la gran fuente, era hermoso, pero aun no entendía porque no podía sacar a este imbécil de mi cabeza, no es que me importe, pero si dolió el que me dejase así, después de ese beso mi cabeza no a parado de diseñar fantasías, incluso sueños húmedos, por mas vergüenza que me de debo decirlo, si tuve sueños húmedos con ese hombre.. claro incluyendo el sueño de la ducha.
Un pequeño subidon hizo que mi cuerpo temblara, a lo que me levante de la banca algo extrañada, camine hacia la salida del centro dándole un ultimo mordisco a mi dona, al llegar al estacionamiento visualice un cuerpo recostado en la pared al lado de mi motoneta, me detuve en seco al ver el cuerpo todo vestido de negro, un poco elegante, puedo decir que una preciosa chaqueta de cuero, carraspeo un poco mi garganta y el individuo voltea dándose a revelar.
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Blaze (+16)
Teen FictionCómo algo tan peligroso... ¿puede ser simplemente hermoso y adictivo? Te necesito más que a nada en este mundo.. por favor no me abandones.. -dijo aquel chico frente a mis ojos, con su mirada azul puesta en la mía, de su labio salia una ligera capa...