CDM FanFic (Castiel x Sucrette)

Lysandro, un caballero

   He pasado el recreo sola, sentada en un banco comiendome un bocadillo de queso. Las últimas horas han sido algo largas, aunque tampoco en exceso . He vuelto a casa en autobús.

Saco las llaves del bolsillo pequeño de mi mochila gris y abro la puerta. Entro a casa y cierro la puerta detrás de mi. Tiro las llaves al sillón y subo las escaleras hasta mi cuerto, al abrir la puerta me encuentro con mi tía Agatha doblando una camiseta naranja.

-Hola Su, ¿que tal tu primer dia?

- Bien

-¿Bien?, ¿ya está? - Pregunta mi tía algo confusa

-Si, he terminado mi inscripción y he dado un par de clases

Mi tía sigue doblando la ropa de mi maleta y colocándola en el armario. Me pregunta si conocí a aguien y le hablo de  Nathaniel y Ambér, prefiero no mencionar a Castiel, no creo que le parezca un buen chico a mi tía. Críticamos un rato a Amber y bajamos a comer. Al terminar de comer me siento en el sofá con mi tia y vemos una pelicula policiaca, el argumento es que han asesianado a un tipo y la hermana denunció a la policia. No tiene unos bunos actores, pero tampoco esta mal.

Al terminar la pelicula habla mi tía

-¿Por qué no sales un rato?, te vendría bien.

-Uff, ¿qué pereza no?- Digo muy relajada mientras suspiro y giro la cabeza para encontarme con la cara de mi tía

-Sucrette

-Dime

-Fuera

Suspiro fuerte y me hago la remolona. Vuelvo a suspirar aún mas fuerte y tiro la manta que me daba calor. Vuelvo a suspirar y esta vez mucho mas fuerte, casi pareze un grito. Ahora estiro mis piernas y las vuelvo a relajar. Dejo caer mi cuerpo sobre el sofá y ruedo lentamente hasta caerme al suelo. Me quedo en el suelo con la posición en la que he caído y suspiro por última vez, pero esta vez muy bajito.

Mi tía se rie y se levanta del sofá, me da una leve patada y se va al baño. Cuando escucho cerrar la puerta me quejo de la patada sin moverme del suelo

-Ay

Me quedo un tiempo asi y despues de meditarlo varias veces, decido levantarme y vestirme con un pantalon de chandal negro y una camiseta de tirantes blanca, junto con unas deportivas nike blancas. También cojo un poco de dinero. Me peino y salgo a la calle un rato. Claro esta, que antes de salir por la puerta grité un adios.

Paseo un rato por el parque que hay cerca de mi casa y me compro un helado de vainilla y chocolate. sigo paseando hasta que veo un banco libre y me siento en el.

Observo toda la gente que hay en el parque y dejo mi mirada clavada en un chico que me llama bastante la atención.

Está sentado en el césped, con la espalda apoyada en un árbol. Tiene el pelo blanco y viste un poco raro. Está lo suficientemente cerca como para que me de cuenta de que está recitando un poema muy famoso de Francisco de Quevedo "A un hombre de gran nariz" que tiene apuntado en una libreta que se encuentra apoyada en sus piernas.

-Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;

Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,

-Un Ovidio Nasón mal narigado. - Termino yo esa estrofa del poema

El chico me mira y sonríe

- ¿Te gusta Quevedo?- Me pregunta mientrás se acerca a mi y se sienta en el banco a mi lado

-Me gusta la poesia y leo Quevedo, pero no es de mis favoritos. Prefiero Gustavo Adolfo Becquér

-Oh vaya, una chica interesante- Con ese comentario haze que me sonroje.

-G-gracias- Contesto

- ¡Oh!, que cortesía la mia, se me olvidó presentarme. Me llamo Lysandro, ¿y tu?

-Sucrette - Respondo amablemente a su pregunta

-Un gusto conocerte, Sucrette

-Lo mismo digo, Lysandro

-Llámame Lyss

-Claro

Seguimos un rato mas conversando y empezó a anochecer, el se ofreció en acompañarme a casa y acepté, después de todo, me había caido bien. Fue un camino agradable. Llegamos a mi casa y Lysandro se quedó un rato hablando con mi tía y conmigo. Es un chico muy educado, se podría decir que es todo un caballero.