X.

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«—Mi nombre es Cate. 

La misteriosa chica de pelo castaño y ojos verdes tenía nombre.

Veo como suavemente me quita el porro de las manos para darle unas pocas caladas. Tras volver a ponerlo entre mis labios, veo como se marcha entre entre los pasillos. La sigo, pero es como si se hubiera esfumado como un fantasma.

La curiosidad mató al gato, y yo ya estaba más que muerto. Estaba muerto por culpa de ella y la maldita curiosidad que me comía por dentro, pero estaba ciego: ciego por la droga y por lo que causaba en mí. Llevaba ya dos porros y medio, y estaba que me caía.

Estúpida pero agradable satisfacción de estar fumado. »

black letters ✉ {c.t.h}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora