Vampira Curiosa

Capítulo 12

Capítulo 12

Los sacrificios no eran lo mío, tan simple como eso, no podía elegir entre alguien así que no lo iba hacer, ¿Quien en su sano juicio querría casarse a los 19? Pues nadie, yo no sería la excepción, no sería obligada a casarme sin amor, nunca me había gustado esa idea. Así que le iba a proponer al Rey John otra alternativa. Me habían informado que ya se encontraba en la mansión, lo cual me sorprendió, no sabía que iba a llegar tan rápido. Le pedí a la rubia que al parecer se llamaba Melanie que citara al Rey de los Lobos en la sala principal que debía hablar con él.

Me preparé psicológicamente para lo que tenía que decir y llegue a la sala.

- Un placer conocerla, princesa — saludó con un modesto beso en la mano el Rey

- Digame solo Elizabeth — pedi

- ¿De que necesita hablar? — preguntó tomando asiento en el mueble

- Necesito cambiar nuestras condiciones de juntar los reinos — comencé a hablar — no puedo casarme con Colton o con nadie — se me quedó viendo pensativo

- Sino lo haces toda tu especie sufrirá — dijo tranquilamente

- Nosotros tenemos herramientas para dejarlos encerrados eternamente y sin poder en esa dimensión o en cualquier otra — comencé a caminar alrededor de la sala —. Podemos darle la oportunidad a usted y a su especie a comenzar una nueva vida aquí, con riquezas, oportunidades, todas las conformidades que ustedes desean — me pare enfrente de él —, y por supuesto poder controlarse en luna llena

- ¿Si aceptamos que? — me reto

- Despidanse de este mundo, porque se quedarán eternamente en aquella dimensión — sentencie

Escuche aplausos detrás de mí, mire y era el Rey Marcus.

- Me sorprendes, Elizabeth — posó su mano sobre mi hombro —. Es un buen trato, no me lo esperaba — dijo viéndome a los ojos

- ¿Estás de acuerdo? — preguntó atónito el Rey John

- Por supuesto — dijo Marcus — en cuanto a esto, le daremos todo el dia para pensar si es necesario, en la noche queremos una respuestas, usted decide

- Que pase un buen dia — finalice nuestra conversación

Comencé a subir las escaleras a la habitación aliviada por lo que habíamos hecho, sabía que el Rey John aceptara, no le quedaría otra opción sabía que en su mente no podía pensar en la idea de seguir encerrado en aquel lugar donde no existían maravillas, que en este lugar donde podría hacer todo y con las comodidades que quisiera, así que él aceptara y yo podría ser feliz, continuar con mi vida y descubrir a quien de verdad quería en mi vida.

- Elizabeth — escuche la voz de Colton detrás de mí — escuché su conversación

- Lamento hacerte esto, Colton — respondí sin voltearme

- Entiendo tu punto de vista, — hablo detrás de mí — yo soy alguien nuevo para ti, al igual que tu para mi, no quería que esto fuera tan rápido

- Gracias por entender — me voltee para abrazarlo

———-

Era raro sentirse por primera vez libre, esta vez sentía que mi vida iba por donde debía de ir y era extraño ya que nunca había pasado por esto, no quería volver a repetirlo, no había visto a Matt en todo el dia y sabía que no lo vería hasta que la noticia llegara a oídos de todo el mundo. Había pensado mucho lo que ahora iba a pasar pero no tenía respuesta para ello.

Era hora de la cena, todos bajamos de nuestro cuarto a conocer por fin lo que había decidido el Rey John, en el camino me encontré con Matt pero este solo me ignoró y pasó junto a mi, como si no hubiera nadie junto a él, lo ignore y camine firme hacia la sala de comer, donde todos al verme hicieron una pequeña reverencia y se sentaron.

- ¿Tomaste una decisión? — pregunte directo al grano como siempre

- Calma, Elizabeth — dijo Marcus, pero aun así se quedó viendo a John

- Lo pensé y acepté pero con una condición — dijo

- ¿Cual? — pregunto esta vez Marcus

- Quiero un alto rango en esta dimensión, al igual que para ciertos miembros de mi comunidad — pidió

- Esta bien, lo tienes — dije bebiendo de mi copa de sangre

Continuamos la cena en silencio, no podía creer que fácil había sido eso, pero estaba bien de esa forma, muchas personas se me quedaban viendo en el transcurso de la cena, sorprendidos porque yo haya sido la planificadora de todo aquello. Su sorpresa era una forma de admiración y miedo de que yo haya finalizado todo esto. Al terminar la cena cada uno se fue a dormir a su habitación, nadie hablo con nadie y Matt no me miro, estaba en su propio mundo, me frustraba no poder leer la mente.