Tras horas de estar esperando en ambos aeropuertos al fin estoy lista para ir a la casa de la tía clara, mi mamá me dijo que James iría por mi al aeropuerto.
Me subo a una banca para poder tener una vista mejor y ahí lo veo con el cabello revuelto y sus ojos color verdes. Cuando me mira corre hasta donde estoy y me carga en sus brazos.
- Te extrañe boba.- Dice y me da un beso en la mejilla, mucha gente nos mira extraño como si pensarán que somos una pareja que no se ha visto durante mucho tiempo.
- igual yo, ahora no seas idiota y bajarme James.- en ese punto ya todos nos han dejado de ver.
- oye, esa no es la forma de tratar a este hermoso chico.- Dice haciendo una seña con su mano para que yo vea su rostro.
- No seas bobo, sabes que todos en nuestra familia somos hermosos.- sonrió con un nivel de superioridad.
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Al llegar tía clara tenía para mi una mesa llena de comida y frituras, a pesar de la distancia ella era algo así como la tía que siempre te daba lo que querías.
Su casa era enorme, ya que tenía 4 hijos la mayoría adolescentes.
James tenía 18 años por lo tanto era con el que mejor tenía una relación de bromas y cosas así.
Ana clara tenía 16 años y ella era la típica chica que sólo se preocupaba por sus estudios, utilizaba gafas y un cabello trenzado por el lado (encerio tenía que ayudarla, sus ojos azules y no los luce).
Luego está dereck tiene 15 años y el es lindo no lo niego pero al igual que Ana clara necesitan un poco, noo no poco mucha de mi ayuda. Sus ojos eran grises y su cabello era cenizo. Con una buena ropa este chico sería todo un galán.
Y el pequeño Jon con tan sólo 5 meses, era la primera vez que lo veía en persona no dude y lo cargué en mis brazos todos comenzaron a reírse y mirarme.
Coloque al pequeño Jon en su silla y camine hasta mi habitación para poder desempacar.
Ana clara entra en mi habitación y me sonríe.
- ¿Te uniras a nosotros para ir a la escuela?
- claro, necesito terminar mi año.- le sonrió amablemente.
- ¿puedo decirte algo?
- claro, ¿que quieres decir?
- eres hermosa.- sonríe de pronto.
- Tu también lo eres. Eres una chica hermosa.
- claro que no Alex. Sólo mirame.
- porque te veo lo digo. Sabes que no se diga más y el sábado iremos de compras tu y ¿Okay?- la chica asiente y me da una sonrisa y sale de mi habitacion
