Obsesión ©

III.

Me sentía inútil mirándola fijamente. Pero es que la clave eran sus ojos. Se movía estupendamente, no tratando de ser sexy, simplemente bailaba como una jodida loca, y eso me ponía cantidad. Se me acercaron no sé cuantas tias, y no las rechazé, simplemente bailé con ellas diez segundos y seguí mirándola sentado en una silla de madera, que parecía tener más años que yo. Sarah me gritó, casi rompiéndome el tímpano:

+ ¡Maxon Lambels! ¡Nunca te había visto tan aburrido en una fiesta!

- No estoy aburrido, estoy asombrado.

+ ¿Y eso?

Señalé con la cabeza a la chica rubia, la cual aún desconocía su nombre, y me miró extrañada.

+ ¿Serena? -lo dijo en tono de burla.

- ¿Acaso se llama así?

+ Sí, es Serena Halls, la noruega.

¡Se llamaba así! Su nombre casi me vuelve loco, le quedaba estupendo.

- ¿De qué la conoces?

+ Compartimos literatura inglesa. Se sienta delante de mí, y no le quita el ojo a Jake. -dijo, 

- ¿Jake Stonem?

+ Ese mismo.

- Pero si es un idiota.

Se cruzó de brazos, y se fue sin más. Yo estaba borracho pero ella, estaba a poco del coma etílico. Sonreí por dentro, sabía controlar la situación. 

Cuatro chupitos más tarde, se me acercó Serena, y sin darme cuenta, tenía una cara de bobo que era patética. Debió notar mi atracción hacia ella, pero solo se agachó, puso las manos en mis rodillas, y musitó:

+ Si vas a ser mi amigo, tendrás que ayudarme.

- ¿En qué? -dije, ocultando mi curiosidad.

+ Me pone muchísimo Jake Stonem. El rubio con gafas de...

- Sé quién es.

+ ¿Ah sí? 

Aguanté la risa burlona contenida, su cara de borracha era indescriptible.

- Sí.

+ ¿Y quién es?

- Es un gilipollas, no entiendo como no le quitas ojo.

No se pregunto como sabía esa información, debía estar demasiada ebria y yo apenas articulaba bien las palabras.

+ ¡Pero a las tias nos encantan los gilipollas!

Sonrió como una niña pequeña pero quizás más adorable, y se fue con la botella de Vodka a la mano hacia la pista de baile, moviendo las caderas y sacudiendo el pelo.