Desperté de resaca peor de lo que imaginé. Me levanté de la cama, me cepillé los dientes y esa misma mañana me propuse un objetivo: no pensar en Ser como un objetivo. Ella no era una conquista. Era inteligente y parecía una chica muy valiente. Tenía que borrarla de mi cabeza, tan solo sería una amiga más. Oí su risa y dí un respingo. Miré el reloj: las tres y media. No me lo podía creer. Me salté las clases, mañana tendría que pasar muchos apuntes. Entré al comedor y ví como comían macarrones con salsa de queso y trozos de jamón dulce entremezclados. Daba hambre, y me rugió el estómago.
+ Buenos días, dormilón. -saludó Ane.
Luke me lanzó un balón de fútbol.
- ¿Ya has salido del coma?
Esbufé y miré a Ser y Zack. La pierna de Ser estaba por encima de la rodilla de Zack. Era mi amiga, no había nada de malo en eso. Y también era su amiga... aunque después del beso de ayer no lo tenía muy claro. Ella se levantó y se acercó a mi, lo que me puso algo nervioso. Me dió su móbil y se volvió a sentar.
+ Mira mi galería. -sonrió, maliciosa.
Entré en su galería de fotos y tal y como esperaba, fotos mías durmiendo, de todos los ángulos, con la luz abierta y cerrada.
- Qué original. -soné borde, pero no me importó.
Tiré su móbil en el sofá y me senté en la silla libre. Me miró mal, pero concentré la mirada en mi plato de macarrones. De repente, caí en la cuenta de que Ser era la única sin jamón dulce.
- ¿No te gusta el jamón? -dije, sin creer que a alguien no le gustara el jamón dulce.
+ Soy vegetariana.
Lo dijo cortante, como si fuera a juzgarlo, cuando me dejó casi tonto. Tenía mucho mérito, así que la felicite.
- Eso está muy bien, ¿desde cuándo?
Me miró con extrañez, a lo mejor le sorprendió que le dijera tan entusiasmado.
+ Cuando tenía dieciséis años ví en un documental como mataban unos cerdos y cinco minutos después, fui a cenar. Tenía hamburguesa. Fui incapaz de comérmela.
- Me parece muy interesante, Ser.
Se sonrojó ante mi apodo, y siguió comiendo tímidamente preciosa. Me encantó que fuera vegetariana.
Estubimos toda la comida charlando y después vimos una película sentados en el sofá. Yo y Ser estábamos a cada esquina, así que nos separaba un metro. Siempre había distancia entre los dos, como si supiéramos que acercándonos la cagaríamos. Aunque yo no sabia ni si le atraía, ni si sentía interés, notaba una espécie de conexión imposible de negar. Al menos por mi parte. Cuando acabó la película, Zack propuso:
- ¿Vamos a algun Pub? ¿Bailar, beber cervezas y hablar?
Todos asentimos.
+ Yo me tengo que duchar. Iré al piso y vuelvo. -se levantó Ser, con cara de pocas ganas.
- Quédate aquí. -pareció que Zack casi le rogaba.
+ No hace falta, esta muy cerc...
- Ser, nuestra casa es tu casa.
+ ¿Pero y los otros chicos de la hermandad? ¿No les molestará?
- Es una hermandad separada por casas, no es ducha compartida. La única en la ciudad. Odiamos las hermandades compartidas.
+ ¿Estás de broma?
- No.
Ella feliz, se fue caminando y la perdimos de vista al segundo. Ane resopló y siguió mirando la televisión junto a Zack y Luke. Como nadie decía nada y yo necesitaba una ducha, decidí irme a desconectar un poco.
- Iré a ducharme. Quedamos en ese mismo sofá a las nueve en punto.
Todos miramos el reloj clavado en la pared: éramos las seis y cincuenta y ocho. Asintieron y fui hacia el otro baño libre. Me paso la imágen de Ser desnuda por la cabeza, pero la evité y empezé a quitarme la ropa frente al espejo, convencido de que la agua caliente ayudaría a distraerme de mis pensamientos.
ESTÁS LEYENDO
Obsesión ©
Teen Fiction¿Que pasaría sí a Maxon Lambels, un reconocido mujeriego de la fraternidad de Hesterg, le rompiera los esquemas Serena Halls?