9. ¿Quién Eres?

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Después de llorar tanto como me fue posible, de lograr calmarme y sentir más ganas de llorar por lo avergonzada que estaba y lo patética que me sentía, Niall preparó té y me ofreció galletas. Se sentó a mi lado en el sofá, a medio metro de mí, y se quedó ahí corroborando que comiera.

-¿Dónde está Bee? -pregunto, a lo que él alza las cejas como si se hubiera acordado de pronto

-Um... me dijo que pasaría a ver a una de sus amigas de aquí. Lo decidió de la nada, así que no pude detenerla... Dijo que volvería en unas horas -me pareció extraño que decidiera escapar sin más hacia dios sabe donde en plena madrugada.

-¿No es un poco peligroso? -pregunto dubitativa. Me sorprende bastante que se atreva a viajar sola por la noche después de lo que le ocurrió.

-Bueno... Bee practica Judo, además lleva gas pimienta donde quiera que vaya, y por otro lado... sólo es a unas calles de aquí, así que estará bien -aseguró con cierto tono jocoso que me ayudó a tranquilizarme.

Luego de sonreírle a medias no volví a hablar. De pronto me sentía incómoda. Y el silencio en el lugar se mantuvo hasta que él decidió romperlo.

-Bee me dijo que te contó sobre... lo que pasó hace unos años -lo miro. Parece que también es un tema muy delicado para él.

-Lo hizo -afirmé, a lo que él asintió mirando hacia sus manos unidas.

-Es fuerte... siempre lo ha sido -comentó. Parecía orgulloso.

-Me he dado cuenta. Nunca parece una víctima -en cuanto dije eso, un montón de imágenes de quejas y llantos protagonizados por mí, cruzó fugazmente mi cabeza. Casi escupí el chorro de té que había bebido hace menos de un segundo.

-Lo sé, a mí también me sorprende -dijo, de pronto más animado.

Miré el reloj que colgaba a un lado del pasillo y éste señalaba la 1:23 am.

-Es tarde... -digo. Observa el reloj de su muñeca y frunce el ceño.

-Es cierto, no lo había notado -murmura -. Si quieres ve a dormir, yo esperaré a Bee -asiento ante su sonrisa y me dirijo a la habitación.

-Buenas noches -la frase lo toma por sorpresa. Me mira un poco confundido y luego responde con una comisura levantada.

-Oh... buenas noches.

Últimamente mis pensamientos se habían apegado a la difícil situación en la que me encontraba, pero ahora me sentía mejor en comparación a cuando llegué. Seguía existiendo el sentimiento de inquietud, pero ahora se debía principalmente a que sabía que mi familia estaba preocupada por mí, y a que sabía que no los vería en un tiempo, ni a ellos, ni a mis amigos.

Mis amigos. Karen, Mike... Joe. No sabía si realmente quería volver a verlo. De tan sólo pensar en él me atacaban las mariposas por un lado y la vergüenza por otro. Esperaba que me perdonara por haberlo besado, por haber confundido las cosas, aunque además sabía que había roto nuestra amistad un poco aquel beso. Si me perdonaba, seguiría sintiéndose incómodo a mi lado, y a mí no me gustaría verlo con alguien más mientras lo que deseo es ser ese alguien.

Me despierta el golpeteo en la puerta, pero decido no abrir los ojos. De todas formas tengo diez minutos para vestirme rápido e ir a tomar el avión. Ya sé que mamá es una bruja cuando quiere, pero es el último día que me verá durante estas vacaciones, así que no creo que...

-Chloe, necesito hablar contigo -¿qué? Niall... oh. Claro.

Sólo entonces recuerdo que no estoy en casa. A penas me levanto, sintiédome miserable, tomo una manta para cubrirme y me dirijo a abrir la puerta. Hace frío y noto que el cielo aún tiene manchas rojas que empiezan a disiparse.

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2021 ⏰

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Tuya [N.H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora