(Narra Ana)
Cuando terminamos de cambiarnos, cada una se fue por su lado, y los chicos siguieron viendo una película. Ainara se quedó en el sofá de al lado con ellos pero con un libro. "Ya era raro" pensé. Pensé en ir a la piscina con Aroa, pero me apetecía bailar. Bailar es mi pasión, me encanta. Desde pequeña ganaba muchos campeonatos. Nunca lo dejé porque era en lo único que me podía lucir completamente y sentirme bien conmigo misma. Fui a una habitación y puse el equipo de música a tope. Durante horas, mi cuerpo se movió al compás de la música sintiéndome muy bien. Cada canción que sonaba, la bailaba con soltura y sin preocuparme por nada. Pero, de repente, sentí que alguien clavaba sus ojos en mí. Lentamente, me giré a ver a la persona de pelo negro y ojos marrones preciosos. David.
- Bailas muy bien - dice David entrando a la habitación.
- Gracias - digo yo bajando el volumen de la música y sentándome en el suelo. David se sentó frente a mí en el suelo.
- Cuéntame algo de ti - digo yo.
- Pues...
Narra David:
La película había terminado y estábamos aburridos, así que fuimos a ver que hacían las chicas. Carlos se acercó a Ainara, que estaba embobada con el libro, Dani se bajó a la piscina a ver a Aroa, Blas se salió a la terraza para conversar con Esme, Álvaro se acercó a la cocina a ver a Iraia y yo fui a la habitación donde estaba Ana. Vale, tengo que confesarlo, creo que le estoy cogiendo cariño. Cuando la he visto bailar me he quedado impresionado. De repente, se giró y me miró un poco sorprendida, para romper un poco el hielo, empezé a hablar:
- Bailas muy bien - digo yo entrando.
- Gracias - dice ella sentándose en el suelo. Yo me senté enfrente de ella.
- Cuéntame algo de ti - dice ella.
- Pues... soy de Granada, nací el 3 de mayo de 1988, me encanta la fotografía... - digo yo, pero me interrumpió Ana, que se levantó corriendo a poner la música a tope y a empezar a bailar una salsa.
- Ven - dice indicándome para que le siga.
Narra Ana:
Me estaba contando cosas de el, pero empezó a sonar una canción para bailar salsa y no me pudo contener, puse la música a tope y empezé a moverme.
- Ven - le digo yo a David que se quedó mirándome sorprendido.
David se levantó y dijo:
- No se bailar salsa.
- Bueno, pues yo te enseño - digo yo cogiendo sus manos para ponerlas en mis caderas - dejate llevar, mira.
Yo empecé a moverme lentamente al compás de la música y David me iba siguiendo poco a poco. Puse mi mano contra la suya, entrelazándose para bailar juntos la salsa. Poco a poco, David empezó a coger confianza y se le veía más suelto. Cuando terminó la canción, nos quedamos muy pegados. No había ni un milímetro de distancia entre nosotros. Nuestros rostros se encontraron y nos miramos durante varios minutos, hasta que unos golpes en la puerta nos hicieron separarnos rápido.
(Narra Aroa)
Decidí irme a nadar después de un día muy ajetreado. Cogí mi bikini, mi toalla y bajé rápidamente. Después de unas cuantas horas, salí de la piscina y cuando empecé a secarme con la toalla, alguien me tiró a la piscina con la toalla y todo. Me dí la vuelta y ví a Dani descojonándose de la risa.
- Ja ja ja, muy gracioso - digo yo estirando el brazo - ven ayúdame.
Cuando Dani se acercó, yo le tiré del brazo y le tiré a la piscina conmigo.
