Las reglas de un soñador #PGP2017

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Los problemas siempre giran en conjunto a la manecillas del reloj. Al final terminan regresando a la misma hora durante toda la vida.

El color blanco se convierte en mi armadura al caminar por aquellas filas de recuerdos enterados por el eterno olvido.

Las rosas son el ultimo juguete que tendre que entregarle este día en sus manos.

Pero esto no era por culpa de cualquier persona, sino por quien fue una parte importante en mi vida.

Porque así pasa siempre. Las flores se marchitan y su hermosura se queda impregnada en las cenizas del tiempo.

El camino era largo y lento como una horrible tortura, pero eso no se comparaba con el sufrimiento de llegar a darnos una ultima despedida en esta melancolica tarde.

Otros nos dan su apoyo moral al estar presentes en esta fiesta religiosa, en donde los angeles celebran su entrada al tan conocido "reino de los cielos".

Pero aquí estoy. Me encuentro junto a mi abuela y una señorita que se encuentra en su pecho llorando totalmente desconsolada. No sé porque, pero siento escalofríos al ver su cabello que cubre todo su rostro.

Aunque veo mucho apoyo por vecinos, familares y amigos, sigo viendo caras que tienen una moral de doble filo.

Pero con todo ello, uno debe permanecer fuerte ante tal guerra social si es que se quiere salir con vida y sin soltar ninguna lagrima.

Y lo digo porque estoy cometiendo los mismos errores al estar reprimiendo mis sentimientos. Pero por dentro, estoy teniendo mucho mas sufrimiento del que aparento por fuera, porque soy muy estupido al hablar con mi boca y mi alma.

Aquella alma que no se estremece al oír los canticos religiosos que resuenan en este funeral.

Pero mi carta será mi nuevo testamento, la cual me hará libre en cuanto suelte de una vez en aquellas palabras en el papel que quise decirte, pero que hasta el día de hoy perdieron sentido en cuanto a tiempo se refiere.

Porque aún me acuerdo de cuando me hablaste que tu no me podías remplazar con solo ir a pedir otro chico en esa vez que lloraba por haber perdido a mi muñeco favorito.

Y lo acepto. Fui un tonto, pero ahora es momento de aceptar la realidad en la que vivimos.

- Que tengas dulces sueños, abuelo...

"Y que la verdad ois hagais libres"