Empezó otra dura semana con español y el gran humor de nuestro maestro preferido. El profesor Edgar cree a veces que soy novio de Daniela por todas las veces en que me siento cerca de ella para hablar, pero no es el caso por suerte.
Además de platicar de temas recurrentes como su verdadero novio y cosas que le pasan, converso con otro compañero que se encuentra al costado derecho del asiento de Daniela.
Carlos, el chico con el que platico el tema que más nos gusta a los dos. Sobre sexo.
Después de una semana rápida de vacaciones pude ver su nuevo corte. Le asentaba muy bien aun cuando tuvo que raparse la cabeza luego de que uno de sus amigos le lanzara pintura para hacerle una broma por su cumpleaños.
Los muy tontos que hicieron la broma le pidieron comprar un litro de pintura a una de sus madres, sin darse cuenta de que no le dijeron que necesitaban pintura de agua, no de aceite o derivados. O eso fue lo que me contaron en una publicación por Facebook.
— Hola Carlos. ¿Qué tal te fue en las vacaciones? —saludo.
— Terrible Ernesto. Apenas y me creció algo el cabello.
«Otra vez llamándome por mi segundo nombre. No entiendo por qué no me habla con el que si me gusta. Ósea, él es el único que me dice así.»
— Pero no se te ve mal. Creo que te queda bien —respondo
— ¿Enserio?
— Claro, ¿porque te mentiría?
«Mejor dicho porque no lo haría.»
— Gracias Gómez
«Y con los apellidos también. No entiendo el afán de Carlos de no hablarme por mi primer nombre»
— Ah, y feliz cumpleaños atrasado. Hablando de eso, ten. — dije entusiasmado. Saque un pequeño objeto de mi bolsillo derecho. Le tengo una gran sorpresa por dar —. Me dedique una hora en tumblr para descargar algunos videos como obsequio.
— ¿Que tiene esto? —preguntó extrañado.
— Es una memoria USB de ocho gigas. Está llena de videos porno para que los veas en tu casa, y para que tal vez...
— Gracias Ernesto. Creo que ahora si podré usar el DVD que me regalo mi padre después de todo.
— ¿Sigues sin tu celular?
— Sí. Mi madre me lo restringió por un mes después de encontrar algunas fotos x al ver las que nos habíamos tomado en el malecón.
— Ya me acuerdo. No superaré la cara de asombro que hizo tu madre al verlas —carcajeo —. Como tampoco la rapidez en que te dio esa cachetada aunque yo estaba presente.
— Pues no le importa. Dice que no debo de ver eso y mejor seguir tu ejemplo. Le caes bien a mi madre.
— ¿Enserio? Si supiera que somos como dos gotas de agua se decepcionaría algo de mi.
— Es la verdad. Es lo que piensa de ti. Así que mejor sigue siendo bueno enfrente de mi madre y dame la USB. Tampoco le digas sobre lo que pasó en la fiesta de ayer —susurró—. Que con los problemas de la escuela tengo suficiente.
— Lo dices ahora que ya reprobaste cinco materias en este bloque. Porque si fuera por ti seguirías...
— ¿Carlos? —preguntó Liliana, su amiga—. ¿Ya hiciste lo que te dije de español? ¿Lo que deberías de hacer en vez de hablar de otras cosas?
— Casi. Solo que estaba hablando con David sobre eso y...
— Ven, que no hay que perder tiempo.
Y se lo llevó como si se tratara de un pequeño que es arrastrado por su madre al no obedecer la hora que le estableció para regresar a casa. No me dio tiempo de decir adiós, pero al menos ya no perdía el tiempo en hablar con él y dejar olvidada la actividad de clase.
A quien engaño, si yo disfruto hablar de lo mismo con Carlos. Es como una adicción. Más bien porque él me la enseñó desde primer grado de secundaria. Sus "hazañas" con hasta chicas de 16 años con tan solo tener 12 años me daban tanto placer cuando me las contaba en la clase de Geografía.
Ahora es como si quisiera ser igual que él. Lo necesito, necesito quitarme el aburrimiento de encima con ayuda de él. Ni lo que piensen los demás de mi al hacerlo me impedirá vivir mi vida a mi manera.
Sea o no la forma correcta. Porque estoy con la vista en el suelo y no con la vida de un adolescente moderno.
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Las reglas de un soñador #PGP2017
Short StoryNo importa la historia que se cuente, al final, un chico termina triste en las noches por no saber que camino llevar. Ya sea por un pasado extraño y con dudas o por un presente sin dirección, ya que todos alguna vez caminamos por aquel rumbo a oscur...