Heechul bebió de su malteada con la mirada perdida en el ventanal del restaurante, había terminado apenas de almorzar y aun las palabras frías de Siwon estaban en su cabeza. En parte él tenía razón, no sabía porque había sentido ese enojo al ver aquella chica seduciendo a su jefe, ni siquiera lo conocía hace apenas unos días y ya se estaba volviendo loco.
El pelirrojo no podía controlar a las demás personas, Siwon era tan simpático que atraía a más de uno a sus pies.
Aquella pregunta volvió a rondar su cabeza "¿Por qué yo?", de todas las personas simpáticas y dispuestas a entregarse más en cuerpo que en alma sin poner excusas, Siwon lo tuvo que elegir a él. Heechul nunca se había acostado con nadie, el por medio de Donghae sabía que esos momentos llevaban a la persona al séptimo cielo cuando llegaba el punto de culminación donde el éxtasis era la manera de terminar una noche caliente y apasionada.
No sabía nada más de aquellas palabras de su mejor amigo y algunas novelas eróticas que había llegado a leer por culpa de su madre. Él era un total inexperto sobre el tema.
Aunque con su anterior pareja tuvo una relación larga cuando las cosas se comenzaron a complicar el momento de demostrarse cariño físicamente se había extinguido, así como el amor que había existido en algún tiempo.
Las cosas terminaron bien, ambos estuvieron de acuerdo en seguir sus vidas por diferente caminos.
Poco tiempo después la madre de Heechul enfermó, el cáncer estaba apenas comenzando pero él sabía que debía cuidarla y no quería perderla. Desde allí dedicó su vida solo al cuidado de su madre y a velar por el bienestar de ella.
Difícilmente pudo pagar las quimioterapias, eran demasiado costosas y tuvo tantos trabajos que había perdido la cuenta, hubo un tiempo donde trabajaba en tres lugares, jornada diurna, nocturna y en las madrugadas. Ni siquiera podía dormir cuando ya tenía que ir a su otro empleo, aguantó esa rutina por 2 meses hasta que noto que se estaba desapareciendo, su cuerpo estaba desgastándose y su madre lo obligó a renunciar.
Desde allí comenzó a trabajar en casa, realizando encuestas como loco para obtener ganancias que valieran la pena, pero la situación se estaba complicando, cada mes las terapias de su madre eran más costosas, además de la renta, Heechul pensó que iba a enloquecer.
Agradeció a Donghae por hablarle del trabajo, pagaban realmente bien y el sabía sobre el tema de administración.
No creyó que su vida fuera a cambiar de esa manera, mucho menos pensó que Siwon sería esa clase de persona dominante que amaba intimidar y tenerlo a sus pies. Heechul no podía resistirse a esos besos, sabía que estaba mal, pero Siwon no era el único que se estaba haciendo adicto a los labios ajenos.
- ¿Cuánto tiempo piensas tomar de almuerzo?-la voz lo despertó de su confusión, Heechul miro la hora sorprendiéndose de lo rápido que había transcurrido el tiempo
- Lo siento Siwon, iré de inmediato
- En mi oficina-y fue él quien colgó
De repente Heechul lo sentía frío y cortante, no era que le importara, pero realmente le dolía mucho que lo tratara de esa manera.
Se levantó dirigiéndose nuevamente a la oficina, debía empezar afrontando el problema o aclarando las cosas para ver cómo estas iban a seguir de ahora en adelante, necesitaba el empleo, ningún otro trabajo ofrecía el salario que ganaba donde Siwon, entonces solamente le quedaba aguantar.
- Lo lamento, se me fue el tiempo demasiado rápido-se excusó con Siwon
- Está bien, que no vuelva a suceder