El taxi se detuvo frente a la gran casa, Heechul arrojó uno billetes al azar sin importarle el cambio y corrió hacia la puerta antes de derrumbarse por completo.
El frio atravesó sus ropas haciéndolo temblar, las lágrimas se acumularon en los contornos de sus ojos sin ser derramadas, porque se había prometido no llorar, no hasta que estuviera solo y nadie pudiera verlo.
Abrió con cuidado rezando porque su madre estuviera dormida, si viera su rostro en ese momento estaría muy inquieta y aun se encontraba débil a pesar de que ya habían pasado varios días desde que fue operada.
Su teléfono timbró por milésima vez, no tenía que ser un adivino para descifrar de quien se trataba.
¿Cómo pudo hacerle eso? ¿Cómo fue tan despiadado de poseerla en la oficina a una puerta de distancia de que él lo descubriera?, abrió la boca para maldecir antes de subir las escaleras tan rápido como pudo. Entonces entró aquella habitación, la que tantos buenos tenía desde antes que comenzaran a vivir juntos.
Colapsó.
Fue consiente de cómo sus mejillas se empapaban ante la impotencia de su cuerpo, la herida en su pecho se retorció recordándole que nunca fue tan importante para Siwon como muchas veces este le había dicho después de entregarse en cuerpo y alma a él.
Heechul arrugó las sábanas en sus manos y cayo de rodillas cuando su fuerza de voluntad se esfumó como el sonido de una gota de lluvia antes de caer al suelo.
- ¡Maldita!-gritó con fuerza
Había perdido, realmente lo había perdido
La sonrisa de aquella mujer resplandeció cegándolo, ella sabía que ganaría siquiera antes de que Heechul tratara con todas sus fuerzas de cuidar esa estabilidad que fabricaron juntos.
Aquella de la cual ya no quedaba nadaEscuchó la puerta abrirse, no le importó que lo encontraran en ese estado después de todo su vida era un caos desde hacía una hora cuando sin saber las consecuencias decidió hacer lo que Ha Neul le pedía.
- Heechul-cerró los ojos ante el tono de aquella voz, esa que tanto adoraba escuchar pero que ahora le causaba dolor como nunca antes
- Vete
- No es lo que parece, tengo una explicación lógica para lo que viste
- A veces los actos valen más que las palabras Siwon
- Pensé que éramos una pareja que escuchaba antes de llegar a cualquier conclusión-el pelirrojo tomó aire para no perder la paciencia
- Éramos-repitió-muy bien dicho Siwon, éramos, ahora no
- No puedes juzgarme sin saber lo que pasó en realidad
- No quiero saberlo, fue muy claro para mi observar como ella estaba en tu regazo mientras se restregaba como la zorra que es y tocaba todo tu cuerpo
- Debes escucharme ¡por favor!
- No quiero, tuve suficiente con lo que vi en la oficina-saco una maleta comenzando a empacar su ropa
- Ella se desvistió segundos antes de que entraras, lo tenía todo planeado
- Te creería Siwon, pero lamentablemente veo que me ocultas cosas y eso es suficiente para mí
- ¿Porque eres así conmigo?, ¡no quise decirte que ella estuvo en la reunión por evitar una pelea!
- ¡felicidades!-dijo con sarcasmo-¡Qué bien que no estemos discutiendo!
- Heechul
- Si mi madre no estuviera en reposo la sacaría ya de aquí junto con nuestras cosas, pero lo cierto es que no se ha recuperado de su cirugía-murmuro-tomare alguna habitación de huéspedes y de ahora en adelante no me hables, tampoco pienso regresar a la oficina
- Pero
- Me iré de esta casa cuando mamá este estable, por ahora renuncio a la oficina y actuaré como si no existieras-Siwon tembló ante el sonido de la puerta cerrada ¿Por qué las cosas habían salido de aquella manera?Entro a una habitación vacía deslizándose en la madera que bloqueaba su vista de aquel al que irónicamente aun amaba.
Ninguna relación era perfecta ¿Por qué pensó que la suya lo sería?