Heechul se movió entre las sábanas mientras entendía que había amanecido, miró el reloj que colgaba en la pared, eran apenas las cuatro de la madrugada. Cuando sintió un dolor en su parte baja se quejó y recordó todo lo que había pasado horas antes.
Siwon lo había poseído hasta que llego al límite, una vez en el escritorio de la oficina, otra en la cama, en el baño y Heechul perdió la cuenta de cuantas más. Él no había puesto mucha resistencia, Siwon lo hacía ver el placer como una de las mejores cosas que existía en el mundo y aunque nunca lo había experimentado se sentía completo. Por otro lado también sabía que no estaba bien el modo en el que actuaba, se estaba vendiendo prácticamente por el bienestar de su madre, se sintió como una cualquiera, aquella sensación de ser uno más en la lista del pelinegro no lo hizo feliz.
¿Y ahora qué?
Observó el rostro de Siwon mientras dormía, era un hombre realmente simpático, Heechul no dudaba de que ninguno se había negado a una invitación de una noche con él. ¿Quién podía hacerlo?, aunque el pelirrojo lo había dudado en el fondo también lo deseaba. Justo ahora viéndolo de aquella manera lo seguía deseando, sintió como sus mejillas se teñían dando como respuesta que estaba sonrojado, creía que tenía suficiente, pero ahora deseaba más de él, más de su control, más de sus besos, más de sus caricias, más de todo. Se apoyó en su brazo mientras pasaba el dedo índice por los rasgos de su rostro, era una piel firme pero realmente cuidada, se embriagó con el aroma varonil que desprendía aquel cuerpo se sintió hechizado, bajó la vista mirando el abdomen trabajado de Siwon una de sus más profundas perdiciones.
No estaba bien, Choi Siwon seguía siendo su jefe, muy probablemente el juego ya hubiera terminado. Tal vez rompería en pedazos aquel contrato loco que le hizo firmar y le diría que fue un buen revolcón.
La sensación lo mareo.
Si Siwon llegaba a decir eso Heechul quedaría vuelto trizas y después se castigaría a sí mismo por ser tan idiota.
- ¿contemplas las vistas?-levantó su mirada encontrándose con aquella oscura, esperó a que dijera que se fuera o que ya no lo quería ver. Se limitó a asentir mientras esperaba algunas de esas palabras, que por fortuna para el pelirrojo jamás llegaron.
- Me duele-reconoció abrazándose más a él
- En estos casos debes tomar un analgésico para el dolor y sumergirte en la tina con agua tibia
- Supongo que sí
- ¿Cómo te sientes?
- Aparte del dolor en mi parte baja estoy bien, Siwon ¿puedo pedirte un favor?
- Lo que quieras precioso
- ¿me prestarías tu móvil?, quiero saber cómo está mi madre y puede que esté preocupada nunca me quedo fuera
- ¿no sales a divertirte con tus amigos?
- En realidad Donghae es mi único amigo, de vez en cuando vamos a clubes para tomar una copa y coquetear un rato pero ahora que está trabajando para tu empresa no le queda mucho tiempo sobre todo por Eunhyuk...-se calló al instante, estaba hablando de más
- No te preocupes, sé que ellos se acuestan-Heechul suspiró
- Es que me hizo prometer que no se lo dijera a nadie
- Todos los que trabajan aquí saben que entre ellos hay algo, Eunhyuk y Donghae son los únicos que piensan que nadie se ha dado cuenta de lo que pasa. Mi primo puede llegar a ser muy tonto a veces, es por ello que perdemos tantos empleados, debido a su altanería-levantó los hombros-no me preocupa en absoluto, él ya está muy grandecito como para que se le diga que tiene que hacer