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Heechul se sentó frente a su escritorio mientras pensaba en lo que había ocurrido en los últimos días con su vida. Nunca imaginó trabajar en una de las oficinas más famosas de toda corea del sur pero lo que se llevaba el mérito era lo que sucedía con Choi Siwon, en su cabeza nunca pasó la idea de enredarse con el jefe y desear algo hasta un punto de no querer que nadie más lo desee y eso era lo que el pelinegro había causado en Heechul.

Eran sentimientos confusos.

Por un lado se sentía seguro y deseado, Siwon sabía qué hacer y cómo tocarlo. Sabía la manera en la que le gustaba que pusiera su cuerpo a merced de él y las sensaciones que causaba cuando se sentía lleno.

Y le gustaban sus celos.

Aunque no pudo buscar un significado diferente a la realidad, ambos eran demasiado celosos. Heechul también había desarrollado ese sentimiento no quería que nadie se le acercara.

Lastimosamente no sería así.

Habían creado juntos ese juego y a veces él creía que la situación los estaba llevando a otros extremos. Eran dos personas libres que disfrutaban de la otra, sin embargo no solo era el sexo lo que le gustaba de su jefe y aquello le comenzaba a preocupar pues sabía que tarde o temprano el juego acabaría.

En el fondo Heechul tenía miedo.

Aquel miedo que se siente cuando se va a perder algo realmente indispensable en la vida, aquello que si se pierde por más esfuerzo que se haga nunca se va a poder recuperar.

Y no quería perderlo.

Tampoco podía salir con cosas de esa clase cuando sabía que era una relación limitada a complacer. Muy probablemente lo que debía hacer era olvidar aquellas tontas ideas y dejar que el tiempo lo diga todo. Pero eso no iba a cambiar aquella furia incontrolable que sentía al verle con otra persona.

¿Siwon sentiría lo mismo?

Era probable.

O eso deseaba

"- Yo debería ser el enojado no tú, solo estaba divirtiéndome con Hae-replicó

- Sí, y con el imbécil ese que quería meterte mano anoche, de no haber llegado esta mañana te hubieras levantado en la cama de otro"

Aquellas palabras se repitieron en su cabeza, y analizó nuevamente todo lo que habían conversado en la mañana. Era cierto que la manera de ver las cosas en ambos era totalmente diferente y que su forma de ser era igual de testaruda a la de su jefe.

Suspiró.

Realmente estaba perdido.

***

Al día siguiente se dedicó a su madre, la mujer estaba más alentada que antes y aquello al pelirrojo le hacía feliz. Las preguntas de la mujer sobre su extraña relación no cesaban y Heechul comenzaba a enojarse por no tener una respuesta ni él mismo. ¿Cómo le diría que firmó un contrato de solo sexo a cambio de su salud? ¿Que pensaría la mujer que le dio la vida si se enterara? Definitivamente no diría algo así y solo se conformaría ahora por decir que era una relación de compañeros de trabajo aunque ni él mismo se lo creía.

- ¿Si?

-¿Que estás haciendo?-no tuvo que adivinar de quién era la voz

-Estoy con mi madre viendo una película mientras comemos galletas ¿Por qué me llamas?

-Necesito verte

-Pero es domingo

-Prepárate, en una hora iré por ti

Mi Obsesión [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora