Hace ya medio año que él había caído en coma. Cada día que pasa me siento culpable de no haber estado acompañándole cuando todo esto ocurrió.
Estuve mucho tiempo metido en mi trabajo, que ese día no pude acompañarlo a comprar cosas para la cena . Salió y ha mitad de camino le ha caído un ventanal en la cabeza causándole un derrame dejándolo en coma.
Todos los días que paso aquí, a mi lado se sienta un niño, de no más de 10 años. Un hombre mayor viene por la mañana a dejarlo y ya casi por la noche a buscarlo. Siempre, muy educado, me saluda y me ofrece de la poca comida que tiene.
Me atreví a hablarle y conocer un poco más de él. Lo salude primero.
- Hola. - Dije, y me senté a su lado. -
- Hola, señor. - Volvió a mirar atento una puerta al extremo del pasillo. -
- Siempre nos saludamos, pero nunca seguimos una conversación. - Comencé a reírme, algo incómodo. - ¿Como te llamas, pequeño?
- Pablo, señor. ¿Y usted? - Extendió su mano en forma de saludo. -
- Samuel, un gusto en conocerte... Es algo incómodo lose, pero ¿Por qué vienes siempre hasta aquí? - El niño agachó la mirada. - Lo siento...
- No. No se preocupe. Mi madre hace unos meses comenzó con ataques de pánico, ahogos y otras cosas. Hace un mes le dio un ataque y ahora necesita un corazón para ser trasplantada. - Volvió a agachar la mirada. -
- Como lo siento, Pablo. Resare por tu madre para que ese corazón llegue muy pronto. - Le dí leves golpes en su espalda. -
- ¿Y usted? - Me miró algo desanimado. - ¿Está aquí por su madre también?
- Es mi pareja... Su cerebro hace un par de meses que dejó de funcionar. El ahora no está en cuerpo, pero si en alma... - Solté una lagrima. -
- Como lo siento, señor. Espero que su mujer se vuelva a encontrar bien... - Eche la mirada hacia otro lado y veía a doctores caminar de un lado hacia otro. -
El niño se levantó corriendo y abrazo a un hombre mayor vestido de traje. Este le entregó una mochila que se veía pesada, beso la frente de Pablo y desapareció al otro extremo del pasillo.
El doctor que estaba a cargo de lo ocurrido con Guillermo apareció a mi lado, muy serio. Me tomo del hombro para guiarme a su oficina.
- Señor De Luque, creo que ya sabe el porque de que estemos aquí... - Me indicó una silla para sentarme y quedar a su altura. Me negué. -
- Lo se, pero me gustaría poder evitarlo a toda costa. Él aun puede sobrevivir, solo dele un tiempo. Estas cosas no son fáciles!
- Es por eso que lo he llamado. La situación es complicada, cada vez Guillermo muestra más complicaciones. Déjelo que se valla, que pueda descansar. - Ahora el doctor era el que me gritaba. -
- Deme una semana, para poder asimilarlo. Es lo máximo que pido. Una semana, por favor... - Derrame unas lágrimas y salí de la oficina bastante cabreado. -
Me senté y caí en un llanto terrible. Pablo me miraba triste también y sin dudarlo me abrazo.
La semana ya había pasado, y los padres de Guillermo no respondían mis llamadas. Estaba triste por tener que dejar ir a mi amado. Llegue y el doctor me estaba esperando, estaba parado junto al mostrador de la secretaria viendo el extremo del pasillo que era de donde yo venia.
- Señor De Luque. - Me indico la entrada a su oficina. - ¿Ha pensado las cosas? - Tomo unos cuantos papeles de su escritorio y los coloco bajo mi vista. "Autorización para desconectar paciente". -
- Esto no ha sido fácil. No quiero desearle mal, pero espero algún día se encuentre en mi situación, de estar a punto de perder a un ser querido, y tener que firmar un estúpido papel para que puedan matarlo. Porque eso es lo que están haciendo, matandolo. - El doctor miro irónico a otro lado y esperó a que yo leyera, firmara y me dejara de quejar. - La única cosa que le pido es que el corazón de Guillermo lo donen. Se lo donen a Mariela, Mariela Gutiérrez. - Solté unas lágrimas más y me fui del hospital. -
Hoy es el aniversario de la muerte de Guillermo y me ha llegado una carta de Mariela.
Señor De Luque:
Escribo estas palabras para darles mis agradecimientos por donarme el corazón de su amado. Se lo que se puede sentir al perder un ser querido, mi marido murió exactamente igual y fue un dolor terrible tener que cuidar a mi hijo sola. Estas palabras son escritas porque no llevo la forma de agradecerle tan buena acción de salvar mi vida para poder ver a mi pequeño niño crecer.Espero nunca te sientas solo, estaré a tu lado para todo lo que necesites. Protegiéndote, dándote amor y cariño. Acompañándote en tus noches de insomnio, cuando te sientas triste y cuando tus días en el trabajo no resulten. Te amo, y te amaré por siempre. Te espero en el otro lado.
- ¿Como es que puede escribir tan lindas palabras...? - Aquí fue cuando me dí cuenta que Guillermo ha estado a mi lado todo este tiempo. -
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ᴡɪɢᴇᴛᴛᴀ
Romance•Libro personalizado para shippers Wigetta. •Publicación casual. •Ideas propias, al no ser así se darán los créditos al original al finalizar la historia.