Dudando...

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Los rayos de sol entraron por mi pequeña ventana y llegaron hasta mi cama. Me removí con un poco de dificultad en la cama ya que unos brazos me estaban acogiendo en su pecho. Levanté la cabeza y me encontré con un Jose despeinado, dormido y con la boca abierta. Acaricié la mejilla de mi mejor amigo y empecé a recordar el día de ayer: películas, palomitas, coca-colas, risas, dormir los dos juntos, ¿no soy gay?. Sacudí un poco la cabeza diciéndome mentalmente que eso era producto de mi imaginación.

- Ojala fuera verdad.-suspiré melacólica.

Volví a caricia su delicada mejilla izquierda y besé donde había tocado. Volví a recordar el día que me dijo que era gay, ese día mi mundo se derrumbó sobre mis pies. Varias lágrimas empezaron a brotar por mis mejillas y varios sollozos salieron por mi boca. Me volví a acurrucar en el pecho de mi amigo y volví a sollozar pero esta vez en silencio y en su pecho.

- Mmmm.-se removió Jose todavía manteniéndome en sus brazos.- Buenos días.

Rápidamente me sequé las lágrimas y le sonreí abiertamente; no me gustaba que me viera llorar, ya que me pediría una explicación. Acarició mis mejillas, ahora, secas y me sonrió para después besar mi nariz roja.

- Estás muy roja, ¿tienes frío? ¿te has resfriado?.-preguntó mientras ponía la sábana más arriba hasta llegar a mi cuello.

Me volví a acurrucar en su cuello y besé bajo su oído mientras sonreía. ¿Por qué tiene que ser gay?. Volví a suspirar en su cuello y lo abracé más fuerte. ¿Alguna vez se habrá enamorado de algún chico?

- Oye, Jose, ¿te puedo hacer una pregunta?.-pregunté separándome de su cuello para mirarlo fijamente.- ¿te gusta o te ha gustado alguna vez algún chico?

Jose me miró dudoso y después embozó una pequeña sonrisa donde se podía ver sus dientes delanteros. Uf, ¿por qué tiene que ser gay?

-Bueno, tal vez, no te voy a decir, cotilla.-se rió.

-Jo.-alargué la "o".-bueno, vale.

Nos levantamos a regañadientes, ya que si no salíamos llegaríamos al instituto un poco tarde. Un cuarto de hora antes de tocar el timbre de entrada a clase, entramos en el coche de Jose. En menos de diez minutos llegamos y entramos a nuestra aula. Supuestamente la gente decía que Jose y yo eramos novios ya que estábamos todo el día junto; la gente no sabía que el era gay, o bueno, eso dice él.

 - En serio, yo sigo diciendo que usted dos tenéis algo.-comentó mi otra amiga, María, sentándose enfrente nuestra.- siento que te diga esto Jose, pero tú no eres gay cariño, más masculino no puedes ser hijo.- Jose intentó negarlo pero María fue más rápida.- te apuesto cien euros a que te pones más cachondo viendo a una tía que a un tío.

- ¡Dios puede ser esta chica más directa!.-exclamé interiormente. Jose estaba muy pálido.

- Y Hope, a ver cuando te ligas a un buenorro como Jose tía, que te vas a quedar virgen toda la vida.

- Yo a esta la mato, la mato.-pensé interiormente con la cara como un tomate.

-Bueno María para ya ¿no?, date la vuelta por favor.-pidió Jose tranquilo.

Suspiré tranquila ya que María le había echo caso y se había dado la vuelta para hablar con su compañera de mesa. Jose me miró y besó mi cabeza mientras me tranquilizaba, nunca me ponía así pero cuando me ocurría me ponía muy nerviosa y acalorada.

- ¿Que te parece venirte conmigo a la cabaña de mis padres para navidad? y así lo pasamos juntos.-sin llegar a pensarlo acepté enseguida y me sonrió.-
pero mis padres no estarán, ya sabes que les gustan pasar la navidad con mis abuelos y tíos y no tengo muchas ganas de ser el único aburrido allí.

Acepté de nuevo su invitación para quedar toda la navidad en la cabaña junto a él. La maestra de lengua y también tutora repartió las notas de este trimestre y nos dejó saltarnos todas las clases.

- ¿Cuantas te han quedado?.-preguntó María andando al lado mía.- a mí dos pero las recupero, tú seguro que cero.- le enseñé mi papel y acertó.- y Jose también ninguna.-volvió a acertar.- joe, soy la única torpe del grupo. ¿A que no sabéis a donde voy a ir en navidad con mis padres?, pues a DisneyLand.

Y bueno sí, como os abréis dado cuenta esta chica no paraba de hablar nunca, y no se como nunca le he puesto un calcetín de Jose en la boca. María minutos después se fue para alcanzar a su madre que estaba aparcando. Jose y yo nos montamos en el coche y me llevó ha mi casa.

- No hace falta que le preguntes a tu madre para que te deje ir, yo ya hablé con ella.-sonrió ya que le iba ha hablar sobre eso.- mañana sobre las nueve la mañana estoy aquí afuera, llevate ropa de abrigo ¿ok? y un bikini para el jacuzzi climatizado.-asentí y salí del coche para apoyarme en al ventanilla para que pudiera despecirse.- adios, te quiero enana, hasta mañana.

Caminé sonriendo hacia la puerta principal y cuando entré lo despedí con la mano para que él pudiera irse. Rápidamente tiré la mochila con la carta en el sofá y me calenté la comida. Mi madre había echo estofado con carne asi que lo calenté y menos de diez minutos ya estaba lavando los platos para después subir y poder hacer la maleta. Esa noche dormí tranquila y contenta pero extrañando ya los conocidos brazos de mi mejor amigo gay.

¡Hola! aquí Espe de nuevo, espero que os guste y por favor votad y si no os resulta cansino, comentad y me decís si os gusta el fic :)

Espe<3

Una gran mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora