Una cena asquerosa.

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-¡DIOS MIO, ¿QUE HAS COMIDO?, ESTAS PODRIDO POR DENTRO!.-chillé cuando entré en el baño y aspiré el olor a mierda que venía del váter. Rápidamente salí de la habitación y corrí hacia la cocina donde se encontraba la colonia para el váter. Volví a subir y eché casi todo el liquido para que se fuera el asqueroso olor.- ¡JOSE!

Salí del baño de nuevo y fuí hacia nuestra habitación donde Jose estaba jugando a la Play Station. Cerré la puerta con un portazo y no desvió su mirada de la televisión, siguió jugando. Me acerqué cabreada con paso fuerte hacia la televisión y con un golpe desconecté todos los cables.

- ¿PERO QUE HACES? ¿ESTÁS LOCA?.- o sí, parecíamos un matrimonio.- QUE ME LO ESTABA PASANDO.

- PUES HABERME CONTESTADO ANTES, ES QUE NO PUEDE SER JOSE, SIEMPRE ES IGUAL.- solté todo el aire y cogí otro poco.- Cuando salgas del baño intenta si no te es muy complicado echar un poco de ambientador, por que es que huele fatal..- comenté más relajada.

Jose dejó el mando de la play en el sofá y se acercó a mí para seguidamente darme un gran abrazo el cual yo correspondí.

- Lo siento, es que quería jugar a este juego y no me dí cuenta.-se separó y me besó la nariz.- ¿me perdonas?.-su cara entristeció y yo sonreí.

- Claro que sí, feo.

Me cogió en brazos como lo hacen los novios a las novias después de haberse casado y me llevó hasta el sofá donde me tumbó y me dió otro mando de la play.

- Quien gane tiene que hacer la cena.-me retó Jose sonriente.

Estuvimos al rededor de media hora jugando a Call Of Duty, intentando matarnos hasta que al final, yo, conseguí matarlo por la espalda. Jose a regañadientes se levantó del sofá y se fue hacia la cocina para preparar unos espaguetis. Yo como buena vaga que soy me tumbé de nuevo en el sofá y encendí la televisión para poner Divinity. Media hora después Jose empezó a poner la mesa, yo aburrida sin querer me quedé dormida mientras veía un programa de novias. Estaba disfrutando de mi sueño en el que varios chicos -cuales estaban buenísimos- me abanicaban mientras estaba tumbada en una hamaca bebiendo una coca-cola, hasta que Jose interrumpió mi sueño para que pudiéramos comer.

- Hope, ya está la comida.- avisó mientras acariciaba mi mejilla un poco fría.- estás helada, venga vamos a comer.

Me levanté del sofá rápidamente y me acerqué a la mesa que estaba puesta en la cocina. Olía un poco a quemado, me acerqué a mi plato el cual estaba lleno de espaguetis quemados y un poco de tomate frio. Miré la comida con asco pero por no hacerle un feo a mi amigo cogí un poco y me lo tragué haciendo una mueca.

- ¿Te gusta?.-preguntó sonriendo. Dudé pero decidí sonreirle afirmando con la cabeza.- Uf, menos mal, por que me ha costado mucho hacerlos. Están un poco quemados pero son comestibles.

Conseguí comerme más de la mitad del plato, para que Jose no pensara que no me gustaba. Le ayude a lavar los platos y secarlos para ponerlos en los muebles.

- Yo mañana hago la comida ¿si?.

- Oh, ya le estaba cogiendo el tranquillo a hacer de comer.- comentó mirándome triste.- pero bueno, así tengo más tiempo de jugar a la Play.- sonrió.- Oye mañana vamos a ir a comprar los regalos ¿verdad?

- Pues claro que sí.

Después de terminar de lavar los platos nos sentamos en el sofá y nos pusimos a ver la televisión. Después de unos seis o siete minutos buscando encontramos una película un poco antígua: Orgullo y Prejuicio.

- ¡Dios que tetas tiene esa!.-conseguí escuchar a mi amigo, lo miré con cara rara pero pasé.

Me resultó muy raro aquel comentario, ya que Jose afirmaba ser gay, pero cada día hacía que mis dudas se hicieran más grandes, es decir, creo que mi amigo me está mintiendo.

-Sé que no te ha gustado la cena.-aclaró Jose poniendo su brazo izquierdo en mis hombros.- a mí tampoco, pero ya sabes que no se cocinar, siempre quemo todo.

- Lo siento cariño, es que no quería decírtelo, no sabía como ibas a reaccionar.- acaricié su muslo cálidamente.- pero puedes ayudar limpiando los platos, para eso eres muy ágil.

Ante mi comentario sonrió y se rió haciendo ver sus perfectos dientes blancos y sus delicados labios rosas. Me quedé mirando su boca hasta que me dí cuenta de ello. Tenía muchas ganas de besarlo, pero no podía, él era mi mejor amigo y gay.

¡Hola! se que es un capítulo muuy corto pero no he tenido mucho tiempo ya que estoy atareada ayudando a mi hermana a estudiar. Espero mañana publicar otro capítulo e intentaré tener varios capítulos echos para que pueda ir publicandolo mientras esté en clase. Muchas gracias por leer :)

Espe<3

Una gran mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora