Y así fue. Me encontre con Carlos en las canchas del colegio, lo que el no sabía era que él sería el primero con el que empezaría el juego.
En mi mochila había dos latas de espuma y dos de hilo de colores/serpentina. Mientras charlabamos de lo menos interesante del mundo, me pare y tome mi lata de espuma y seguido de eso tome la de serpentinas y comence a rociarlas. El corrio hacia mi y yo comencé a correr lo más rapido posbible.
-JANE! ¡¡¡VEN ACÁ!!!
Ignoré sus gritos y seguia corriendo en circulos por la cancha, sinseramente ya estaba cansada, cuando decidí tomar un descanso de 2 segundos me arrepentí de haberlo tomado ya que fue el momento en donde me alcanzo. Me tomo por la cintura y me cargo como a un costal de papas.
En mi intento de zafarme dandole golpes en la espalda y patadas en vano, escuche una voz muy familiar, bueno, en realidad dos voces; Ale y Luis. Ya valí.
Carlos al ver esas dos caras me soltó sin ninguna pizca de cuidado, me tiro como si siguiera siendo un costal de papas.
-¡Hey! Hola! Vengan.-Dije tratando de sonar normal.-Olvidenlo, yo ya me voy je.
-PUES SI, AHORA TE VAS PERO ¡ME DEBES UNA EXPLICACIÓN!
Upsi.
