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Jane.

Sí, recuerdo todo, mi vida, quien soy, quien es ese hombre tan perfecto frente a mi , muchos me odiaran por esto pero solo quería ver su reacción.

Vi que se asusto mucho, tanto que hasta le llamo a los doctores para que vinieran a ver que era lo que tenía.

-Carlos, perdoname bebé, no quería hacerte esto, si te recuerdo y recuerdo todo, perdón por sacarte este susto.-Sonreí con timidez.
Habían pasado no sé cuantas horas horas desde que me había sucedido el accidente y Carlos no se había ido para nada del hospital.

Me encanta su atención hacia mi, se nota que de verdad le importo, ahora solo es cosa de esperar a que el decida pedirme que sea su novia, si es que quiere claro.

-Casi me provocas un infarto, Jane.

-Lo siento bebé, no ha dicho nada el doctor?

Negó con la cabeza y fue a preguntarle no se que cosa a los doctores.

1 hora después pude salir por fin del jodido hospital.
Al llegar a casa me lleve la gran sorpresa de ver a Jake y Melissa fuera de mi casa, no tengo ganas de verlos, a Jake si, a la perra, quiero decir; A Melissa no.

Antes de bajar del auto, le pregunte a Carlos si el les había dicho algo y el solo se limito a negar.
Bajamos del auto y me acerque a ellos como si nada me hubiera pasado, pero claro que se notaba pues traía un collarín, una señal de que algo me paso.

Me dijeron que estaban ahí desde hace 5 minutos, y que querían visitarme.

Les comencé a contar mi historia una vez dentro de la casa hasta que Carlos hablo.

-Cuando despertó en el hospital me hizo creer que había perdido la memoria, ya iba a llorar.

Reí por lo bajo y le di un beso en la mejilla.

-Hum, que lastima que no fue así.-Dijo Melissa y todos volteamos a verla con una cara de desconcierto.-No me vean así, es verdad, todo hubiera sido mas fácil para mi y mi conquista hacia Carlos.

No me importó que acabara de llegar de hospital, me levante de mi asiento y rápidamente cerré mis puños y estampe el derecho en su cara, provocando que su nariz comenzara a sangrar al instante

-¡ERES UNA PERRA!-Le grité ya que no podía hacer mas, pues Carlos ya me estaba sujetando.

El se paró y me tomo la cara con sus manos y estrelló sus labios en los míos, de nuevo.

Melissa estaba roja de enojo, lo podía notar.

-Y esto es para que dejes de molestar, entiende que nunca te haré caso, y menos con tu estúpida manera de pensar y de ser con los demás, es mejor que ni siquiera te atrevas a pensar en mi y mucho menos volver a hablarme.

¿Que hice para merecer a este hombre perfecto?

Como Agua Y Fuego. || LUCAH ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora