Fourteen: Can I call you Love?

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Levanto mi cabeza de la almohada y miro la hora. 1 pm.

Ashton se fue a comprar comida y Calum está abajo mirando la televisión, supongo.

Salgo entre las sábanas y voy para la cocina a servime un poco de jugo.

- ¿Adivina quién consiguió trabajo en la cafetería de la esquina?- me pregunta Calum desde el living

- ¿Quién?- abro la heladera y saco la jarra de jugo de naranja, sirvo en un vaso vacío.

- el idiota de Ashton, ahora no va a estar nunca en casa por que eligió tiempo completo- me siento en el sofá al lado de él.

- oh que mal, no te va a poder follar diariamente como de costumbre.

- ¿No se puede hablar con vos!- apaga la televisión y se va a la cocina enojado. Yo lo sigo divertido.

- ¡Pero si es verdad!

- está bien, cambiemos de tema. ¿Hoy verás a Michael?- pregunta irónico y le lanzo un poco de jugo- ¡Hey!

- ups se me escapó. No lo voy a ver nunca más idiota.

- pero podemos jugar con La Ouija devuelta así lo traemos.

- no funcionará.

- oh- se limpia lo que le manché y yo termino mi vaso.- ¡Ya sé! Ayer lo desconectaron, ¿No?

- hoy a la mañana.

- es lo mismo. Entonces puedes ir a preguntar haber qué hicieron finalmente.- abro los ojos como platos

- ¡Qué gran idea! ¡Ves Calum! ¡Sirves de algo además de ser pasivo!

- ¡Ya basta!- corro escaleras arriba, me cambio de ropa y bajo rápido

- usaré tu auto.

Agarro las llaves y manejo lo más rápido que puedo hasta el hospital. Tal vez todavía no lo desconectaron, lo desconectaban hoy.

Después de que la policía nos liberara no vi nunca más a Michael, por lo menos fue una linda despedida.

Subo al tercer piso y voy a donde se encuentra la habitación de Michael. Trato de entrar pero no me lo permiten.

- no puede estar acá, sólo familiares tienen la autorización.

- sólo quiero ver si sigue vivo.

- ¿Quién?

- no le interesa- empujo al enfermero o lo que sea y entro. Cierro la puerta detrás de mí y miro la camilla.

Michael se encuentra sentado arriba de la cama, aún con el suero pero sin el respirador artificial. Está comiendo de una bandeja.

- Michael...- hago una pausa pero no sé que decir, ya no es más un espíritu, ahora es una persona. Está con vida en frente mío. Me siento a su lado tratando de no tirar su bandeja. Me mira con confusión.

- ¿Y tú eres...?- pregunta confundido.

Mierda.

- em... Nadie, no soy nadie. Perdón por interrumpirte.

Me levanto y comienza a reír. Me giro y lo miro, ahora soy yo el que tiene la mirada de confusión.

- ven acá Luke, ¿¡Cómo no te voy a recordar!?- deja a un lado la bandeja de comida y estira los brazos

- ¡Desgraciado! Me asustaste- corro y lo abrazo fuertemente- pensé que no recordabas nada de lo sucedido, idiota.

- yo también te quiero- responde sarcástico.

No aguanto más y lo beso. No estuve ni un día entero sin él y ya lo extraño. Extraño sus labios a pesar de que los besé solamente una vez. Y tengo ganas de besarlo mil veces por día.

Me separo de él, ambos sonriendo.

- ¿Y qué dirán tus padres? Son homofóbicos.

- nada, les diré y si quieren aceptarme está bien, si no que se jodan. También les pediré que le pidan perdón a Alex, luego de que yo le pida perdón primero, obvio.

Una vez que termina de comer y charlamos, un doctor viene a revisarlo por si todo está bajo control.

- ¿Y cómo se despertó?- le pregunto luego de que le cambie el suero.

- cuando unos locos que querían llevárselo se fueron- me río al saber que esos locos eramos nosotros- volvimos a dejar a Michael acá. Después de unos minutos, de la nada revivió y sólo gritaba un nombre, preocupado. No preguntaba nada, sólo gritaba el nombre de una persona que no recuerdo...

- Luke, ¿No?

- ¡Ese! Sí, gritaba Luke. Llamamos de urgencia a sus padres para comunicarles lo sucedido, hicimos unos chequeos y resultó ser que, unos minutos antes de que despertara, la presión cardíaca aumentó, sus pulsaciones subieron hasta las nubes y comenzó a respirar agitadamente sin ayuda del respirador artificial. Prácticamente fue un milagro.

Me quedo en shock y el doctor se retira luego de terminar de hacer su trabajo.

- ¿Te reviví?- pregunto atónito.

- al parecer, sí. Necesito que me revivas devuelta.

- oh, ¿Te sientes mal?- sonrío.

- muy mal, no sabes cuanto.

Y una vez más, lo beso. Sólo espero que nunca se termine este momento.

Pero de la nada la puerta se abre, me separo rápido y tiro la bandeja. Levanto la mirada para ver quién es, los padres de Michael.

Levanto la bandeja apurado y acomodo todo donde estaba. Me paro al lado de Michael, no sé que hacer asi que sonrío.

- ¿Y usted es...?- pregunta el padre.

- un amigo de Michael.

- ¿De dónde se conocen?

- recien nos conocimos- responde rápido Michael.

- ¿Cómo estas Mike?- pregunta la madre y me corro del lado de él hasta la puerta.

- bien, muy bien.

Charlan un poco más y por fin salen afuera.

- eso estuvo cerca- dice suspirando y me acerco a él.

- ¿Te puedo llamar Mike?

- si.

- y Mikey?

- si- me mira confundido- ¿Y yo te puedo poner algún apodo?

- si, pero nada feo- digo refiriéndome a que seguramente me llamaría "traga penes", quién sabe. Él se ríe.

- ¿Puedo llamarte amor?

Ouija • MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora