capitulo 7 [Alexa]

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De nuevo lunes, otro día de mierda, otra semana de mierda, mi vida es una completa mierda.
No quiero seguir con esto, soy una carga para Gabriela. Pero, aun no puedo intentar hacerlo de nuevo, necesito reunir el valor suficiente para volver a  hacerlo.

(...)

Me encuentro en el el colegio, no soporto el maldito sueño, en toda la noche no pude dormir a causa de... los recuerdos.
Hoy la primera clase es Ética, ¿para que demonios nos servirá eso?.
Al entrar al aula no hay nadie, asi que me adentro en ella y tomo mi lugar, en la parte trasera del salón, en un esquina.
Al llegar a mi lugar, coloco mi mochila en un lugar que siempre está vacío y yo me siento en el mío.
Me recuesto un poco en mi banco, recargando mi pecho sobre el escritorio, colocando mi cabeza cubierta por la capucha de la sudadera entre mis brazos.

«¿tengo alguna razón para seguir viviendo?» me pregunté.
Ese es el problema, no creo tener un motivo para seguir con esto.

Mientras estaba pensando, el timbre sonó, indicando el inicio de clases. Yo, al escuchar aquel sonido, me coloqué correctamente en mi lugar, pero aun tenía los auriculares puestos, así que los retiré y esperé a que la clase comenzara.
Mientras esperaba, tarareaba una canción. Vi que alguien se había parado a un lado de mi. Eso era raro.

-Disculpa... ¿puedo?- al escuchar esa voz, supe que era aquel chico, ¿como dijo que se llamaba? ¿Kevin? ¿Mario? ¡Michael! Sí, eso es.
Yo sabia a que se refería, queria el espacio vacío, yo solo quité mi mochila, mientras rodaba los ojos. Él solo se sentó, y al poco tiempo el profesor ya se encontraba en el salón.

(...)

Jodida clase, no quería poner atención, así que decidí terminar el dibujo que había empezado el viernes pasado.

Cuando estaba terminando, solo se escuchaba al profesor dictar, yo estaba muy concentrada en lo que hacia, siempre me pasaba eso cuando dibujaba.

-Eres muy buena dibujando- dijo susurrando aquel chico muy cerca de mi oreja, pude sentir su aliento en mi cuello, aquello había causado que un escalofrío recorriera mi espalda, yo solo di un pequeño brinco en mi lugar a causa de eso.
Nunca nadie había visto mis dibujos, nadie había dicho que eran buenos. Yo solo lo miré y le sonreí, y por alguna extraña razón, sentía mi cara quemar horrores. Regresé mi vista al cuaderno y seguí con lo mio para olvidarme un poco de lo que empezaba a sentir. A poco tiempo el timbre comenzó a sonar indicando que la clase había terminado, yo inmediatamente tomé mis cosas y salí de aquel lugar.

Al salir del salón, de inmediato me dirigí al aula donde me tocaba mi siguiente clase, matemáticas.
No seria necesario cambiar mis libros, ya que llevaba el cuaderno de matemáticas, así que no seria necesario ir a mi casillero.
Cuando llegué al salón no había casi nadie. Así que repetí la misma rutina a que hace una hora. Sentarme en el ultimo lugar, en la esquina del salón, y al igual que en la clase pasada, había un lugar vacío a mi lado, debo admitir que siempre era así, jamas he tenido un compañero de clases, y eso lo agradezco.

Cuando por fin me había tranquilizado un poco y la clase había comenzado el sonido de la puerta interrumpió la clase.
La profesora detesta que interrumpan su clase; ella se dirigió hacia la puerta y al abrirla y mirar a quien había interrumpido mi corazón comenzó a latir muy fuerte, no sabia el porque, pero quería que parara. Aquel chico solo me miró para luego mirar a la profesora.

-Clifford, ¿por qué llegas tarde?- preguntó la profesora,notoriamente molesta.

-Lo lamento, estaba en el baño- contestó bajando ma mirada.

-De acuerdo, pase. Solo queda un asiento vacío. Señoría Coen, quite su mochila del banco, hoy tendrá compañero- dijo apartándose de la puerta y dirigiéndose a la pizarra.
Aquel chico se dirigió a su lugar otorgado con una sonrisa tonta en el rostro. no se porque, pero él me pone de nervios.

-Hola- dijo sentándose.

-No puede ser, ¿otra vez tu?, será un día muy largo- dije ocultando mi rostro entre mis mano.

(...)

La maestra, hace unos días nos había dicho que para la evaluarnos nos pondría una serie de ejercicios matemáticos,  pero ahora, dijo que seria en parejas, y esas parejas seria con forme a nuestros compañeros de asiento.
Esto está mal, muy mal.

-Profesora- dije llamando su atención -usted me había dicho que yo podría entregárselos individualmente y...-

-No. Será en parejas, sin discusión- dijo acomodando unos papeles -les daré los ejercicios, me los entregaran resueltos para dentro de 5 dias. No olviden que de esto depende su calificación- dijo entregándome un paquete de hojas.

-Pero maestra...-.

-He dicho que no, Coen- replicó una vez mas la profesora.

«maldita sea» pensé.

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