Capitulo 10 [Alexa]

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-quiero mostrarte que sí hay razones para vivir-.

-No quiero ser una molestia, Michael...- dije bajando la mirada.

-Nunca lo serias- dijo alzando mi cara con la otra mano libre. Ya que aun no soltaba mi mano.

Yo sólo asentí cerrando los ojos... Todo esto era nuevo para mi.

Desde la primera vez que lo vi frente a mi, sin que le importara el hecho que estaba lloviendo, me pareció un chico realmente atractivo. Pero jamás me imaginé que todo esto pasaría.

Un beso en mi frente fue lo que me hizo despertar de mis pensamientos. Inmediatamente mire hacia arriba, topándome con la mirada de él.

Jamás me había puesto a ver detenidamente sus ojos. Eran de un color entre verde y café... No podría describirlos bien. Eran hermosos.

-¿Te parecería que te lleve a tu casa?- preguntó mirándome a los ojos.

-Claro- dije bajando la mirada, tratando de ocultar el ligero sonrojo que comenzaba a teñir mis mejillas.

Sin siquiera mirar a Michael, pude sentir que había sonreído a causa de mi acto.

(...)

El trayecto hacia mi casa fue silencioso. Pero era de ese tipo de silencios cómodos, eso lo agradecía.

Esta vez no fue necesario decirle la dirección a Michael, ya que él la recordaba.

Cuando íbamos llegando a nuestro destino, pude ver, a lo lejos, que Gabriela se encontraba fuera de la casa. Era algo raro.

Cuando Michael estacionó por completo el auto frente a aquella casa, él, inmediatamente salió del vehículo para después dirigirse al lado del copiloto y abrir mi puerta, me ayudó a salir de aquel auto. Podia sentir mi cara quemar a causa del sonrojo.

Cuando nos encontrábamos parados frente a frente, nos mirábamos directamente a los ojos. En ese instante todo lo que estaba al rededor de nosotros desapareció, solo eramos él y yo. Pero eso acabó cuando la voz de mi tia nos interrumpió.

-Alex, me alegra que te encuentres bien; me han llamado del colegio, dijeron que te habían visto salir antes de clases... Te encuentras bien- dijo acercándose a mi. Creo que no le daba importancia al hecho que no estábamos solas.

-No te preocupes, Gabriela. Estoy bien, Michael me ha ayudado- dije mirando al mencionado.

-Entiendo, te lo agradezco. Ella no se deja ayudar por nadie- dijo mirándolo.

-No agradezca, fue un gusto haber ayudado a Alexa- dijo el pelirrojo mirándome nuevamente.

Yo solamente puede bajar la mirada. Esto era mas de lo que podia soportar.

-Pero... No quieres pasar- dijo Gabriela.

-Tia, Michael tiene cosas importantes que hacer... No lo retrases- dije mirando a Gabriela, quien al haberla llamado "tia" abrió los ojos como platos.

-entiendo, nos vemos adentro, Alex- respondió entrando a casa.

-Yo... Lamento eso- dije jugando con una pequeña roca con el pie.

-No lo hagas, no tienes nada de que lamentarte- dijo acercándose a mi.

Yo no lo miraba, pero de un momento a otro me encontraba entre sus brazos.

Era una sensación que, aunque era nueva para mi, no queria que acabara jamás.

-¿te parece si mañana paso por ti? Asi iriamos juntos al colegio- susurró serca de mi oreja.

-no quero molestar y...-

-entiende que tu no molestas, es un gusto estar junto a ti, ¿Entiendes?- dijo separándonos solo un poco -mañana paso por ti. Cuidate- dijo para luego besar mi frente y dirigirse a su auto. Yo solo pude quedarme en el lugar que estaba, pero el sonido del motor hizo que me volteara para verlo desaparecer por la calle.

Al entrar a casa, Gabriela se encontraba sentada en el sofá, quien al verme se levantó inmediatamente, yo solo me dirigia hacia mi habitación, pero mientras subia las escaleras ella habló.

-tiene diez años que no tenias amigos... Parece un muy bue chico y...- la interrumpí.

-No es mi amigo, es solo... Un conocido del colegio. Sabes que no hago lazos afectivos por el hecho que no se cuanto tiempo mas estaré en esta mierda de vida. No quiero que nadie me considere su "amiga" para que el dia que me vaya no le haga daño a nadie- dije mirando mis Vans, desde el quinto escalon.

-muy bien sabes que has creado una necesidad por ese chico, él te aprecia, lo veo en la forma en la que te mira. Ha hecho que me digas "tia", no me decías de esa forma desde los ocho años..- volví a interrumpirla.

-nada en mí ha cambiado, no saques conclusiones donde no las hay- dije retomando mi camino.

No queria que fuera cierto, no queria necesitar la compañía de aquel chico. No queria.

Al llegar a mi habitación entré dando un portazo, me dirigí a la cómoda que había al lado de mi cama y puse música, era lo único que podia calmarme. Me tiré sobre la cama y busque mis cigarrillos, al encontrarlos encendí uno y me lo lleve a los labios. Amaba como mis pulmones se llenaban de muerte.

cuando casi se acababa, recordé qe tenia un cigarrillo de mariguana en algún lugar de mi armario, eso era lo que necesitaba en ese momento.

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2017 ⏰

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