Razon De Vida

capitulo 8

Alexa

El timbre volvió a sonar indicando que la clase había terminado. Al pararme de mi lugar no pude seguir con mi camino ya que alguien me había tomado de la muñeca, causandome un ligero dolor, instantáneamente volteé hacia esa persona, aquel chico de cabello rojo.

-Espera, se que no te agrado, pero debemos llevarnos bien, necesitamos entregar este trabajo- dijo quitando aquel paquete de hojas de mi mano.

-Por mi no hay problema si repruebo- dije encogiéndome de hombros. aunque reprobara el parcial, aprobaria el curso.

-¿Que te parece ponernos de acuerdo en la siguiente clase?- dijo sin soltar su agarre. el dolor aumentaba.

-No pienso hablar contigo, así que suéltame- dije liberándome de su agarre. Al estar separada de él salí inmediatamente del salón.

Narrador universal.

Ella salió deprisa de aquella aula, no voltió hacia atrás, ya que sabia que él la seguía.
El corredor estaba repleto de alumnos, quienes iban y venían.

-Alexa, espera por favor- gritó Michael, con tal y aquella chica se detuviera. Pero como si se tratara de que él le dijera lo contrario, ella comenzó a correr.
Unos pasos mas adelante ella chocó contra una chica. Michael sabia de quien se trataba, Katya. Esto no acabaría en nada bueno. Él, al percatarse de aquello decidió acercarse hasta donde Alexa se encontraba.
Cuando estaba donde aquella chica, lo primero que hizo fue ayudarla a pararse; en cambio, Katya quería matar con la mirada a Alex, mientras sus "amigas" la ayudaban a ponerse de pie.

-Pero miren a quien tenemos aquí- dijo Katya, llamando la atención de los que transitaban el corredor -la estúpida chica suicida; la que ni siquiera sirve para terminar con su repugnante existencia. Me das asco, Coen- dijo escupiendo cada palabra.

-Katya, ¿que demonios dices? Por favor, baja la voz- dijo Michael tratando de calmar a la mencionada.

-Oh Michael, ¿ya has encontrado a tu nueva zorrita?- preguntó burlona -pero déjame decirte una cosa, ¡LOS ESTÚPIDOS SE CORTAN!- gritó aquello extendiendo los brazos.

Alexa soltó un sollozo en silencio.

-Yo soy la persona mas estúpida del mundo- susurró aquella chica entre los brazos del chico de cabello rojo, lo empujó un poco para soltarse de su agarre y despues salió corriendo quien sabe donde. Él solo observó como se perdía entre los pasillos.

-Eres una idiota, Katya. No se como alguna vez me fijé en ti- le gritó a aquella chica frente a él, para luego salir corriendo en dirección de donde se había ido Alex.

Michael

No me había agradado gritarle a Katya, pero ella se lo merecía.  

Me encontraba corriendo entre los pasillos, tenia que encontrar a  Alexa antes de que pudiera  cometer una locura.

Al llegar al final de un pasillo pude escuchar sollozos proveniente de unos de los  laboratorios de química.
Al adentrarme en él, la luz se encontraba apagada.

-Alexa- llamé a aquella chica en un susurro -por favor, nena, ¿donde estas?- pregunté igualmente.

-no me vuelvas a llamar de esa manera, idiota- se escuchó que decían desde una esquina del aula.

Mis ojos ya se habían adaptado a la oscuridad, por lo que me facilitaba el encontrar el interruptor de las lamparas.
Al encontrarlas las encendí, provocando ese dolor en mis ojos característico por el exceso de luz.

-Maldito idiota, por lo menos avisa que encenderás las lamparas-  dijo ella cubriéndose el rostro con ambas manos.

-Lo lamento- dije acercándome a donde ella se encontraba -¿te encuentras bien?, digo, por todo- pregunté poniéndome en cuclillas para estar a su altura.
Ella se encontraba sentada en el suelo mientras abrazando sus piernas.

-Si, claro- dijo limpiando los restos de las lágrimas con el dorso de su mano.

-¿Sabes? Si no fuera porque hace unos segundos te vi llorar, te hubiera creído ese "si, claro"- dije mirándola a los ojos.

-¿Sabes?, me importa un carajo lo que pienses y creas- dijo poniéndose de pie.

-Por favor, empecemos de nuevo. Creo que nos llevaríamos bien- dije imitando su acción.

-Se que nos llevaríamos bien, por esa misma razón necesito alejarme de ti- respondió bajando la mirada.

-¿Alejarte de mí? ¿por que?- pregunté sin entender.

-No me gusta hacer ningún tipo de lazos afectivos, ya que no pienso seguir aguantando todo esto por mucho tiempo- dijo encogiéndose de hombros.

-¿Qué acaso no tienes razón para vivir?- pregunté un poco molesto.

-¡No eres nadie para juzgarme! ¡estoy harta que las personas me digan que debo seguir adelante; tú no fuiste quien vio como tu madre le disparaba a tu padre y luego se pegaba un tiro!- gritó mirándome a los ojos para luego caer arrodillada mientras lloraba como si su vida dependiera de eso.